Capítulo 7

18.8K 923 510
                                    

No hubiera sido la primera vez que alguien me llamaba torpe, lo tenía asumido ya a decir verdad. Comúnmente la gente me confesaban que era la persona más torpe que habían conocido, incluso los fans más incondicionales lo hacían. Claro que yo se lo ponía fácil tropezando encima del escenario u olvidándome de contestar en las entrevistas.

Ahora estaba tratando de colocar mi maleta encima de mi bunket, para ahorrar espacio y dejar un pequeño corredor en el autobús. Inútilmente, porque el equipaje se caía continuamente cuando alcanzaba elevarlo hasta la cintura.

-Mierda -susurré cuando cayó en mi pie de rebote y me puse a saltar, lo más sigilosamente posible, para no despertar a las demás, que estaban dormidas.

La cortinilla del bunket de Lauren se abrió.

-¿Bailando? -preguntó burlándose de mí.

-Creo que me he roto un dedo -dije, exagerando un poco.

-Déjame que te ayude -dijo bajándose de su cama.

Lauren atrapó mi maleta rosa con las dos manos y la colocó encima de mi bunket, sin dificultad alguna. Frustrante. Me quedé mirándola con una expresión incrédula.

-¿Qué? -preguntó riendo.

-Al menos deberías haber dejado que se te cayera una vez -dije alzando un dedo. -Para que no sintiera que tengo bíceps de gorrión, digo.

-No tienes bíceps de gorrión, Camz -aclaró sentándose en su cama sonriente. -De mirlo quizás, pero no de gorrión.

-Cállate -dije mirando al suelo sin poder evitar reír. -¿Te he despertado?

-No -dijo volviéndose a tumbar. -Y aunque lo hubieras hecho, supongo que te lo debo.

-¿Por qué? -pregunté confusa.

-Yo te desperté anoche -dijo ella mirando su móvil.

-Oh... sí, bueno...

Estaba poniéndome nerviosa de nuevo. Y lo peor de todo, es que ni si quiera estaba mirándome. Estaba tumbada en su bunket, con su cortina recogida y deslizando el dedo por su teléfono móvil. Llevaba puesto el mismo pijama que la noche anterior y recordarla bajo la luz de un cielo estrellado me hizo sonreír.

-¿Vas a dormir ya? -preguntó Lauren, dirigiéndome una mirada.

Yo me sonrojé ligeramente porque me había cazado mirándola con una sonrisa en los labios.

-Ehm -comencé a decir. -No, creo que aún no. Me cuesta dormir aquí.

-¿Por qué? -preguntó Lauren bloqueando la pantalla de su móvil y mirándome.

-No sé -confesé. -Es frío y solitario.

-Mira -dijo bajándose de la cama y buscando algo entre sus cosas.

Segundos más tarde sacó de debajo de sus sábanas un pequeño oso de peluche de color gris y me lo entregó.

-¿Para mí? -pregunté emocionada. Me encantaban los peluches.

-Sí, claro -dijo sonriente. -Tu cama está llena de peluches, así te sentirás más en casa.

-Lauren... -dije acercándome a ella y dándole un estrecho abrazo. -Gracias.

-No las des -dijo antes de meterse en su cama de nuevo, aunque no terminó de correr la cortina. -No olvides traerte algo que te recuerde a casa la próxima vez, ¿quieres ver qué tengo yo? -preguntó.

-Por supuesto -dije soltando mi nuevo peluche en la cama.

-Tienes que meterte aquí -dijo dando pequeños golpes en la pequeña porción de colchón que quedaba a su lado.

Si Supieran (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora