Capítulo 17

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París estaba resultando ser el lugar que vivía dentro de mi cabeza. El hogar de todos mis sueños. A cada paso que daba estaba más y más segura de que había nacido en el lugar equivocado. Una lástima que apenas fuéramos a pasar dos días allí. Sin embargo, me propuse disfrutarlo al máximo.

Las chicas y yo fuimos a diferentes teterías, crepperías y queserías. Además de visitar los lugares más importantes, como la torre Eiffel o Notre Dame.

-Esto es precioso -susurró Normani en frente de la torre más famosa del mundo.

-Sinceramente pensaba que sería más alta -confesó Dinah mirando con desdén hacia arriba.

-¡Dinah! -exclamó Ally dando un suave golpe en el hombro de la polinesia.

-¿Qué?

-Es enorme.

-Para ti todo es enorme, Ally -contestó haciendo una foto al monumento.

Lauren había sacado su cámara profesional y estaba a punto de hacer todo un reportaje; como siempre.

-¿Qué te parecen las vistas? -le pregunté.

-Una obra de arte -dijo ella enroscando el zoom de su cámara, mirandome un segundo con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Sí... es casi irreal, ¿eh? -dije volviéndome a mirar la torre, cuando sentí un flash zumbarme en la piel.

-Me refería a ti -contestó con ambas manos en su cámara fotográfica.

Esta chica tenía mil y una de maneras de hacerme sonrojar y yo todavía estaba aprendiendo a manejar mis impulsos para no comérmela a besos en mitad de la calle.

Lauren y yo habíamos mantenido una conversación seria en el aeropuerto de Roma. Mientras las demás chicas se largaron a buscar un Starbucks, ella y yo decidimos que era el mejor momento para hablar de lo nuestro. Porque sí, ya estábamos saliendo oficialmente.
Lauren quiso hacerme entrar en razón, gritar al mundo que estábamos enamoradas era lo que más necesitábamos ambas, pero la peor idea del mundo. Sin embargo, llegamos a un acuerdo: en cuanto terminara aquel tour, le contaríamos todo a las demás y, según como se lo tomaran, pasaríamos a contárselo a Joey, o no.
Así que nuestros últimos días guardando el secreto de nuestra relación estaban resultando bastante bien.

Los fans parisinos eran casi tan apasionados como los romanos. Cientos de personas con banderas francesas nos recibieron en el aeropuerto, en el hotel y en la puerta del auditorio donde daríamos el concierto aquella misma noche. Ni un día de descanso, porque tampoco lo necesitábamos.

-Camila, ¿has visto mi camiseta de Bob Marley? -preguntó Lauren, saliendo de la ducha en ropa interior.

-¿Cuál de ellas? -pregunté girándome hacia mi novia. -Por dios, Lauren. Ponte algo, te vas a resfriar.

Ella sonrió pícaramente.

-¿Estás nerviosa?

-¿Por qué iba a estarlo? -pregunté sintiendo el calor en mis mejillas.

-No sé -dijo riendo. -La blanca.

-Juraría que se la prestaste a Dinah el otro día.

-¡Cierto! ¿Puedes ir a por ella mientras me cambio? -preguntó.

Salí de la habitación del hotel, ya lista para encaminarnos hacia el meet and greet, y toqué en la habitación de las chicas.

-¿Quién es? -gritó Normani desde fuera.

-¡Yo!

La puerta de abrió de inmediato y mis ojos percibieron el desastre más desastroso del mundo.

Si Supieran (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora