🔥CAPITULO 23🔥

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SIN EDITAR

Dos días después…

🥒<<{Santiago}>>🥒

Pudimos hacer que Venus se sienta mejor después de que todos hablemos, pidió disculpas incontables veces y también a Artemy, no quiso lastimarlo de esa forma.

Entendemos que fue un ataque y no fue culpable de nada, pero ella se sentía mal.

Aunque está vez le fue más leve, Mael nos contó que cuando casi los mata por un ataque en la base militar se alejó de ellos por dos meses.

Pudo estar lejos de nosotros solo 24 horas, por qué se lo permitimos, pero no dejaríamos que pase más tiempo.

Santiago: Hermosa cámbiate por favor.

Venus: No quiero, me gusta estar en la cama.

Samuel: Lo sabemos, pero queremos llevarte a tomar chocolate caliente.

Eso por supuesto que la convence, tiene una absurda obsesión por el chocolate.

Casi tan fuerte como la nuestra por ella.

Se levanta en ropa interior ante la intensa mirada de los 16, la habitación parece diminuta con todos aquí.

Pero con Akos ya hablamos y estamos preparando la otra casa para que todos entremos, tiraremos algunas paredes y haremos una habitación mucho más grande.

Venus: Listo.

Salta frente a nosotros con un vestido y sus pechos se mueven.

Artemy: Se te ven las nalgas.

Venus: Lo sé, ¿no me queda bien?

Da lentamente una vuelta mostrándonos cómo le queda el vestido y no se le ven las nalgas, solo que el vestido se ajusta tanto en esa zona que se marcan mucho, pero eso no importa, por qué son nuestras.

Jackson: Te queda de maravilla.

Anatoly: Hermoso.

Mael: Quedas mejor fuera de el.

Venus: Lo sé, pero ahora se cagan, ya me ofrecieron chocolate.

Claramente todos miramos mal a Samuel, él nombró el chocolate.

Aunque si íbamos a llevarla a tomar chocolate caliente, no se porque no hace frío hoy.

Ella sale delante de nosotros y todos vamos atentos a sus nalgas con cada paso que da.

Artemy: Qué buenas nalgas.

Noah: Las mejores.

Venus: ¡Dejen de babear y montense!

Grita desde una de las camionetas, hacemos lo que dice y nos vamos hacia el centro de la ciudad al restaurante de la abuela Aless.

Bajamos y vamos a la mesa que está reservada para la familia y hacemos nuestros pedidos cuando el mesero llega.

Venus: ¿Cómo está Danil?

Mira a los gemelos rusos, ahora que el hielo deshincho el rostro de Artemy noto el parecido de ellos.

Anatoly: Viene en una semana.

Ambos fruncen el ceño mirándola.

Artemy: ¿Por qué preguntas? Siempre se llevaron mal.

Venus: Eso es por qué gusta de ustedes.

Anatoly: Gusta de tí.

Venus: De ustedes.

Anatoly: De tí.

Un carraspeó interrumpe la pequeña discusión y todos vemos a una mesera con nuestros pedidos.

Venus: ¿El chico que nos atendió al principio?

La mesera se inclina sobre la mesa mostrando de más sus pechos a todos y sus nalgas quedan justo en el brazo de Anatoly.

Anatoly: Se podría correr por favor.

Saca su brazo sin querer hacer una escena, la mesera trastabilla volcando el chocolate caliente sobre la mesa y cayendo sobre el regazo de Anatoly quien la levanta apurado.

Puta madre.

Esto no le gustará a Venus.

Mesera: Discúlpenme, me resbale.

Saca servilletas de papel de su delantal y limpia la entrepierna de Anatoly.

Anatoly: Sal, no me mojaste.

La separa, pero ella muy decidida le dice que sí hay una mancha ahí y vuelve a restregar la servilleta por su entrepierna.

Artemy: ¡Venus!

La miró, está sentada mirando enojada lo que la mesera está haciendo, su respiración está agitada y su ceño está fruncido,  Artemy la pone de pie apurado y noto la razón por la que grita.

Santiago: Mierda.

Sus piernas están quemadas, muy quemadas.

Anatoly: Princesa.

Saca a la mujer con más fuerza esta vez y se levanta para ponerse al lado de Venus.

Akos: Hay que sacar a la gente.

Mael: Y traer mucho chocolate.

Jackson corre a evacuar a la gente gritando que se está prendiendo fuego el lugar mientras Noah mira que la mesera no se vaya.

Anatoly: ¿¡Qué te pasa!? ¡La quemaste!

Mesera: Fue sin querer, lo siento.

Se inclina a querer pasar la servilleta por las piernas de Venus

Santiago: ¡No! ¿¡Qué haces!?

Agarró su mano cuando estaba por apoyarla en sus piernas.

Santiago: ¡El papel se le pegará a la quemadura, no seas estúpida!

Mael: Preciosa ¿Te duele?

Lo ignora, a pesar de que él gira su cabeza para que lo mire, sus ojos no se despegan de la mesera quien ya se nota nerviosa.

Adel: Toma ponle, había en el botiquín de empleados.

Me da una crema para quemaduras, me pongo de rodillas frente a ella y le unto lentamente sintiendo el calor que desprende su piel quemada en mis dedos.

Venus: Deja eso, no me molesta, carguenla en la camioneta, la quiero llevar a casa.

Mesera: Yo… me retiro.

Estúpidamente creyó que mi mujer hablaba de la crema.

Pero no hablaba de la mesera, la llevará a la casa y la tortura por tocar a Anatoly, no por la quemadura.

Venus: Tú, te vas a mi casa, tengo que cortar las manos con las que tocaste mi polla.

Mesera: No te toque.

Hace una mueca de asco, debe estar pensando que mi mujer tiene polla en serio y no que habla de la que tiene puesta Anatoly.

Venus: Posaste tus manos sobre la entrepierna de él y él al igual que todos ellos, son míos, montenla.

Se va.

Carajo, espero poder ver lo que le hará.

Venus. 10° Versión (Menos Es Más)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora