Capítulo 27

14.4K 624 375
                                    


-Camz, Camz, Camz... -Lauren estaba encima de mí cuando abrí los ojos con dificultad y me quedé completamente sorprendida de que aún no había señales de que fuera de día -Vamos, Camz, despierta.

-Estoy despierta, Lauren -susurré frotándomenlos ojos. -¿Qué pasa? ¿Qué hora es?

-Las cuatro -contestó y se rió.

-¿Y por qué estamos despiertas? -pregunté sin entender la urgencia de la chica de ojos verdes.

-Me apetece salir a ver las estrellas -confesó. -Y me apetece salir contigo.

Yo reí ante aquello. No me molestaba que Lauren me despertara, no me molestó ni si quiera la noche que lo hizo para decirme que necesitaba estornudar y no podía. No me importó la noche que se despertó convencida de que eran las seis y sólo eran las cinco. Tampoco la noche que se le olvidó quitar el despertador; así pues, mucho menos me importaría cuando tuviera uns de sus urgentes llamadas para contemplar el cielo. Su sitio favorito.

-¿Quieres acompañarme? -preguntó.

-Claro -acepté. -Pero antes necesito ponerme algo de ropa, ¿recuerdas que me has dejado completamente desnuda y reventada para dormir?

-Por supuesto que me acuerdo -jugueteó levantándose de encima mía. -Ponte el pijama, pero abrígate. Debe hacer frío fuera.

Yo le hice caso. Me puse mi pijama con estampados de pizza, helados y etc, debado de un chaquetón de pelo gris. No había era el pijama más sexy para mi primera vez con Lauren, pero sí el más sexy que tenía.

-¿Cuánto tiempo hace que no hacemos esto? -preguntó la ojiverde caminando por los pasillos del hotel.

-Meses -contesté apenada. -La pregunta es: ¿en qué momento de la noche abres los ojos y dices: tengo ganas de ver las estrellas? -bromeé.

-En realidad apenas he dormido -confesó.

-¿Por qué? -le pregunté preocupada.

-Ha pasado mucho tiempo en el que no he podido mirarte todo lo que me hubiera gustado -dijo frunciendo sus labios.

-¿Has estado mirándome mientras dormía? -pregunté mientras sentía la fría brisa golpear mi cara al salir del vestíbulo del hotel.

-Dicho así suena un poco pavoroso -admitió.

-No... -negué con una diminuta sonrisa. -No es verdad.

-He descubierto que si te toco la cara mientras duermes, hablas en sueños -rió. 

-¿Lo dices en serio? -pregunté con mis ojos muy abiertos. -¿Puedes grabarme la próxima vez?

-Claro, si te hace ilusión -contestó entre risas. -Ponte esto, no quiero que te cojas otro resfriado de los tuyos.

Ella tomó la capucha de mi anorak y me la puso con delicadeza, sacando mi melena por fuera de del abrigo y acomodándola sobre mis hombros. 

-¿Recuerdas la primera vez que te desperté para salir a mirar las estrellas? -me preguntó, aún jugando con mi cabello.

-Como si hubiese sido ayer -contesté honesta, mirándola fijamente a sus dos esferas verdes. -El apagón local en Las Vegas.

-Sí... -susurró con una sonrisa. -Vamos.

La chica de ojos verdes me tomó de la mano y caminó hacia un pequeño banco de madera que había cerca del parking del hotel, que estaba completamente lleno, debido a la hora. 

-¿Tienes frío? -me preguntó. -¿Quieres que te deje mi chaqueta?

-Tranquila -dije colocando una mano sobre su pierna, haciendo que dejara de quitarse su prenda. -Estoy genial.

Si Supieran (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora