La chica de la guitarra
Abigail
-Smith ¿Qué opina usted sobre lo que dijo su compañera?- Me dice el profesor sacándome de mis pensamientos, no sé qué diablos el profesor pregunto ni quien respondió y mucho menos lo que dijo.
-Yo… ah… estoy totalmente de acuerdo con ella- Me mira y frunce el ceño –Me parece una buena explicacion de su parte porque no había llegado a esa conclusión y escuchar su opinión puedo hacerme pensar otra expectativas- Agrego.
-Está bien su criterio- Se voltea para la pizarra y empieza a escribir –Smith necesito que se concentre, eres la mejor alumna del curso-
-Estoy concentrada- Le digo para que piense que estoy bien.
La verdad es que no estoy bien, nada está bien, tengo que hacer algo, Dyavol me ronda la cabeza todo el tiempo y más que él sus palabras. No sé porque con él me siento libre de ser yo misma, no tengo que tener codenas o encerrarme, no me siento asfixiada, me siento real no una impostora.
Terminan las pesadas clases, por lo menos estamos en receso, todavía me faltan las clases hasta la hora de almuerzo. Tomo mi mochila y me encamino a la cancha de basquetbol a ver a Ava, llego y la veo practicando con su grupo de porristas y me siento en la cancha a esperarla. Al terminar se acerca a mí, se acuesta en la cancha y pone su cabeza en mi regazo.
-Agua- Estira su mano y le entrego la botella de agua.
-¿Esta dura la práctica?- Le pregunto mientras le acaricio la cabeza.
-Imagínate que dentro de dos semanas comienzan los partidos y la competencia de porristas y tenemos que estar listas y no cometer errores- Se sienta y bebe agua.
-Dura la vida- Sonrío y saco de mi mochila un cuaderno y apunto un nombre.
-¿Qué haces?- Ava mira mi cuaderno curiosa.
-Solo es un nombre de un libro que tengo que comprar- Cierro el cuaderno –Lo siento, tengo que irme- Tomo mis cosas –Te veo en el almuerzo-
Salgo de allí y me dirijo al laboratorio de química, pero al pasar por el pasillo un sonido capta mi atención y me detengo delante de las grandes puertas del salón de música. Por curiosidad entro y encuentro a una chica tocando la guitarra, me le quedo mirando por un momento hasta que ella levanta la mirada y se detiene.
-Lo siento- Digo apenada –No era mi intensión interrumpirte, solo quería saber quién era que tocaba tan bien-
La chica me mira con curiosidad –Supongo que es un alago- Se quita la guitarra y la deja a un lado –Que la chica más inteligente del colegio por casualidad me escuche y me alague es algo que no se ve todos los días- Me dice sentándose en una silla que había.
-Al parecer me conoces muy bien- Digo algo incomoda por cómo me llamó.
-Abigail Smith ¿no?- Asiento con la cabeza –La imagen de la intelectualidad en el colegio y tu padre dueño de una empresa fabricadoras de teléfonos móviles-
-Siento interrumpirte- Quiero irme, no soporto que me digan así, quiero que me conozcan a mi por como soy, no por lo que tengo. Así que me volteo para irme y lo que dice a continuación me detiene.
-Aparte de ser la princesa de Dyavol- Dice lentamente mientras me mira y yo me volteo.
-¿Qué dijiste?- Palidezco al mirarla, conoce mi relación con el, bueno no se qué relación, el lio es que sabe algo.
La determino un momento, es una pelinegra con algunos mechones morados en el cabello, aunque tiene el cabello corto por los hombros, tiene los ojos grises, es bonita no lo niego, también lleva un piercig en la nariz. Tiene un aspecto de rockera, se ve súper cool, es de esas chicas que viéndose ruda o fresita igual le queda lo que se ponga bien.
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Mi peligrosa obsesión
Ficção AdolescenteAbigail pensaba que todo era como en los libros que leía o como en las peliculas que veía. Lo que no sabia que los demonios caminan en la tierra y me iba a encontrar con uno, uno muy atractivo y con peligrosa mirada. Porque Dyavol era un sensual, at...