Capitulo 23

140 12 1
                                    

                               Visitas

Dyavol

Termino de ponerme el bóxer y voy a la cocina a por algo de comer, me siento frente al mesón y tomo una fresa de la cuenca que esta encima. Siento unos brazos que me rodean el cuello,  bajan por mi pecho mientras besa mi cuello y pega su cuerpo a mi espalda.

-También me da hambre cuando termino de tener sexo- Una voz femenina me susurra en el oído.

Tomo una fresa de la cuenca y ella me la quita de la mano -¿Qué crees que haces?- Me volteo y la miro.

Se la lleva a la boca de manera muy sexy y se acerca a mis labios –Tu qué crees- Se  abre de piernas en mi regazo.

-Creo que me estas intentando seducir- Acaricio su mejilla y bajo hasta su cuello besándolo.

-Crees bien- Dice entre gemidos.

-Pero tengo una buena y una mala noticia- Meto una mano en sus bragas y acaricio su intimidad.

-¿Cual es la buena noticia?- Dice contra mis labios.

Me levanto y la siento en el mesón conmigo entre sus piernas, le bajo su sostén acariciando sus pechos –Me encantó follar contigo- Beso su cuello.

-Que sexy- Veo como muerde sus labios y se les escapan gemidos – ¿Y la mala?-

La beso hasta el punto de morder sus labios –Que ya no quiero volverte a ver- Me separo de ella.

-¿Qué?- Se queda descolocada por lo que le dije.

-Vete- Le ordeno –Ya follamos, ya puedes irte-

-Pensé que querías- Me mira confundida bajándose del mesón –Que querías una relación-

-Vamos con lo mismo- Ruedo los ojos.

-Solo querías sexo- Me reclama.

-Que te invitara a comer no significa de que quiera una relación contigo de noviazgo- Le recuerdo –Te dije que solo quería sexo, fui muy claro-

-Pero pensé que si saldríamos cambiarias de opinión- Se le cristalizan los ojos.

-Todas piensan lo mismo- Digo cansado – ¿Piensas que por una linda sonrisa y una salida ya me vas a conquistar?- Ironizo.

-Pero yo te quiero…- Camina hacia mi –Quiero que esto funcione-

-De que solo quiero sexo que no entiendes- Le dejo claro –Todas me piden algo mas, te lo dije desde el principio que solo quería sexo-

-¡¡Eres un imbécil!!- Se arregla la ropa.

-Todos me lo dicen- Me encojo de hombros.

-¡¡Maldito patán!!- Me empuja y camina rumbo a la sala y yo la sigo.

-Te molestas porque te digo la verdad- Bufeo.

-¡¡No me busques más!!- Da su último grito antes de abrir la puerta y marcharse.

Cierro la puerta, menos mal que estoy en mi pent-house porque si llego a estar en mi casa mi madre la mata por gritar en la casa. Tomo una respiración y vuelvo a la cocina, me estoy muriendo de hambre. Siento como la puerta se abre, y ruedo los ojos caminando con el cuenco de fresas a la sala.

-Brenda dime que…- Me quedo a mitad de frase.

-Perdón por no ser Brenda- Me mira sonriente –Pero también me da gusto verte-

-Ya veo que mis días felices acabaron- Finjo una sonrisa.

-¿Estás diciendo de que yo te hago infeliz?- Pone la mano en el corazón fingiendo de que lo que le dije le afecta –Eso dolió-

Mi peligrosa obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora