La vida de Malia se basa en el surf. Con su equipo los SurfWarriors, llevan ganando dos años seguidos. Pero que pasa cuando un accidente, su vida cambia. Pasará ahora sus tardes trabajando en una tienda de perros. Y su vida con el surf peligra. Pero...
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MALIA
Cuando Bruno me nombra y me acerco a él, junto a Gael y los chicos del equipo, puedo sentir la decepción en sus rostros al verme con el logotipo de los Surf Warriors en mi neopreno. Bruno, con orgullo, me abraza por los hombros y anuncia que he decidido regresar al equipo.
—Ayer por la noche, Malia lo decidió, vuelve a estar en mi equipo—Observo cómo Gael y los chicos intercambian miradas entre ellos. Gael baja la cabeza y suspira mientras me disculpo.
—Lo siento, chicos.
Cuando comento eso, los chicos se les ven las caras de decepción. Bruno se dirige a mí, orgulloso de tenerme de vuelta en el equipo, pero en ese momento decido hacer algo inesperado. Me separo de Bruno y comienzo a quitarme el neopreno del equipo Surf Warriors, revelando mi bikini.
—Ah, Bruno—Lo miro mientras le entrego el neopreno— No te había devuelto esto.
— ¿Qué haces? ¿No te vas a poner el neopreno?
—No lo voy a usar, ya que no estoy en tu equipo. Además, como dice Dava, estos colores están pasados de moda.
Gael y los chicos se ríen al ver que no los estoy dejando de lado. Me acerco a Gael y él pasa su brazo por mis hombros mientras yo paso el mío por su cintura, dándome un beso en la frente con felicidad.
—Malia, te arrepentirás algún día de esto—comenta Bruno, enfadado.
—Chaito, Bruno—Le digo adiós con la mano mientras me alejo con los chicos.
—Dios, por un momento me asustaste—Río junto a ellos, sintiéndome en sintonía con mi equipo.
—Vamos, chicos, hace falta más que un uniforme para que os libréis de mí.
Alan y Romeo se nos unen emocionados, tirándose sobre nosotros en una muestra de alegría compartida. Después separarnos felices, escuchamos a lo lejos la voz de Dava gritando mi nombre.
Todos nos giramos hacia ella y vemos cómo Dava y la madre de Gael se acercan corriendo por la playa hacia nosotros. Cuando veo lo que llevan en sus manos, una gran sonrisa se forma en mi rostro porque han conseguido llegar a tiempo.
— ¡Llegaron justo a tiempo!
Las miro a ambas con gratitud y le doy un abrazo a cada una. Dava toma la palabra y habla emocionada.
—Chicos, os presento vuestra nueva equipación que diseñamos Malia y yo anoche.
Dava muestra el neopreno negro con detalles en colores azules, naranjas y amarillos, y en el centro destaca nuestro logo. Me siento increíblemente feliz con el resultado.
—Pawfect Place. ¡Me encanta!
—Gracias, Dava. Quedaron geniales.
La madre de Gael también se une a la conversación y habla con un tono animado.