Capítulo uno

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𝐑𝐈𝐒𝐄𝐍 𝐁𝐀𝐁𝐘

La campanilla de la puerta de aquel bar resonó por el amplio salón cuando abrí la puerta con delicadeza.

Revoloteé mi mirada entre las personas que ahí se encontraban, pero al no ver a nadie interesante decidí sentarme en una butaca aleatoria.

Estuve unos escasos minutos observando aquel establecimiento en el que me encontraba. Me sorprendía la cantidad de cosas que habían cambiado durante este tiempo que había estado muerta.

Que si no me había informado mal, había sido alrededor de un milenio.

Pese a que parecía que no me enteraba de que pasaba a mi alrededor, no paso desapercibido el hecho de que la rubia, quién se encontraba detrás de la barra, no había despegado su mirada de mí.

Levanté la mirada para encontrarme con la suya. Ella enrojeció levemente al darse cuenta de que había sido pillada in fraganti, aunque rápidamente lo remedió acercándose a mí para atenderme.

— Hola —saludó ella—, ¿querrías algo?

— Un Gin Tonic, por favor.

La mujer asintió y volvió a dejarme sola divagando entre mis pensamientos. No habían transcurrido ni un mes desde mi súbita resurrección.

Semanas en las que no había parado de investigar sobre las palabras que aquella bruja dijo antes de morir.

¿Un hijo del más poderoso?

¿Quién era ese?

Bufé ruidosamente centrando mi atención en la rubia que preparaba el cóctel. No parecía muy entretenida pero lo camuflaba con una bonita sonrisa. Su cabello estaba suelto por los hombros y le daba un toque desenfadado.

La mujer terminó su labor y se acercó, de nuevo, para darme la bebida. Para mi sorpresa, no desaprovechó su oportunidad para entablar conversación conmigo.

— Eres nueva aquí, ¿cierto? —preguntó con curiosidad—, no me suena haberte visto nunca.

Yo asentí— Sí, llegué hace tan solo unos días —tomé el vaso y removí el contenido con la pajita—. Y siendo sincera, estoy todavía un poco perdida.

La camarera sonrió, supongo que debido a mi sinceridad— Yo te puedo echar una mano —ofreció—, siempre que la necesites, claro.

Reflexioné brevemente esa información. Ella podría enseñarme sobre la época actual, la ropa que estaba de moda, e incluso la ciudad en la que me encontraba.

— Está bien —afirmé decidida e hice una pausa antes de presentarme—. Por cierto, me llamo Heaven.

— Camille —contestó la rubia—. Camille O'connel.

El resto de la conversación entre ambas fue pasando por distintos temas triviales, que sinceramente no me dieron ninguna información relevante, lo que me hizo desconectar en algún que otro momento.

No es que ella me molestase, al contrario, me agradaba. Pero su actitud infantil me parecía un poco cansada, buena para un par de horas pero horrible si la tenía que aguantar durante más de un rato.

Las horas pasaron hasta que oscureció en la ciudad y me vi obligada a abandonar a Camille para volver a casa.

Bueno, si se podía llamar casa a la buhardilla dónde me alojaba. Mientras caminaba por las calles dirección al lugar, mi nuevo teléfono móvil vibró en el bolsillo de mi chaqueta.

Un número desconocido me estaba llamando. Descolgué para que un ruido ensordecedor inundase mis oídos. Lo aparté de mi oreja arrojándolo al suelo para pisarlo con fuerza, intentando que el sonido se detuviera.

𝐌𝐄𝐀𝐍𝐓 𝐓𝐎 𝐁𝐄 ↠ Klaus M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora