DIGIMON: ARKADIA || ¿Y si tuvieras la oportunidad de ser el protagonista de tu propia historia Digimon? Acompañado por Bearmon, permitidme que os narre la mía. Juntos viviremos mil aventuras y peligros en un viaje de ensueño hacia lo desconocido. ¿O...
La aparición de Agatha y Gominola marcaba un nuevo comienzo. Esnou y Teddy ya no se encontraban solos. Ahora tenían la posibilidad de explorar el universo digital en compañía, a pesar de que al contrario que ellos, sus nuevas amistades no gozaban de un Digivice como el suyo.
Inmediatamente después de regresar del Mundo Digital, intercambiaron los números de teléfono e incluso redes sociales. Cualquier lugar a través del cual poder mensajearse e intercambiar información interesante encontrada en Internet, noticiarios o periódicos. Desde entonces habían permanecido en constante contacto, volviéndose asiduos a las videollamadas para que sus digimon intimasen.
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—¡Te veo! —La foquita gimió ilusionada y se pegó todavía más a la pantalla del móvil.
—¡Yo también te veo! —El rostro del osezno se iluminó de felicidad. Desde que terminase V'09 no había vuelto a hacer gran uso de la tecnología tras la decepción de ese final abierto...
Los tamers rieron al unísono. Ninguno podía evitar sonreír al verles tan entusiasmados por haberse conocido. Sus primeros amigos digimon per se, obviando aquellos que poco a poco iban sumándose a la reserva.
—Tienes suerte de que Gominola tenga el tamaño adecuado para fingir ser un peluche... Puedes llevártela a cualquier parte.
—Sí.
Mientras que Esnou y Teddy se encontraban tomando el sol en el jardín de su casa, sobre el césped cortado y una manta extendida sobre él, Agatha y Gominola disfrutaban de la tranquilidad de una ruta poco transitada a las afueras de Avilés, de parajes verdes y llanuras que no tenían final a la vista.
Compartieron toda la cantidad de información que poseían, hasta el más mínimo detalle. La mística había conocido a su compañera unas semanas antes, esforzándose por aprender lo suficiente para cuidar a la foquita como ella estimaba que se merecía. Por esa razón, era sabedora de infinidad de trivialidades referentes al Mundo Digital: algunas áreas que lo componían, las etapas evolutivas, qué figuras de poder existían... Por lo tanto supo arrojar un poco más de luz al respecto de los temidos Heraldos Del Caos.
—Son muy destructivos. Están aniquilando a quienes osan oponerse a su voluntad, guiados desde una malicia equiparable a la de Hitler.
—Lilamon nos narró algo parecido... —dijo el tamer en voz alta para que se alcanzase a escuchar lo que decía. Ni siquiera estaba mirando hacia la pantalla, abstraído con una paloma apostada en la rama de un árbol—. Alguien debería hacerles frente.
—Gominola a veces tiene pesadillas con ellos. —Tragó saliva sólo de recordarlo—. Deben ser demasiado poderosos.
Los digimon continuaban haciéndose muecas el uno al otro, tan inocentes y ajenos a la complejidad del mundo que les rodeaba. Eran como dos infantes disfrutando de su niñez. Sin embargo, era su futuro el que estaba en juego.
