𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄𝐒 | 𝐆. 𝐁𝐥𝐲𝐭𝐡𝐞

| 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘-𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄: 𝐔𝐍𝐒𝐀𝐈𝐃 𝐖𝐎𝐑𝐃𝐒 |

Por favor, voten y comenten, eso ayuda a que otras personas lleguen a la historia. Espero les guste el capítulo de hoy . Besos <3

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐓𝐑𝐄𝐒

𝐏𝐀𝐋𝐀𝐁𝐑𝐀𝐒 𝐍𝐎 𝐃𝐈𝐂𝐇𝐀𝐒

"¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐭𝐞 𝐡𝐞 dicho que odio el cálculo?" Anne se quejó mientras miraba la pizarra frente a ella. Adelaine negó con la cabeza con una suave sonrisa, mirando a su amiga por el rabillo del ojo mientras seguía trabajando en la tarea que el Sr. Phillips les había encomendado hacía un par de minutos.

"Si, lo hiciste, muchas, muchas veces." La recuerda, ganándose un fuerte gemido de Anne quien instantáneamente se dejó caer a un lado, colocando su cabeza sobre el hombro de Adelaine. La morena no pareció darse cuenta ya que seguía garabateando sobre su pizarra, completamente concentrada en el ejercicio. "Deberías terminar eso." Recomendó Adelaine, señalando hacia el escritorio de Anne con la cabeza.

Anne suspiró sonoramente, enderezando la espalda y agarrando una de las tizas antes de imitar las acciones de Adelaine.

"¿Qué te tiene tan seria últimamente?" Preguntó Anne, finalmente dejando salir las palabras que había estado guardando en su interior durante los últimos días.

Adelaine se encogió de hombros, no sintiéndose realmente cómoda hablando de ello en la escuela o en cualquier otro lugar. Todavía estaba procesando el hecho de que el incendio que pensó que mató a sus padres hace tantos años no había sido un accidente. La idea de que alguien entrara a su casa con la idea de matarlos de una manera tan horrible le provocó un escalofrío, especialmente porque sabía quién lo hizo. Y explicarle eso a Anne implicaría explicarle todo lo relacionado con Frederick, y eso incluía el negocio del oro del que todavía no le había contado a nadie.

Una cosa de la que estaba segura es que estaba cansada de guardar tantos secretos, se sentía como en Londres otra vez.

"Supongo que simplemente estoy cansada." Dijo Adelaine, sin darle mucha importancia, pero Anne no parecía completamente convencida con sus palabras.

Antes de que Anne pudiera decir algo al respecto, la puerta se abrió abruptamente cuando Sebastian entró. Adelaine frunció el ceño suavemente ante su repentina aparición y sus ojos se dirigieron a Gilbert, quien parecía tan confundido como ella. Se levantó de su silla y rápidamente se volvió hacia su amigo con expresión preocupada.

"Buenos días, perdóneme. Necesito hablar con Gilbert". Bash divagaba mientras miraba al Sr. Phillips, quien parecía completamente molesto porque un hombre negro interrumpiera su clase.

"Te agradecería que te quedaras en el guardarropa". Añadió el Sr. Phillips con un tono crítico antes de que Gilbert se alejara de su escritorio y se dirigiera hacia Bash, quien tenía una expresión cansada en su rostro.