Mi peligrosa obsesión

Capítulo 25

                        Hospital Sevilla

Abigail

Camino de un lado a otro en mi habitación sin sacarme de la cabeza aquel expediente en psiquiatría, sé que hay partes de mi vida que no recuerdo y siento que lo he vivido, a veces he ido a lugares los cuales siento que ya he estado allí en algún momento y no son deja vú. No sé qué hacer al respecto.

Pregúntales a tus padres.

¿Sera correcto?, ¿Tal vez me estén ocultando cosas?

No pierdes nada preguntando.

Cierto, me acabo de dar la razón, tengo que ser discreta a la hora de hablar con mis padres porque tampoco puedo decir que me infiltre en una consulta.

Dejo de pensar de más y salgo de mi habitación rumbo a las escaleras bajándolas.

-Nana Carmen- llamo a la empelada.

-Dígame señorita Smith- Me dice con una sonrisa.

-¿Sabes donde están mis padres?- Frunzo el ceño.

-La Sra. Smith está en la oficina de aquí del primer piso- Me señala.

-Gracias- Iba a caminar pero Carmen me interrumpe.

-¿Sucede algo?- Me dice con cara de preocupación.

-No- Digo al instante -¿Por qué lo dices?- Trato de no ser tan obvia.

 -Es que la tono rara- Me dice con la preocupación impregnada en su cara.

-Estoy bien- Finjo una sonrisa –Con permiso- Salgo rápido de allí, no quería interrogatorios.

Camino por el pasillo hasta llegar a la puerta de la oficina de mi madre. Tomo una respiración profunda y toco la puerta.

-Adelante- Escucho hablar a mi madre del otro lado.

Suspiro, ya no hay vuelta atrás y tengo que ser sumamente cuidadosa con lo que diga. Abro la puerta y la veo sentada frente al escritorio concentrada en lo que sea que está mirando en el monitor de la computadora.

-¿Estas muy ocupada?- le pregunto cerrando la puerta tras de mí.

-Para ti, nunca cariño- Empieza a teclear sin mirarme.

-Es que quiero hacerte una pregunta- Empiezo a jugar con mis dedos, estoy nerviosa.

Relájate un poco.

Si, lo necesito.

-¿Si?- Me dice para qué continúe mientras mira el monitor.

-¿En algún momento tu y papa me han llevado a una clínica psiquiátrica?- Rápidamente deja de prestarle atención a lo que estaba haciendo y ahora soy su centro de atención.

-¿Por qué me lo preguntas?- Siento su tono de voz que se vuelve más serio.

-Es que tuve un recuerdo- Miento –Pero no recuerdo haberlo vivido- obvio que no iba a decir que vi mi expediente psiquiátrico.

Veo como se queda pálida. Su reacción me sorprende, me está ocultando algo y no quiere decirme.

-¿Un recuerdo dices?- su voz suena que está nerviosa, asiento con la cabeza –Debe de ser algo que te imaginaste- Intenta actuar como si no hubiera pasado nada.

-No me lo imagine- Soné un poco enojada.

Mi madre noto el cambio de voz y se levanto de la silla y empezó a caminar hacia mí lentamente –Suele suceder, acuérdate que lees mucho-