*-*Jayce*-*
Gracias a mis contactos y al dinero que poseo, como era de esperarse, esta visita se está realizando con la máxima discreción y en una sala de visita libre de personas. Solo seremos un par de guardias, mis escoltas, yo y el dichoso Marcus. Cuento con la fidelidad y discreción de mis escoltas. Les ha quedado muy claro que no tienen por qué comentar nada de esto a mis padres. No los quiero inmiscuidos en este asunto y mucho menos los quiero agobiar. Esto lo arreglare yo mismo y a mi manera.
Es hora de hacerle frente a los terrores que me invaden.
La sala es de tres por tres, en el medio hay una mesa de acero y dos sillas metálicas en los lados opuestos de la misma. En el lateral de la sala esta fijo un "espejo" o al menos aparenta ser uno, de este lado se muestra nuestro reflejo pero del otro lado alguien te mira. Pero no hay nadie en esta ocasión.
Siento una corriente de escalofríos en mi piel y un encogimiento cuando escucho pasos y el roce inconfundible de las cadenas contra el suelo. Trato de recomponerme y no dejar que los recuerdos de aquellos días de encadenamiento me flaqueen ahora. No puedo darle el poder de verme asustado.
¡Maldición, no!
Un hombre años mayor que yo, pero con aspecto demacrado con los años pasándole factura, con problemas de calvicie, barriga redonda, vestido con uniforme color naranja y encadenado en las manos y los pies me mira por un segundo con sorpresa, pero después de reconocerme sonríe maliciosamente y exclama:
—Vaya, vaya, esto sí que es una sorpresa —se ríe por lo bajo y después se sienta frente a mí. Apoya los codos en la mesa y deja caer sus manos en ella, ocasionando un ruido estrepitoso. Está tratando de asustarme—. ¿Qué tal sus vacaciones, señor Michel?
No me dejaré amedrentar. Este tipo no se merece ni el saludo.
—Bien, muchas gracias —siseo—. Un poco largas, pero bueno, no puedo quejarme por la hospitalidad, aunque algo inferior a la que está disfrutando usted ahora —espeto con animosidad. Dos pueden jugar este juego. No soy más una víctima. Este tipo tiene que pagar por todo lo que ha hecho.
—¿Qué quiere? —me pegunta irritado, pero la curiosidad está más que presente en todo su estúpido rostro.
Se ve incrédulo. Seguramente espera que le diga que quiero que se disculpe por lo sucedido, por lo que hizo conmigo. No, amigo. Si hay algo que podría querer aquí, aparte de información, solo sería justicia pura. Quiero justicia para todos los que también han estado en mi situación y claramente para mí también. Además, este tipo de personas no saben que es el perdón y la disculpa.
—No vengo aquí por ver su linda cara —contesto irónico. Con esta gente, tienes que meterte en un papel que los iguale—. Vengo porque necesito información.
—¿Y qué le hace creer que se la voy a dar? —me desafía con arrogancia.
Si no se les conociera mejor diría que no buscan ni malditos favores.
—Beneficios, camarada, beneficios.
Le hago un gesto con la mano a uno de mis escoltas que se acerca y me entrega un sobre. He captado su total atención, los ojos le brillan. Claro que no va a dejar pasar esta oportunidad, al fin de cuentas, el dinero es lo que lo trajo hasta acá. Dejo el sobre en la mesa.
—¿Así que no recuerda nada aún? —inquiere sarcástico sin dejar de mirar el sobre.
Maldito.
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Siempre Estaremos Juntos
FanfictionNombre original: De vuelta a tu amor Autor (a): Silvia Acuña Adaptación :Siempre estaremos juntos Originalmente esta redacta en tercera persona y la adaptación es en primera persona. Sinopsis La historia trata de una joven (Andy Smith), una chica in...