𝐌𝐄𝐀𝐍𝐓 𝐓𝐎 𝐁𝐄 ↠ Klaus M.

Capítulo doce

𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐀𝐓𝐓𝐀𝐂𝐊𝐒

La loba llamó mi atención nada más llegué al patio interior. Ya hacía un par de días que no sabía de ella, concretamente desde nuestro último encuentro. Y no esperaba que el próximo volviese a ser aquí sabiendo cómo los vampiros rechazaban a los hombres lobo.

Más sabiendo cómo Klaus había mandado a matarla a ella junto con su manada entera.

— Tanto tiempo —la saludé con una sonrisa acercándome lo máximo posible.

Ella asintió devolviéndome el gesto, pero a pesar de ello pude ver que algo no andaba bien. Su boca se abrió ligeramente al tratar de decir algo, pero la interrumpí.

— ¿Ha pasado algo?

Su cabeza señaló hacia la derecha indicándome que centrase mi vista en esa dirección. Elijah se encontraba allí con dos cuerpos a sus pies. Fruncí el ceño y me acerqué lentamente hasta él analizando la situación.

Reconocí ambos cadáveres cómo vampiros que habían sido secuaces de Marcel, pero eso no era lo sorpréndete, sino las ruinas que habían sido marcadas en sus rostros.

Eso solo podía significar una cosa.

— Magia negra —murmuré.

El Original me dio la razón— Es la firma de un insensato que una vez se enfrentó a mi familia. Algún hechicero advenedizo está utilizando sus trucos —hizo una breve pausa—. Llamaré a Rebekah.

Le dejé su espacio mientras él se llevaba el teléfono móvil a la oreja esperando la respuesta de la rubia. Se escucharon uno, dos e incluso tres tonos pero nada.

— No coge el teléfono.

— ¿Te preocupa que el asesino de los errantes de día siga allí fuera? —preguntó Hayley.

Bien, Sherlock.

Muy difícil llegar a la conclusión.

— Lo que temo es que ella tenga algo que ver con eso. Está muy resentida con Niklaus.

Hice una suave mueca. Me extrañaba que la Mikaelson llegase tan lejos para vengarse de su hermano.

Era cierto que Rebekah era muy vengativa; pero, ¿llegar hasta el punto de conspirar con magia negra? Ese no era su estilo.

— Quizá está conspirando con... —la lobita señaló a uno de los secuaces de Marcel.

Thierry Vanchure. Justo hoy había sido liberado por Klaus tras pasar ciertas semanas bajo su castigo.

Y ahora volvía a estar bajo el punto de mira de un Original.

Mala suerte la suya.

Elijah no perdió ni un segundo para acercarse hasta él. Tanto la morena como yo decidimos seguirlo colocándonos a su espalda, dando a entender quién era la autoridad entre los tres.

— Mi hermana te tiene en muy alta estima —comenzó a hablar—. Y es raro porque no suelen atraerle los hombres corrientes. ¿A qué se debe ese magnetismo tan repentino?

— No sé de que estás hablando —fue la respuesta del vampiro.

Elijah no satisfecho con ella lo agarró del cuello de la camiseta reteniéndolo contra la pared más cercana. Su mano se cerró sobre su cuello cortando todo tipo de aire que pudiese llegar hasta los pulmones de Thierry.

— Me dices ahora mismo lo que sabes o te esparciré en pedacitos por el barrio francés —amenazó.

El vampiro ni siquiera dudó en contar la verdad. Supongo que no muchos dudarían si un Mikaelson estaba planeando acabar con su vida.