MALIA
Al llegar a casa con el guardia, me encuentro con mis padres y Gael. Mi padre abre la puerta para que entremos y mi madre aparece con unos tés. Gael está de brazos cruzados, apoyado en una esquina de la pared. El guardia comienza a explicar la situación en la que me han pillado, mientras yo me siento en el sofá, moviendo la pierna y jugando con mis uñas.
Escucho atentamente al guardia mientras relata lo sucedido. Una vez que termina de explicar, mi padre y el guardia se levantan para acercarse a despedirlo en la puerta. Puedo percibir la tensión en el aire y sé que mi padre está enfadado.
—Por favor, que esto quede entre nosotros.
—No se preocupe, quedará entre nosotros jefe. Buenas noches.
Durante ese tiempo, siento la mirada de mi padre sobre mí, lleno de enfado. Sé que ha llegado el momento de enfrentar las consecuencias de mis acciones. Una vez que mi padre cierra la puerta, se gira hacia mí, claramente enfadado.
—Lo siento, papá.
—No es a mí a quien debes pedir perdón, sino a Gael. La tienda es suya y de su madre.
Me giro hacia Gael, buscando su mirada y le digo sinceramente.
—Gael, lo siento mucho. No ha estado nada bien y espero que puedas perdonarme. Te pagaré el escaparate.
—Claro que le pagarás. Además, a partir de ahora trabajarás en su tienda todas las tardes. Para devolverme el dinero que me voy a gastar por el jueguito que has montado.
— ¿Qué? —Exclamo sorprendida. Gael también parece sorprendido por la decisión de mi padre— Papá, no tengo tiempo para eso ahora—Intento decirle a mi padre que no tengo tiempo, pero él me corta.
—Vas a hacer tiempo, porque por ahora no seguirás entrenando con los Surf Warriors. Me parece que necesito saber con quién más estabas—Mi cabeza dice "no" cuando piensa en Samuel y los chicos, ya que no quiero involucrarlos.
— ¿No? — Pregunta enfadado.
—No— Respondo en voz baja.
—Entonces el lunes a las seis, te veré en la tienda de Gael—Dice mi padre con enfado, y luego se marcha de allí.
Me sentí frustrada y molesta por la situación. No era justo que me quitaran la oportunidad de entrenar con los Surf Warriors, y además, ahora tenía que trabajar en la tienda de Gael. No tenía tiempo para eso, y tampoco quería revelar que estaba con Samuel y los chicos. Mi padre se fue enfadado, dejándome con sentimientos encontrados y preguntas sobre cómo iba a manejar esta nueva situación. Gael me miró.
—Te veré a las seis—Sus palabras resonaron en mi mente, y me di cuenta de lo molesto que estaba también. No pude evitar sentir una mezcla de emociones, desde la tristeza por haber arruinado las cosas hasta la incertidumbre de cómo iba a ser trabajar en la tienda de Gael todas las tardes.
Mientras Gael se alejaba, traté de retenerlo. Quería evitar que se marchara y deshacer el malentendido que se estaba formando entre nosotros. Pero Gael no parecía dispuesto a escuchar.
—Siento estropear tu horario de entrenamiento y las compras con el dinero de tu padre.
Cuando dijo eso, solo puedo pensar en lo estúpido que está siendo Gael conmigo ahora. No entiende lo que esto significa para mí. Estoy decepcionada y frustrada con la situación, pero también me doy cuenta de que Gael no tiene la culpa de mis decisiones y acciones. Es difícil lidiar con todo esto y tratar de entender cómo llegamos a este punto. No entendía por qué se comportaba de esa manera conmigo. Solo puedo pensar en lo estúpido que está siendo Gael en este momento. ¿Realmente piensa que me conoce?
—Tú ni me conoces— Gael se giró hacia mí.
— ¿Ah, no? Con lo poco que he visto de ti, tengo suficiente para saber cómo eres a partir de lo que acabo de presenciar— dice el con sarcasmo.
Sentí una ola de frustración ante sus palabras. Gael parecía juzgarme basándose en lo que acababa de suceder, sin conocer realmente quién era yo. Me molestaba que me juzgara tan rápidamente y sin intentar comprender mi situación.
—Wow, así que juzgas el libro por su portada—le dije enfadada.
—Creo que estás exagerando un poco.
—Es lo que me estás demostrando ahora—le dije obvia.
—Te he visto, vi cómo te comportas tú y tus amiguitos, presumiendo de ser los mejores.
—Claro que presumo, todos saben que domino bien la tabla—le dije con orgullo, pero solo provoque que Gael se ría
—Eso me hace reír—Y eso me enfurece más—Te he visto, vas bien, pero eres un poco torpe en la tabla. Tus movimientos y maniobras en el agua son débiles.
— ¿Entonces cómo explicas que esté en el mejor equipo de surf? —le pregunte ya bastante enfada por la situación, y el vuelve a reírse de nuevo.
—Tu papi es el dueño de esto.
—Eso no tiene nada que ver.
— ¿Ah, no? Entonces, ¿cómo explicas lo de ahora? —me dice con sarcasmo.
Me quedo mirándolo, enfadada por su actitud. Gael asiente con la cabeza como si tuviera razón y se marcha. Me quedo pensando que es un idiota y que no tiene razón en absoluto. Estoy frustrada y enojada con Gael. Sus comentarios y actitud arrogante solo sirven para aumentar la tensión entre nosotros. Siento que no me comprende y que me juzga sin conocerme realmente.
Sabía que tenía que enfrentar las consecuencias de mis acciones y demostrarle a Gael y a mi padre que podía asumir mis responsabilidades. Aunque no estaba segura de cómo serían las cosas de ahora en adelante, estaba decidida a hacer todo lo posible para enmendar mi error y recuperar la confianza de aquellos que me importaban.
Me encontraba tumbada en mi cama, sumida en mis pensamientos y emociones, cuando mi teléfono móvil empezó a sonar. Al ver que era Samuel quien llamaba, decidí contestar.
— ¿Estás bien? —preguntó preocupado.
— ¿Tú qué crees? Me abandonasteis—respondí con enfado, dejando claro mi descontento por su ausencia en ese momento crucial.
—Nos entró miedo... —intentó justificarse, rodee los ojos, sintiéndose frustrada por su explicación—Pensé que vendrías, miré y ya no estabas—añadió.
—Pues estoy metida en un buen lío por culpa vuestra. Hoy ha sido un día perros. Hipotéticamente hablando ahora tendré que trabajar con ellos—dije con resignación, refiriéndome al castigo impuesto por mi padre.
—Es injusto que te castiguen, Malia. Se lo he dicho a los chicos. Si pudiera, me cambiaría por ti sin pensarlo—expresó con sinceridad. Sintiéndome agotada, decido poner fin a la conversación.
—Voy a colgar—anuncié con cansancio. Antes de finalizar la llamada, Samuel pronunció unas últimas palabras.
—Te llamaré —dijo, dejando entrever que seguiría en contacto conmigo
Suspiré profundamente y colgué el teléfono. La mezcla de emociones seguía revoloteando en mi cabeza, y me preguntaba cómo podría superar este lío en el que me había metido y qué significaría para mi relación con Samuel.
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Espero que disfrutéis de mi nuevo libro, les agradezco que le deis like(VOTO) y un comentario de si les gusta mi historia de Wattpad.
Besos Pau🖤
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SURF FURY. ¡Desafiando las olas!
Подростковая литератураLa vida de Malia se basa en el surf. Con su equipo los SurfWarriors, llevan ganando dos años seguidos. Pero que pasa cuando un accidente, su vida cambia. Pasará ahora sus tardes trabajando en una tienda de perros. Y su vida con el surf peligra. Pero...