|𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐋𝐕𝐄: 𝐏𝐑𝐈𝐎𝐑𝐈𝐓𝐈𝐄𝐒|

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N/A: Por favor, voten y comenten, eso ayuda a que otras personas lleguen a la historia. Espero les guste el capítulo de hoy . Besos <3

|𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄|

𝐏𝐑𝐈𝐎𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃𝐄𝐒

"¡𝐀𝐝𝐞𝐥𝐚𝐢𝐧𝐞, 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐢𝐞𝐫𝐭𝐚!" Ella gimió de molestia, moviéndose bajo las sábanas de su cómoda cama

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"¡𝐀𝐝𝐞𝐥𝐚𝐢𝐧𝐞, 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐢𝐞𝐫𝐭𝐚!" Ella gimió de molestia, moviéndose bajo las sábanas de su cómoda cama.

Abrió los ojos y se encontró con una chica que aún no reconocía del todo mirándola con una expresión preocupada.

"¿Diana?" Preguntó, confundida, su voz ronca porque acababa de despertar. Miró más allá de ella hacia la ventana, viendo que todavía estaba oscuro afuera, la luna iluminando Avonlea desde arriba, dándole a la ciudad vacía un aspecto tétrico. "¿Qué estás haciendo aquí? ¿Es medianoche?", preguntó preocupada, sentándose derecha.

"Es Minnie May. Mi hermana comenzó a toser y atragantarse. Annie está con ella, pero se quedó sin opciones, todos están en la premier y no sabemos qué hacer". Explicó rápidamente, las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos "Necesitamos tu ayuda". Ella rogó.

Los ojos de Adelaine se abrieron mucho, sabiendo exactamente lo que estaba pasando con Minnie May. Sam le había contado de un par de pacientes a los que atendió, pero nunca vio a nadie pasando por eso. Respiro hondo, se quitó las mantas y se levantó lo más rápido que pudo. Si tenía razón en esto, a Minnie May no le quedaba mucho tiempo.

"Sam no está aquí, pero puedo ayudar". Aseguró a Diana, quien exhalo esperanza ante la disposición de la chica frente a ella.

Adelaine se puso las botas y una bata sobre su camisón de seda antes de salir corriendo de la casa con Diana detrás de ella. Tan pronto como salió y el frío viento invernal la golpeó, se arrepintió de no haber cogido un abrigo, pero ahora no había tiempo para hacerlo.

Comenzaron su camino hacia la casa de los Barry, sus pies se movían rápidamente dejando marcas sobre la nieve. Todo estaba en silencio a su alrededor, ya que la mayoría de los adultos estaban jugando en el centro, haciendo de su respiración y los ruidos provenientes de los árboles lo único que se escuchaba en medio de la noche.

Lentamente, la casa de Diana comenzó a hacerse visible a lo lejos, siendo la única casa que tenía las luces encendidas. Aumentaron su velocidad hasta que finalmente lograron entrar por la puerta trasera.

"Adelaine, gracias a Dios". Annie dijo tan pronto como la vio.

Adelaine miró alrededor de la habitación, asimilando la situación. Toda la habitación estaba hecha un desastre, había cebollas y botellas vacías, de lo que Adelaine supuse que era ipecacuana, un medicamento que se usaba para el crup, sobre la mesa. Annie se aferraba a Minnie May con fuerza contra la ventana abierta, haciéndola respirar el aire frío de la noche y, en una de las esquinas, estaba parada una anciana y aparentemente rica que miraba todo con el ceño fruncido de preocupación.

𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄𝐒 | 𝐆. 𝐁𝐥𝐲𝐭𝐡𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora