Capitulo 3

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"-"Por Andy"-"

Casi no dormí en toda la noche. La habitación es hermosa, la cama suave, el cubrecama agradable, lo único que esta incómodo es mi ánimo. Anoche me levante un momento. Trate de leer algunos apuntes de las charlas, no logre concentrarme, asi que volvi a la cama. Hice todo lo posible por quedarme dormida. Di vueltas. Incluso conté ovejas, hice una cuenta regresiva, hasta que ya de madrugada logre concertar el sueño, un sueño que no disfrute. Me despertó un ruido proveniente de la calle. Estoy despierta y solo puedo observar el techo. Hoy me siento extraña, rara y demás. Siento una revolución en mi estomago, la inquietud se ha apoderado de mí, no es que quiera devolver el estomago ni mucho menos, es solo que ese hombre ha despertado algo en mi interior que ahora está tratando de brotar y hacer su aparición. Quiero salir corriendo por el corredor para verlo y perderme en su mirada. Pero algo me detiene, es mi sentido de la cordura.

Salgo de la habitación un poco más tarde, tengo el alma cubierta de deseos.

Paso por su estudio y hay lo veo, está trabajando frente a su ordenador.

-Buenos días -lo saludo.

Me mira y enseguida se levanta.

-Buenos días. ¿Descansaste?

Se acerca a mí, toma mis manos y me da un beso suave en la mejilla.

-Sí, muy bien gracias. Voy a ir al centro de convenciones a una charla, vendré al mediodía.

- ¿Ya desayunaste?

-No, aún no -le contesto. Hoy está más guapo, huele espectacular. Deseo que me rodee con sus brazos. Estos sentimientos me tienen confundida.

-Desayunemos juntos -me invita.

-No puedo, voy algo tarde -. Ultimó avergonzada por las molestias que estoy causando.

-Por lo menos toma jugo.

Se acerca a la mesa de la esquina, en donde reposa una bandeja con una jarra de cristal que contiene jugo de naranja, una hielera y un par de vasos. No puedo quitarle los ojos de encima. Hoy esta impresionante. Su traje azul marino le queda perfecto, le ciñe bien su trasero. Esta para comérselo.

El se da vuelta y rápidamente alzo la mirada y me sonrojo. Rezo porque no se haiga dado cuenta de mi mirada libidinosa postrada en ese par de cachetes traseros. Se acerca a mí, me brinda el vaso de jugo. Tiemblo al sentir el roce de sus manos y de nuevo siento esa descarga eléctrica, ahora con más intensidad. El verde vivo de sus ojos me quita el aliento.

-Eres hermosa -me susurra con mirada chispeante-, deseable y quiero besarte como loco.

Por poco me atraganto con el jugo, al oír su revelación.

Él se arrima más a mí, coloca una mano en mi cuello y lo acaricia con la yema del pulgar. Con la otra mano toma mi mentón y acerca su boca a mis labios.

Estoy tan sumida en su aliento y sabor, que le devuelvo el beso con energía. Lo he sorprendido, me alegro de saber que mis besos también lo afectaban como los de él a mí. Ya no sé si estoy haciendo bien o mal. Solo quiero seguir disfrutando de sus labios. Asi que, decido profundizar el beso, introduzco la lengua en su boca con impaciencia. Necesito saborear más su esencia.

-Eres deliciosa -murmura. Ha de ser, por el jugo.

El deseo corre por mis venas. El aroma de su piel me sustrae. Quiero más. Me adhiero a él, él me oprime entre sus brazos, sus caricias suaves recorren mi columna, lo que no hace más que estremecerme.

Jayce está siendo cada vez más atrevido, siento sus manos. Desliza los pulgares rozando mi abdomen hasta que los traslada a la parte baja de mis pechos. Eso me hace gemir y el resultado del gimoteo me atraviesa la garganta, lo que me devuelve la sombra de mi cordura. Me tenso y enseguida me aporte de él. Que pena, no suelo comportarme de esta manera.

Siempre Estaremos JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora