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—¿De qué hablas? —soltó una risa mirando a la niña.

Ciertamente la niña tenía un aire parecido a él. Bueno, ahora que se fijaba sí se parecían, el cabello negro y brillante, sus mejillas llenitas recordándole a si mismo cuando era pequeño, algo extraño era que la pequeña parecía tener su lunar pero un poco más arriba, casi en la esquina de su ojo, y como si fuera un chiste la niña sonrió y su perfecto eye-smile se hizo presente.

Sintió un escalofrío. El parecido daba miedo.

—Tienes razón —susurró—. Y se llama Juliet —susurró para sí mismo.

—Esto es genial Christopher, ¡podemos hacer algo grande de esto! Imagínate el artículo —el hombre extendió sus manos—. "Bangchan rescata a niña y luego le invita a sesión de fotos al darse cuenta del enorme parecido".

—No la rescaté, no estaba en peligro.

—Ya sabes a lo que me refiero Bang —rodó los ojos—. Necesitamos contactar a sus padres, esto será bueno. Regresar a Corea no fue tan malo, ¿eh?

Chris rodó los ojos asintiendo.

—Supongo —dijo lentamente mirando a la niña.

Minutos después su representante ya contaba con el número del padre de la niña que había sido facilitado por la niñera. Chan frunció el ceño, ¿quién da el número de otra persona sin su autorización? Negó para luego notar como la niña lloraba abrazando al gato.

—No quiero...

Christopher por primera vez en lo que la había visto pudo ver a una verdadera niña de seis años, o vio como se suponía que debían ser, ¿no? Él no sabía nada. Se acercó lentamente.

—¿Qué pasa?

—Debe dejar el gato, a su papá no le gustan los gatos. Siempre es lo mismo —dijo susurrando esto último.

—No tiene comida y tendrá frío —se quejó aún llorando.

—Juliet, tal vez consiga algunos ratones para la cena, no debes preocuparte.

—Está muy chiquito, los ratones se lo van a comer a él.

Chan no sabe porqué pero sintió la necesidad de intervenir. Ya no quería ver a la niña llorar.

—Oye —se agachó a su altura—. ¿Qué tal si lo adopto para que no tengas que preocuparte?

La pequeña lo miró con un puchero que le recordó a alguien pero no pudo hacer memoria justo en el momento.

—¿Le vas a dar comida?

—Claro —asintió.

—¿Y si tiene frío lo vas a cobijar?

—Sí —sonrió.

—¿Y le darás leche? No de soja —dijo haciendo una mueca que hizo reír a Chris.

—No de soja —prometió.

La niña asintió poniéndose de pie y luego de darle un pequeño beso en la cabecita al gato se lo entregó al mayor.

—No lo abandones, por favor —susurró a punto de llorar.

Christopher no sabe porqué pero esas palabras lo hicieron sentirse pesado, como su hubieran puesto mil ladrillos encima de sus hombros.

—No lo haré —susurró mirando al gato.

La niña lo abrazó sonriendo.

—Muchas gracias...

—Chan —le sonrió—. No es nada Juliet.

—Juliet, vamos —la chica le extendió la mano a la pequeña que sacudió su mano en despedida—. Adiós Bang Chan, gracias por las fotos y por la ayuda.

—No es nada —dijo acariciando al gato.

—¡Adiós Chan! —gritó haciendo que los demás niños gritaran en despedida.

—Que dulzura, intentaré hablar con su papá lue...- ¡Christopher, eres alérgico a los gatos!

Miró al pequeño animal en sus brazos asintiendo.

—Sí, debemos ir a la farmacia —estornudó.

𝗝𝘂𝗹𝗶𝗲𝘁 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora