21 de octubre, 2020
Cole estaba a mi lado, movía su pie arriba y abajo exageradamente y me apretaba la mano con tanta fuerza que posiblemente me rompa un par de huesos. Mientras tanto, Jordyn estaba tumbada en una camilla, con sus piernas abiertas para Ian que mete lo que a mí me parece un tubo con un condón entre sus piernas. Jordyn está tan sonrojada.
Mira tú por dónde, años después de que su enamoramiento por mi hermano mayor pasara, finalmente ella se abre de piernas para él, aunque no como quisiera. Esto será algo sobre lo que bromearé eternamente.
Lo que yo no entiendo es por qué tengo que estar en un momento que se supone debe ser íntimo de Cole y Jordyn, algo que ellos justificaron diciendo que soy hermana y mejor amiga respectivamente y que en caso de existencia de bebé seré la madrina, algo que, créeme, pondrá a Cynthia infinitamente celosa, pero que se joda, es su culpa por andar por Manhattan con Derek.
— ¿Debo comentar lo irresponsables que son? —preguntó Ian.
— No —respondió Cole—, no eres el más oportuno para hablar de eso, no cuando embarazaste a la mujer de tu hermano.
Me pareció ver que Ian ponía los ojos en blanco y hacia una mueca, pero lo ignoró y continuó en su trabajo con Jordyn.
— Efectivamente estás embarazada, Jordyn... —se quedó en silencio unos momentos, luego miró a Jordyn, a Cole, a mí y nuevamente al monitor— de trillizos.
Mi primer instinto fue mirar a Cole, estaba mucho más pálido de lo que habitualmente es, luego miré a Jordyn, me detuve a escudriñar su rostro que en ese momento estaba inexpresivo. Cole soltó mi mano y corrió a la papelera, segundos después estaba vomitando.
Fue mucho peor cuando Jordyn le siguió, no sé si por la noticia o por el asco del ver a Cole vomitar o por otra cosa, solo sé que ella también comenzó a vomitar y pronto lo único que se oía en el consultorio eran arcadas.
Salí del consultorio cuando el olor a vomito se hizo insoportable, Ian me siguió.
— A eso llamo yo un giro dramático de los acontecimientos —se burló mi hermano— es una reacción más normal de lo que crees pero... ¿tres? Joder debo estar orgulloso de Cole.
Yo le miré y él se rió, su risa fue contagiosa porque pronto yo también estaba riendo.
»Siento pena por Trent que va a tener que limpiar el vómito... aunque, como está con Rose se me pasa, ¿no quieres vomitar tu también, Kiki?
— Yo no estoy embarazada —aseguré.
Ian hizo una mueca.
— Más te vale o Kira te mataría.
— Ella no me mataría, Ian. Ella simplemente me daría una patada en el trasero que me hiciera abortar y del tiro me dejara estéril, sus palabras, no mías.
Mi hermano parpadeó unas cuantas veces, pero no dijo nada. Pasaron más o menos dos minutos en silencio sin que Cole o Jordyn salieran del consultorio cuando Ian volvió a hablar.
— Kaylee, últimamente te he visto algo... apagada, ¿está todo bien?
¿Que crees que pasó a continuación? Que exploté, estuve todas estas horas intentando contenerme y centrarme en los problemas de Jordyn y Cole únicamente para no darle cráneo al mensaje de Riven, a tener que despertarme todos los dias sabiendo que el viejo decrépito podía estar en casa porque se había quedado a dormir con Kira. Simplemente exploté cuando Ian preguntó si estaba bien.
— Roger le introduce su flácido miembro de viejo decrépito a Kira entre las piernas y eso es algo que odio, no quiero que se quede a dormir en casa y tener que desayunar con él, lo odio, Ian. Luego está toda esa mierda del matrimonio y... Riven.

ESTÁS LEYENDO
El Diario de Kaylee (Libro #1: Los Hermanos Ryder) ©
Genç Kurgu«No se puede huir de lo que te acelera el corazón y te detiene el tiempo» - Danns Vega