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Miró las grandes letras donde se podía leer "BookZone" y con un suspiro entró al lugar haciendo la campanita sonar. La chica sentada se puso de pie inmediatamente al verlo.

—Oh, buenos días señor Bang —se inclinó—. ¿En qué podemos ayudarlo?

—¿Dónde está Kim Seungmin? —preguntó sin rodeos.

—Oh, está en su oficina, ¿necesita algo?

—Hablar con él.

La chica asintió con duda.

—Okey, iré a decirle —rápidamente se dirigió a la oficina de Seungmin que daba vueltas en ella mientras leía un libro en voz alta—. Seungmin, alguien te busca —sonrió.

—¿Eh? —preguntó confundido.

—Ven, sal —la chica creía que él moriría con esto. Tal vez tenía razón.

Seungmin asintió desconfiado pero al ver la sonrisa de la secretaria salió sonriendo, pero su sonrisa no duró ni cinco segundos al ver de quien se trataba. Su corazón comenzó a latir desenfrenado y no sabía si era por el miedo o porque todavía seguía causando efecto en él.

—Tenemos que hablar —dijo Chan acercándose.

—¿Qué haces en mi trabajo? —preguntó alejándose del más alto.

—No sabía que tenía la entrada prohibida —se encogió de hombros—. Además no sé ni porqué te atreves a preguntar.

—Es que creí que nunca regresarías a Corea, de haberlo sabido lo hago —respondió a la defensa— Además —recalcó—. Te pregunto porque no tengo idea de lo que tengamos que hablar tú y yo.

—¿Quieres en serio tener esta conversación aquí? —levantó una de sus cejas.

Seungmin miró a su alrededor viendo como sus compañeros y secretarias miraban y escuchaban la discusión sin disimulo. Rodó los ojos dirigiéndose a su oficina siendo seguido por Christopher, cuando la puerta se cerró lo encaró.

—Por última vez, ¿qué quieres? —preguntó cruzándose de brazos.

Chan cerró los ojos intentando no maldecir al chico, ¿cómo se atrevía siquiera a hacerse el desentendido?

—Bien, ¿por qué no me dijiste que estabas embarazado?

Kim se quedó en silencio unos segundos.

—¿Por qué habría de decírtelo?

—¡Porque es mi hija, Seungmin!

—¿Cómo lo sabes?

Chris soltó una risa pasando sus manos por su rostro—. ¿En serio quieres jugar a esto? ¿Acaso quieres que llevemos esto más lejos y que un juez tome la decisión?

—¿Acaso me estás amenazando? —se señaló alterado.

—Entonces dime por qué, ¿por qué no me dijiste?

—¿Acaso eso te iba a importar Christopher? —rió—. Si a los cinco segundos de la llamada con la agencia te largaste a Australia, ¿querías que te detuviera? Christopher yo necesitaba estabilidad, a mí me prometiste el cielo y las estrellas y no cumpliste nada —dijo con los dientes apretados—. Pudiste meterte conmigo y mentirme, pero a mi hija no le ibas a hacer lo mismo —negó.

—Es que no te entiendo. Estas diciendo cosas que no sabes, tomaste decisiones sobre cosas que no sabías. ¡¿Cómo sabías cuál sería mi reacción?! ¡Estás hablando de mi hija!

—¡¿Y qué querías que hiciera?! Jamás volviste.

—¡Podías llamarme y decirme que ibas a tener a mi hija! —gritó acercándose al más bajo.

Seungmin lo empujó con todas sus fuerzas.

—¡¿Tú hija?! ¿Tu hija imbécil? Es mía, ¡es mi hija!

—Es nuestra hija —dijo firme—. Y me la arrebataste por seis años, Kim Seungmin te metiste con la persona equivocada.

—Supongo que has cambiado —susurró.

—Todos cambian —se encogió de hombros—. Es que aún no puedo creer que tomaras la decisión de mi paternidad, no puedo creer que me privaras de eso.

—Ay Chan por Dios, nos conocemos —dijo ya cansado—. No estás hablando con un extraño, yo te conozco. ¿Qué querías? Te iba a decir y luego, luego te darían el contrato de Gucci y nos abandonarías para irte a Valencia, luego promocionarías Adidas y te irías a Los Angeles, ¿y mi hija? —esta vez fue Seungmin quien se acercó—. No importo yo pero, ¿mi hija? Christopher yo hice todo por ella, todo para que ella tuviera lo que necesitaba, amor y atención a la misma vez.

—Lo hiciste sólo porque quisiste —reclamó.

—No estoy hablando solo de lo económico Christopher —gruñó sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas—. No todo se trata de eso.

—¡Yo tampoco! —Chan ya estaba desesperado. Apoyó sus manos en el escritorio—. Tú no sabías mi maldita reacción, no sabías de lo que iba a ser capaz, y perdona si te ofendo pero no estamos hablando de nuestra relación, estamos hablando de la hija que me ocultaste por seis años, eso no tiene precio Seungmin, no hay justificación.

Seungmin lo miró unos segundos para luego girarse y suspirar.

—Tú y yo sabemos que eres el ser más egoísta del mundo Christopher —se giró— No te mientas —susurró negando—. Sal de mi oficina y vete mucho a la mierda, ¿si?

Chan asintió incorporándose.

—Tomaré acciones legales en esto Seungmin. No se quedará así, te lo juro.

Salió de la oficina dando un fuerte portazo que hizo a Seungmin encogerse. Cubrió su rostro con sus manos mientras lloraba sacudiendo sus hombros.

¿Y ahora qué mierda haría?

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⏰ Última actualización: 7 days ago ⏰

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𝗝𝘂𝗹𝗶𝗲𝘁 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora