Mi peligrosa obsesión

Capitulo 20

                                 ¿Celos?

Abigail

Arqueo mi espalda estirando mis piernas poniendo una mano en mi frente de manera de morir dramáticamente mientras que Max me sostiene por la cintura.

-Es increíble que te aprendas todo tan bien- Me alaga Max mientras me enderezo.

-Se lo importante que es para ti la Academia- Le sonrío –Y necesitas entrar ahí-

-¿Estás segura que esta locura funcionará?- Me dice mientras se arrasca la cabeza.

-Claro que si- Afirmo –Ya mi padre mando hacer el vestuario- Le sonrío.

-¿Está haciendo esto por mí o por vengarte de la profesora?- Me mira con la curiosidad clara en sus ojos.

-Lo hago por ti, por vengarme de la profesora y para mostrarle a Patricia que soy mejor que ella- Digo simple.

-Gracias por pensar en mi- Me dedica una tierna sonrisa.

-Sabes que te aprecio mucho- Me siento en el suelo para quitarme las zapatillas –Y tu más que nadie merece esa beca en la Academia, porque has demostrado que estas capacitado y has esperado esta oportunidad por años-

-Por nuestras estúpidas discusiones nos alejamos- Me mira arrepentido –Perdón por insistir tanto en que terminaras con Jackson-

-Ya no importa- Me encojo de hombros –Después de todo si es como me decías- Hago una mueca –Es cierto que cuando estamos enamorados tenemos los ojos vendados- Termino de quitarme las zapatillas.

-Yo todavía tengo los ojos vendados entonces- Se me acerca a mí.

Me quedo impactada – ¿Por… Porque lo dices? -

-Abigail- Pasa la lengua por sus labios –Yo… Sabes… Hace tiempo- Se nota su nerviosismo acercándose a mis labios.

Estoy en shock, no sé qué hacer, mi cuerpo no responde –Max- Logro articular.

-Siempre me has gustado… y yo… yo te quiero- Me toma de las mejillas –Me jodía cada vez que Jackson te trataba como basura-

Miro sus ojos, no quiero que se acerque a mí, es un buen amigo pero no quiero que se sobrepase –Max… por favor-

Max entiende que ella solo tiene ojos para el chico tatuajes

¿Cómo es que puedo pensar y no hablar?

Me toma de las mejillas –Quiero intentarlo- Se acerca más a mis labios.

No sé qué hacer, su aroma me golpea la nariz, Max es atractivo pero no es el egocéntrico de ojos azules, no quiero que esto pase, se va aproximando hasta…

-¿Interrumpo algo?- Una voz conocida pausa lo que Max intentaba hacer.

Miro hacia la puerta y veo al ruso –Dyavol- Trago grueso.

Tiene unos jeans negros rotos en la rodilla, un pullover blanco con una chaqueta negra encima y el cabello revuelto. Está recostado en el marco de la puerta con los brazos cruzados en el pecho, apretando la mandíbula, está enojado, y su actitud seria y fría lo dice todo.

¡¡¡¡Alerta!!!! ¡¡¡Peligro, Peligro!!!

Max se recompone alejándose de mi –No pasa nada- Se pasa la mano por la nuca.

Dyavol me mira serio esperando una respuesta de mi parte –No ha sucedido nada- Aclaro con las mejillas rojas, me da miedo como mira a Max.

-Es de mala educación acercare a una chica comprometida- Da dos pasos.