Siempre Estaremos Juntos

Capitulo 14

"-"Por Jayce"-"

Parpadeo dolorosamente, los ojos me pesan y permanezco un rato con los ojos cerrados. Después de unos minutos los abro lentamente tratando de adaptarlos a la luz parpadeante de la habitación. Miro alrededor, inmediatamente me quejo por el dolor de espalda, la cama es un asco, este lugar no es mi habitación.

¿Dónde diablos estoy?

Todo es borroso, nublado. Tan confuso. Trato de levantar las manos para frotarme la cara. Doy un tirón y las miro, estoy atado.

¿Qué carajos pasa?

¿Cómo es que estoy aquí?

¿Qué mierdas me paso?

—¿Dónde estoy? —grito. 

La puerta se abre inmediatamente. Ante mi aparece un encapuchado.

—¿Qué le pasa? ¿Por qué grita? —señala. 

—Quiero saber dónde estoy y por qué estoy atado. 

El suelta una carcajada como si lo que dije le resulto ser un chiste. 

—¿Se deschavetó, hermano? Lleva días en esas, ¿y hasta ahora le da por preguntar?

¿Pero qué ...?

—¡Días! ¿Cómo llegué aquí? —pregunto alterado. 

La sonrisa desaparece de su rostro y su postura cambia inmediatamente.

¿Qué demonios pasa?

—Ya vuelvo. 

Sale de mi vista. Trato de recordar lo que paso pero no hay nada en lo que me pueda concentrar. No mucho. Minutos después el hombre esta de vuelta con un medico que más bien puede ser estudiante, es demasiado joven. Es alto, delgado y de cabello negro, con ojos amables.

—Tranquilícese, hombre. Lo voy a examinar, quédese quieto, por favor. ¿Recuerda su nombre? —me dice después de que se presenta como doctor.

—Jayce Michel —digo con convicción. 

—¿Recuerda el momento de la captura?

¿Captura? Asi que esto es un ¿secuestro?

—No —digo simplemente. No puedo recordar mucho. 

—¿Qué es lo último que recuerda? 

«Reunión de negocios»

—Salí de una reunión en mi centro de negocios —expreso recordando ese dia. Fue un dia largo y pesado.

—¿Qué día es hoy? —inquiere mirándome receloso.

—Enero doce.

Sé que mi respuesta es incorrecta porque él mira con suspicacia al encapuchado. El médico saca de su maletín un estetoscopio y tensiómetro. Con minuciosidad me toma la tensión me examina la garganta y oídos. También me examina la cabeza y busca algún probable chichón o herida en mi cuero cabelludo. Debe de asumir que me golpearon, tomando en cuenta que son delincuentes.

—No quiero asustarlo, señor Michel, pero me parece que debe saber que es 28 de Abril —dice con detenimiento después de acabar con su revisión. 

—No puede ser —suelto confundido. 

—Parece que tiene un lapsus de memoria de aproximadamente tres meses. 

¡Tres malditos putos meses sin memoria! ¡Qué carajos! Como pudo haber sucedido. ¡Qué demonios me hicieron! ¿Tengo tres meses secuestrado? No puede ser porque aquel hombre me dijo que llevo días, no menciono meses.