Capítulo 3

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10 de julio

Pov Madelaine
Llevo una semana y media aproximada sin ver a Matheo, tampoco he hablado con él. Tanto Camila y Lili siguen sin conocerlo. Nessa está en mi habitación, tumbada a mi lado.

Vanessa.- ¿tienes planes?

Madelaine.- no, ¿por qué?

Vanessa.- Theo me ha dicho de ir a la playa.

Madelaine.- vale, me apunto.

Vanessa.- ¡genial! Llamaré a James.

Madelaine.- ¿y las chicas?

Vanessa.- no están en casa, te lo recuerdo.

Madelaine.- es verdad.

Vanessa.- comienza a prepararte.

Madelaine.- pues largo.

Vanessa.- como si no te hubiese vestido desnuda- rueda los ojos y rio-.

Madelaine.- ¡largo!

Prácticamente la empujo de mi cama para que pueda prepararme para ir a la playa. Decido poner un poco de música para animarme.

Me decanto por un bikini blanco y un vestido playero de color verde agua. Al parecer, iríamos en el coche de James. En el salón están los tres.

Vanessa.- hasta que por fin bajas.

Madelaine.- lo bueno se hace esperar.

Matheo se me queda mirando y Vane le da un golpe en su abdomen para que deje de hacerlo. Él reacciona, empujando su cabeza. Salimos de la casa entre risas. Theo y yo iríamos en los asientos traseros, delante van James y Nessa.

Matheo.- Madelaine.

Madelaine.- dime.

Matheo.- ¿podrías guardar mi riñonera en tu bolso? Es que ahí llevo el teléfono y tal...

Madelaine.- claro, no te preocupes. Cuando lleguemos a la playa lo guardo en mi bolso.

Matheo.- gracias.

Madelaine.- no es nada, Theo.

La pareja habla entre ellos. Theo y yo vamos en silencio, aunque él habla con alguien por chat y una tonta sonrisa adorna su rostro. Seguramente esté coqueteando con alguna chica. Yo centro mi mirada en la ventanilla y veo las cosas pasar.

James detiene el coche en un aparcamiento cercano a la playa. Nos bajamos y del maletero sacaríamos las sombrillas y una pequeña nevera en la que hemos metido refrescos y agua.

Ubicamos nuestras cosas en un sitio bastante amplio, apenas hay gente en la playa y eso se agradece. Queríamos un rato de paz. Theo se quita su camiseta y veo como su espalda se flexiona y aparecen sus músculos. Está lleno de tatuajes en la espalda.

Vanessa.- deja de mirarle- susurro-.

Madelaine.- no lo miro.

Vanessa.- cómo digas.

Viene hasta a mí con la camiseta colgada de su hombro izquierdo. Nessa se va con James.

Matheo.- oye, ¿tienes protección solar?

Madelaine.- sí, ¿quieres?

Matheo.- por favor, si no es mucha molestia.

Cojo su camiseta para guardarla en mi bolso playero. Tengo el bote de protección solar en mi mano y lo agito un poco.

Matheo.- ¿podrías echarme en la espalda?

Madelaine.- claro.

Coloco crema en la parte superior y en la parte inferior, le doy el bote para que lo sostenga y comienzo a pasar mis manos por su trabajada espalda. Su piel morena y mi piel pálida hacían un increíble contraste de color.

Terreno de juego || Madelaine Petsch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora