Epílogo

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Diez años después

Querida mamá:

La verdad es que no sé por dónde empezar, tampoco entiendo esta tradición absurda de escribir una carta a los diez años, pero Riven dijo que me haría bien. Entonces, empecemos por lo que hice cuando quemé la casa, me fui a vivir con Riven (sé que tú nunca lo hubieras permitido, pero... bueno, ya está hecho) no hay mucho que contar de ese periodo, si tuvimos algunas discusiones pero las solucionabamos rápido... finalmente mis suegros me aceptaron y hasta puedo decir que se convirtieron en parte importante de mi vida. Gia se convirtió como en una mamá para mi (nunca me plantee reemplazarte, eso sería imposible, pero digamos que después de su divorcio nos acercamos mucho y siempre fue un gran apoyo, una gran consejera y una buena amiga)

Terminé mis estudios en el instituto (fui la mejor de mi clase) y digamos que tuve un pronto de momento y solicitando plazas a las universidades solicité una beca en la UFHV y resulta que me la concedieron así que me fui allí a estudiar criminología. Fue algo raro imaginar mi futuro como algo más que "la doctora Kaylee Ryder" pero me di cuenta de que era lo que realmente deseaba, y soy realmente buena en lo mío, aparentemente meterse en la mente de los criminales es muy fácil cuando conviviste toda tu vida con uno y bueno, lo de abrir cadáveres no está mal aunque en principio me enloqueció.

Allí coincidí con Debbie, la ex de Riven y resulta que hoy somos buenas amigas (ella también tuvo un lío con uno de mis hermanos *guiño guiño* ok eso fue patético) entonces mamá, hoy por hoy soy una feliz licenciada en criminología que goza con la reputación de ser de las mejores de Estados Unidos.

Todavía vivimos en Seattle, aunque ya no en el apartamento de Riven, quien por cierto dejó la escuela de leyes y comenzó a estudiar medicina (al final hay un médico entre los dos) ahora trabaja en proyectos de criogenizacion, resulta que puede haber vida después de la muerte, de locos lo sé. Pero lo que te iba a decir es que tuvimos que mudarnos a una casa más grande porque eres abuela. No te alarmes, no fue una imprudencia ni nada por el estilo, de hecho fue algo totalmente planeado y que solo llegó después de que los estuviéramos en la cumbre de nuestras profesiones. Es un niño, se llama Sebastian, a penas tiene un año pero es increíblemente hermoso, tiene el cabello negro y sus ojos son como una mezcla entre varias tonalidades azules y grises, es como cuando las olas rompen en la orilla de la playa, pues así mismo. Por el momento creo que se va a quedar como hijo único porque aunque sea hermoso es muy travieso (aunque quizás en futuro me decida y vayamos a por la niña) tampoco nos hemos casado, digamos que le cogí un poquito de terror a las iglesias y matrimonios después de la última boda "que tuve"

En fin, esta es mi vida ahora mamá, soy licenciada y aún sigo con mi guapo novio de toda la vida, también soy madre, tía y demás, parece que últimamente los Ryder solo saben reproducirse (ojalá estuvieras aquí, sé que te habría encantado ver todo esto) también fui a Inglaterra, le llevé flores a tu abuela.

Y terminando supongo que te estás preguntando por Roger... sí salió de la cárcel y sí obtuve mi venganza, pero si quieres saber qué pasó exactamente con él tendrás que esperar, porque ya esa parte de la historia no me corresponde contartela a mí.

Soy feliz y te extraño, nunca dejé de hacerlo aunque ya debo dejar esta carta aquí porque Sebastian me reclama. Siempre te amaré

Besos

Kaylee Elizabeth Ryder Davies.

***
Nota de autora: Bueno, ahora sí que esto llegó a su final y joder me dije que no iba a llorar pero... Me ha costado terminar este libro como ningún otro y creo que se me permite llorar. Lo bueno es que todavía no nos vamos a despedir de todos ellos porque quedan hermanos Ryder para aburrir así que me pondré sentimental cuando lleguemos al final de la última historia.

Hasta entonces estén pendientes porque la próxima historia la puedo subir en cualquier momento y... al menos a mí me ha dejado con necesidad de psicólogo lo que he pensado, veremos si lo plasmo bien, ojalá y sí.

Besos y nos leemos en la historia de Cynthia.

Bea S.

El Diario de Kaylee (Libro #1: Los Hermanos Ryder) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora