Nosotros contra el mundo

Capítulo 8 : Confesiones Parte II

Notas:
La segunda parte es más dramática... Espero que esta también les guste... Spoiler Me encanta un Murray demasiado honesto.

A Joyce le daba vueltas la cabeza. El chico, no, el hombre al que le había confiado a su hijo todo este tiempo, ¿lo estaba obligando a hacer qué? ¿Mentir a su familia? Se sintió estúpida por todo el tiempo que le había dado las gracias a Steve por ser un buen amigo. Ella había pensado que él estaba actuando como un hermano mayor en ausencia de John.

Pero fue una pesadilla. Se estaba aprovechando de su hijito, dándole cosas a cambio de ¿qué? ¿Compañía? ¿Sexo? Se estremeció solo de pensar en lo que Will había hecho. Entró en su cocina, necesitando algo para calmar sus nervios. Pero luego encontró a Murray en la cocina, y ahora no podía tratar con él.

"¿Ya terminó el espectáculo?" preguntó el hombre, bebiendo una cerveza y comiendo una hamburguesa en la mesa.

"Pensé que ya te habías ido, Murray", dijo Joyce mientras encendía la tetera en la estufa.

"No, solo tenía hambre, y los gritos me iban a dar dolor de cabeza", dijo, masticando su hamburguesa. Joyce hizo una mueca. "Y no sé por qué todos estaban tan sorprendidos", dijo con indiferencia, tomando un trago de cerveza.

Joyce detuvo sus movimientos y miró a Murray. "¿Qué estás implicando?" ella preguntó.

"Era obvio que esos dos estaban involucrados: las miradas, las risitas, los susurros y todas esas cosas nauseabundas que hacen los niños hoy en día", respondió.

Hopper y Jonathan se miraron, perplejos. Jane estaba confundida y todavía no entendía cuál era el problema, pero Joyce estaba furiosa.

"¡Supieras!" acusó a Murray, señalando su pecho con el dedo.

"Por supuesto que lo sabía. Era obvio. William miró esa mata de cabello como si colgara la luna... un poco nauseabundo, si soy honesto. Sin ofender, por supuesto", dijo, terminando su cerveza. "¡En serio, Joyce! Deberías estar orgullosa de que tu hijo, a diferencia de ti o de este", señaló a Jonathan, "es más inteligente en las relaciones. Estoy muy impresionado, debo decirlo", comentó Murray. Hopper le hizo un gesto para que se callara, pero el hombre siguió adelante.

"Will es mi hijo, Murray. Deberías habérmelo dicho", repitió Joyce con firmeza.

"¿Cómo podría saber que no lo sabías? Y no seas dramática, Joyce. Ese chico Harrington es inofensivo. Will podría hacerlo mejor, ¿quién sabe? Pero tienes que admitir que el chico estuvo ahí para él durante todo este locura..." Murray se apagó.

"Murray...", comenzó Joyce, pero el hombre levantó la mano en defensa, agarró su cerveza y salió de la casa.

"Joyce...", comenzó Hopper, tratando de consolar a su novia, pero ella negó con la cabeza, pasó junto a su familia y entró en la habitación de su hijo. Todos la siguieron cuando comenzó a hurgar en el armario de Will.

"Idiota... mira todo esto, es todo de él", dijo, sosteniendo un suéter que Steve le había dado a Will.

"¿Mama que estas haciendo?" preguntó Jonathan con preocupación, observando a su madre abrir cajas en la habitación de su hermano.

"Prueba, Jon. Tu hermano ha estado mintiendo. Tiene que haber algo aquí...", afirmó.

Jane abrió mucho los ojos al darse cuenta de que dos de los artículos en la habitación de Will tenían un valor sentimental para él, y probablemente porque eran de Steve.

Mientras su familia estaba absorta en su conversación, ella aprovechó la oportunidad y en silencio tomó el mono de peluche del alféizar de la ventana y la bola de nieve, escondiéndolos en su propia habitación. Sacó una manta vieja de su baúl, envolvió las pertenencias de su hermano, cerró el baúl y regresó a la habitación de Will. Ella respiró aliviada cuando notó que nadie había notado sus acciones.