PAPEL (27)

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9 de mayo, 11:28 PM

¿Sobre qué?
Dime, insípido papel que adquiere un alma con las letras,
dime en qué esencia deseas que te convierta.

Cuéntame y susúrrame.
De entre todo lo vil, malicioso, oscuro, desastroso, profano, destructivo y perdido del mundo,
¿Qué parte de ello quieres tener?
O de lo bueno,
de las flores, amaneceres, de las estrellas radiantes, del amor, de la virtud, de lo inconmensurablemente bello del planeta,
¿Qué será lo que requieres de ello?

¿Será de lo bueno o de lo malo?
Podría ser de la mezcla de ambos;
el cómo el amor nos inspira y regala una luz capaz de advertirse hasta el final del universo, y al mismo tiempo, como puede desgastarnos y doler peor que cualquier golpe físico.
Porque los males del alma siempre son los peores.

No hablas, papel, te gusta estar callado.
Tomaré tu silencio como una petición de querer seguir en blanco y no ser contaminado con las sombras que emanan de mí y del mundo.
Denegaré tu petición, hay demasiado que hablar para quedarme callado, y, sin embargo, usualmente prefiero quedarme callado y no hablar.

Dejo que mis letras se expresen por mí.
Papel, te quiero porque eres el único que no juzga mis ideas y que las lee todas, sin filtros. Simplemente, las dejas vivir en ti. En ocasiones sembrándote paraísos y en otras torturándote con estacas bañadas en males destructivos.

Diviso los problemas de los otros flotando sobre mí, y me pregunto:
¿Cómo es que una mujer tan única y con tanto potencial ha llegado a pensar en cortar el hilo que la une al mundo material?
¿Cómo un sujeto ama para luego ser pateado por su propio amor?
¿Cómo alguien que tiene las herramientas deja su vida desgastarse lentamente sin tener intenciones de encender su espíritu?

¿Por qué, vida? O mejor dicho, ¿Por qué, nosotros mismos? ¿Por qué nos hacemos tanto daño? Todo podría funcionar si no fuéramos tan frívolos, si cada quien realmente se dedicara a amar a su prójimo, y comprendiéramos que hay muchas cosas que no necesitamos para vivir felices, que mucho de lo que creemos necesario ya está dentro de nosotros, que no tenemos por qué arrebatarle nada a nadie. Pero esa visión utópica no existe, nos toca corromper a los demás y a nosotros mismos.

Deseo que el sonido de lo que no escribiré se calle ya, que no me endulce de nuevo y mejor que suceda algo mejor.
Estoy atrapado, al igual que todos, en un infierno; destructivo, oscuro y aterrador. Puede que logre escapar, o que mi infierno se vuelva una agradable costumbre. He querido dormir más temprano todos estos días, sin embargo, no he podido. Siempre termino aquí, acabando todo a las justas y tratando de hacer algo más.

Papel, te he dado forma; un alma con contornos inajustables. Ahora eres una extensión mía. Y amas todo y odias lo que amas a la vez. Antes no tenías nada, ahora posees un pedazo de mí en ti, para siempre y por siempre seremos uno. Eres una extensión mía, y el único que comprenderá mi dolor.

LETRAS DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora