SURF FURY. ¡Desafiando las olas!

Capitulo 15

GAEL

Llegué temprano a la playa esa mañana, observando el brillo del sol sobre las olas. Una sensación de alegría y emoción se apoderó de mí al darme cuenta de que finalmente estaba de vuelta en el agua, listo para disfrutar de la experiencia del surf una vez más.

Con una sonrisa en mi rostro, me adentré en el agua para empezar a practicar con mi tabla. La sensación familiar del océano abrazándome y la brisa salada acariciando mi piel me recordaba por qué amaba tanto este deporte.

Me dejé llevar por la energía del mar, remando con fuerza para atrapar la próxima ola. La emoción y la adrenalina se mezclaron mientras me deslizaba sobre la superficie del agua, sintiendo la libertad y la conexión con la naturaleza.

¡Eso es lo que he estado extrañando!

Cada movimiento, cada giro y cada maniobra eran una expresión de mi amor por el surf. Me sentía en sintonía con el océano, como si estuviéramos bailando juntos en perfecta armonía. Con cada ola que desafiaba y cada momento en el que me dejaba llevar, sentía una renovada confianza y determinación.

Continué surfeando con entusiasmo, sabiendo que esta vez mi pasión por el surf estaba más fuerte que nunca.

Al salir del agua, me encontré con Malia mientras ella aplicaba parafina wax en su tabla, concentrada pero visiblemente molesta. No pude evitar preguntarle qué le pasaba.

—Oye, la tabla no tiene la culpa de tu cabreo. ¿Qué te pasa?

Malia suspiró y continuó frotando la cera en la tabla mientras me contaba lo que había sucedido en la fiesta de ayer.

—Ayer en la fiesta, vi a Samuel y Gisela pavoneándose como la pareja del año. Fueron tan obvios. Gisela dijo algo como "entre ganadores tenemos que salir entre nosotros"— haciendo comillas con los dedos— y Samuel, como si no hubiera pasado nada, diciendo que no hay rencores. ¿Quién se cree? Gisela puede ser buena atleta y si esta buena, pero eso es todo lo que tiene.

Observo cómo su enfado aumenta, pero decido cambiar el tema para distraerla.

—Vamos al agua y practiquemos. Enfoca tu energía en el surf y demuestra de lo que eres capaz.

Juntos nos adentramos en el agua, y mientras estoy sentado en la tabla, le grito las maniobras que debe realizar. Malia las ejecuta con gracia y habilidad, desafiando las olas con determinación.

— ¡Impresionante! ¡Sigue así!

Al finalizar la sesión, salimos del agua juntos. Sin embargo, nuestra atención se desvía hacia Gisela, quien pasa frente a nosotros con una actitud arrogante antes de sumergirse en el agua. Nos acercamos a nuestras pertenencias y tomamos un sorbo de agua, observando cómo Gisela realiza maniobras impresionantes en las olas. Malia habla con cierta resignación.

— ¿Cómo puedo competir contra alguien como Gisela? — dijo frustrada.

— ¿Ahora estamos hablando de surf?

— ¿De qué otra cosa estaríamos hablando?

Observé a Gisela mientras ella realizaba impresionantes maniobras en el agua. Me decepcionó un poco darme cuenta de que Malia estaba celosa de Samuel y Gisela. Quería que confiara en sí misma y no se dejara afectar por los demás.

—Déjalo. Olvídate de los demás y enfoquémonos en el Vibe 9.

Después de entrar de nuevo al agua junto a Malia. La dejé que observara mi primera ejecución desde la orilla antes de unirme a ella para darle algunos consejos.

—Paso número uno.

—Si

Suspiró.

— ¡Te saldrá! — le ánimo.

Malia suspira y se va acercando a las olas. Desde la orilla, la animo mientras observo sus intentos. Desafortunadamente, cada vez que vuelve a la ola, pierde el equilibrio y cae.

—Vamos, otra vez.

Pasamos un buen rato intentando la misma maniobra una y otra vez, pero Malia sigue cayendo al agua. Finalmente, se acerca a mí con una expresión de frustración.

— ¿Cada vez será más fácil?

—Lo será después de intentarlo unas 50 veces. Sigue intentándolo.

Malia vuelve a las olas decidida a seguir practicando. Mientras tanto, me siento en la orilla para descansar un poco. Un rato después, Alan y Romeo se acercan y juntos observamos los intentos de Malia en el agua.

—Mira, Malia se ha caído otra vez— dice cuando la vemos cae otra vez pero con un planchazo—pero esta vez de espaldas.

—Uf, eso debe haber dolido.

Los tres compartimos una mueca de comprensión mientras seguimos observándola. Después de un tiempo, Alan y Romeo deciden irse a sus casas, ya que está empezando a hacerse tarde. El sol empezaba a ponerse, y el cansancio se reflejaba en el rostro de Malia cuando finalmente salió del agua. Le ofrecí una toalla y su botella de agua para refrescarse.

— ¿Lo conseguiré? — preguntó, buscando confianza en mis palabras.

—Sí, no te preocupes, solo te falta clavar el grab—la sonreí para tranquilizarla—Solo tienes que descansar. Mañana lo harás genial.

Intento transmitirle confianza, aunque en el fondo tengo mis dudas. Malia recoge sus cosas y se da cuenta de que no estoy preparado para irme.

— ¿Vienes?

—Ahora te alcanzo en un momento.

Ella asiente y se va, dejándome solo en la playa. Mientras camino por el camino de regreso de la playa, me encuentro con Samuel. Él me mira y comenta sobre nuestro equipo.

—Lo reconozco, Clark, tu equipo va muy bien.

—Gracias.

—Me refiero a Malia, es una chica muy decidida— Samuel continúa hablando, mencionando a Malia y su determinación— Si se obsesiona con algo, va tras ello, como con el Vibe 9. Supongo que fue idea suya, ¿verdad?

—Lo conseguirá.

Respondo con determinación, reconociendo el esfuerzo y la dedicación de Malia. Sin embargo, Samuel cambia el tema, dirigiendo sus palabras hacia mí.

—No te hablo de ella, te hablo de ti. El Vibe 9 arruinó tu carrera, pero si Malia no logra hacerlo y se lesiona, será por culpa tuya.

Las palabras de Samuel me irritan y me dan rabia. Me da un golpe con su dedo índice en el pecho, señalando una responsabilidad que no estoy dispuesto a aceptar. Enfurecido, le doy un manotazo para apartarlo de mí y que deje de señalarme.

— ¡Quita esa maldita mano de encima!

Samuel se aleja de allí de forma burlesca, dejándome allí, con la ira y la frustración burbujeando dentro de mí. No permitiré que mi pasado defina el futuro de Malia.