Capítulo 10

18.2K 795 405
                                    


Después de habernos hartado de comida precocinada y calentada en el microondas por Lauren, recibimos algunas llamadas de las chicas, preguntando por Sofi. Lauren había preparado algunas pizzas y lasañas mientras yo me relajaba dándome un baño. La ojiverde me había hecho terminármelo todo, decía que pronto le quitaría el puesto de la más "pálida" del grupo, y no lo permitiría. Me hizo reír durante horas que se pasaron como cortos minutos, sentadas en la barra americana de mi casa, con los codos apoyados en el mármol y la cabeza en las manos, mirándonos embobadas y riendo sin motivo.
Pero fue cuando Lauren posó su mano encima de la mía, cuando me di cuenta de que llevaba unos minutos sin hacer caso a nada de lo que hablábamos, que llevaba un buen rato mirando al suelo con la vista plantada en ninguna parte, pensando en nada. Pensando en Sofi.

-¿Estás bien? -preguntó mediante un pequeño susurro.

Yo sonreí e hice un movimiento suave para entrelazar nuestros dedos encima de la encimera. Ella miró nuestras manos justo antes de devolver la mirada a mis ojos y sonreír ligeramente.

-Todo va a salir bien, ¿de acuerdo? -aseguró.

-¿Qué ocurre si no? -pregunté sin dejar de sonreír. Estaba insegura de lo que pudiera pasar en adelante.

Ella apretó sus labios y, con dos de dedos de su mano libre acarició mi mejilla. Yo me quedé quieta, mirando sus encantadores ojos, que perseguían su propia mano. La yema de su pulgar acarició el límite de mi mandíbula y vi cómo, en algún momento, había fruncido el ceño y parecía íntegramente concentrada en mi piel. Luego de unos segundos de contacto y completo silencio, Lauren retiró rápidamente su mano de mi cara, como si mi piel hubiera comenzado a arder y aclaró su voz justo antes de hablar de nuevo.

-¿Por qué no nos vamos a dormir? Se ha hecho tarde -dijo deshaciendo el contacto de nuestras manos y desbloqueando la pantalla de su teléfono para mirar la hora.

Yo busqué de nuevo su mano encima de la encimera y adopté la misma posición que tenían justo antes de que ella me soltara. Volvió a mirar nuestras manos, pero ahora no parecía confundida, sino más bien nerviosa.

-¿Te importaría dormir conmigo? -pregunté.

-No creo que...

-Nunca hemos tenido problema en dormir juntas, Lo -dije alzando las cejas y apretando su mano. -¿Por qué iba a cambiar ahora, cuando más te necesito? -pregunté, con la esperanza de que, en vez de asentir, me diera una respuesta lógica a lo que a ambas nos estaba pasando.

Sin embargo, asintió con la cabeza, confirmando la proposición que acababa de hacerle.

-Claro -dijo levantándose del taburete sin soltar mi mano. -Vamos.

La noche no fue para nada rara. Lauren se quedó en mi cama, pero no hubo ningún tipo de contacto, por mucho que hubiera querido darme la vuelta y besarla. Mi mano se sentía desnuda, después del largo periodo de tiempo que había estado abrazada a la de Lauren, pero aún así no quise volver a buscar su contacto.

Al día siguiente, me desperté mucho antes que Lauren, pero aún así me quedé en la cama, esperando a que despertara, pues no sería hasta las 13.00 cuando vinieran los Jauregui a acercarnos al hospital para visitar a Sofía de nuevo.
Aproveché el momento para actualizar mi tumblr, echar un vistazo por instagram y hacer alguna travesura en twitter. Tomé una foto de Lauren dormida, sabía que me mataría cuando se diera cuenta, pero no importaba, porque se veía preciosa. Aún sin tener los ojos abiertos:

"Así es como duerme un ángel...@ laurenjauregui gracias por acompañarme cuando más te necesito"  10.23

Lo menos que podía hacer era preparar el desayuno en forma de agradecimiento. Realmente, si no hubiera tenido a Lauren en aquel preciso instante de mi vida, hubiera padado las horas llorando, sin saber qué hacer para morir más deprisa. Pero Lauren estaba dándome algo que jamás había tenido, me estaba dando algo que me hacía querer vivir pese a que mi vida no fuera lo suficientemente buena. Lauren estaba arreglando el vaso de cristal que habían tirado al suelo con fuerza, para comenzar a llenarlo de un momento a otro.

Si Supieran (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora