· El Heroico Ogremon (Adventure) ·

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Universo: Digimon Adventure

La historia íntegra del Mundo Digital se encontraba recogida en arcaicas ruinas custodiadas por guardianes que velaban por su inalterada preservación. No es de extrañar por ende que entre los innumerables sucesos y códigos obsoletos de programación se hallasen menciones a enigmáticas profecías; futuribles inciertos que presagiaban la llegada de unos Niños Elegidos. Sobre ellos recaería el futuro de todos los digimon...

—¿Qué significa "Descubrir la verdad, del poder del corazón, frente al Mundo Digital"? —preguntó un ogro de voz tosca al rascarse la rojiza cresta de su cabeza con su gruesa maza.

—No puedo responder a eso, Goburimon—contestó un taimado cachorro de león, de cuyo cuello colgaba una gema enjoyada en oro.

—No puedo responder a eso, Goburimon—contestó un taimado cachorro de león, de cuyo cuello colgaba una gema enjoyada en oro

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Digimon de nivel Infantil y atributo Virus; y Vacuna respectivamente.

Sendos amigos se encontraban observando un mural en el interior de unas ruinas en Isla File. Los textos escritos en digimoji, cuya lectura se reservaba a unos pocos afortunados, llenaban hasta el último hueco de la sala oscurecida en la que se habían detenido.

—¿Qué pone ahí? —Goburimon señaló una línea exacta.

Liollmon alzó sus patas delanteras para apoyarse en la pared y así alcanzar el texto en cuestión. Al contrario que el ogro su inteligencia era más vivaz, razón por la que dominaba el lenguaje escrito mejor que él, entre otras cosas.

—Habla sobre una profecía. —El leoncito agudizó su vista. No quería defraudar al ogro con una inexactitud—. En ella se menciona a unos Niños Elegidos que salvarán nuestro mundo de la oscuridad.

—¿Unos Niños Elegidos? ¡¿Qué es eso?! —Hizo una pausa—. ¿Se come? ¿Se mastica? —Goburimon adoptó una pose pensativa. Luego se frotó uno de sus afilados dientes inconscientemente.

—Déjame leer más y deja de pensar con el estómago, Goburimon.

La profecía mencionaba el término humanos, desconocido para el vocabulario de los digimon. Liollmon empezó a frustrarse: sentía la respiración agitada y como las venas se marcaban en su frente a la vez que se le tensaban los músculos. Como había leído, dichos humanos llegarían al Mundo Digital para enfrentarse a una terrible y despiadada oscuridad que amenazaría en el futuro con destruirlo... Pero no lo harían solos.

Impaciente, el ogro se pegó al leoncito para meterle presión. Se conocían desde el día de nacimiento. Cuna con cuna. Desde ese momento habían compartido una vida de aventuras y desventuras juntos, tan divertida y gamberra, que no se imaginaban el uno sin el otro.

—¡No te lo guardes para ti solo, Liollmon! —protestó—. ¡Dímelo!

Liollmon suspiró.

—Hace mención a un grupo de selectos digimon que, junto a estos Niños Elegidos, ayudarán a erradicar dicho mal.

Digimon: ArkadiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora