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—¡Hola!–me abrazó–¡que felicidad!
Comenzaba a preguntarme ¿Cuál era la necesidad de apretarme cada vez que me abrazaban?
—Hola, Lily.-recibí su abrazo.
—Cuando Alex me dijo que Mick le dijo que vendrías me puse muy feliz, te eché de menos.
—Y yo a ti, de verdad–sonreí de la dulzura que me provocaba esa mujer–realmente no vendría hasta mañana pero bueno.-encogí los hombros.
—Pero viniste y lo agradezco porque este fin de semana te daré una clase intensiva de lo que es este lugar.
—Vaya–me reí–eso será bastante.
—Vamos al VIP, aquí hay muchos oídos.
Tuvo la paciencia de explicarme el porque la carrera era muy importante y como mucha gente de todo tipo llegaba.
—¿Tú de casualidad conoces a una chica llamada Justine?
—¿Justine?–se quedó pensando–ah sí, es reportera de Sky Sports y también es hija de alguien que tiene que ver con todo esto, ¿Por qué?
—¿Es reportera?
—Sí, entrevista a los pilotos todos los fines de semana.
—Y es ex novia de Mick.
—Sí... Digamos que no terminaron muy bien.
—¿No?
—Es lo que se cuenta y lo que he logrado escuchar entre conversaciones.
—Anoche llegó al hotel, parecía ir con Mick pero Esteban la detuvo.
—Hmmm amiga, me huele a obra de Alexa, se llevan bastante bien, ¿A ti te cae bien Esteban? Alexander no lo soporta y a decir verdad, yo tampoco.
—No me cae mal, de hecho ni siquiera me cae bien o mal, simplemente me da igual.
—será mejor que los tengas a raya, no por nada nadie lo soporta.
—
Lo tomaré en cuenta.-suspiré.
Volví con los chicos después de un rato.
—¿Dónde estuviste?
—Con Lily, papá.-me reí.
—Deja a la niña, Don.-Jack pasó por detrás de nosotros.
—Estoy listo para comerme una vaca.-llegó también y me echó un brazo por encima de los hombros.
—Pobre de la vaca–me saqué su brazo de encima–que tengan que sacrificar para que te la comas.
—¿Dónde estuviste toda la mañana?
—Con Lily, papá número dos.-giré los ojos.
—Hmm.-entrecerró los suyos.
—¿Qué?
—Ahh–el más grande pareció darse cuenta–ahora entiendo el repentino interés de Leclerc.
—¿Lec quién?
—Ese de ahí–apuntó con la barbilla hacía afuera del garaje–lo voy a acusar de espionaje.
—Ah sí, saludó a Lily pero no sé quién sea.
—Lily también será acusada de espionaje por acercarte a los tiburones.
—Lily–le di un golpe pequeño en el brazo–no hace nada que no sea informarme del cuidado con el que debo pisar en este sitio.
—Ajá claro...
—¿Pero quién es?
—¿Para que quieres saber? Conformate con saber que no debes dejar que se te acerque.
—¿Por?
—Porque es malo, huele fatal y puede meterte en problemas, aprovecha mis servicios de cuidador profesional.
—No sirve de nada cuidarme de personas que no conozco, mejor deberías cuidar a tu amiguito Esteban. Ese sí que no lo quiero cerca ni de broma.
—Ouch.-Don se burló.
—Ah–se rió pero la ironía le ganaba–claro, ya te fue Lily con el sermón.
—No la metas donde no tiene nada que ver, ¿Acaso crees que no vi como intercede por ti? Primero con Alexa, esas fotitos y luego con, ¿Cómo se llama? ¿Julia? ¿Jessica? Ah sí, Justine...
—Ya, ya–me cortó el rollo–ya entendí.
—Y aunque no lo hagas, no lo quiero cerca mientras yo esté por aquí.
—¿Por qué no vamos a comer?
—Pero que sepas que los voy a tener a todos a raya.-me amenazó.
—Me da igual, si ni los conozco.-me defendí.
—Sí, Don vamos.-se contestó sólo.
—Vamos a comer, no soporto a Leclerc y Jack se está ganando su carta de despido.
—Por dios–me quejé–apesta a testosterona este nido de arañas.
Lo vi hacerle una señal al ingeniero pero preferí pasar de largo.
El calor y la humedad comenzaban a subir conforme avanzaba el día provocando que no quisiera salir del hospitality pero ni de broma.
