—¿Que te parece algo como: "Siempre pensé que seria malo, ahora estoy seguro de que es verdad"? — Dijo Chuuya mientras tiraba un poco de tierra abonada encima de donde fueron enterradas las semillas — ¡Me gusta! — Chuuya sonrió mas animado, hoy cargaba una camisa de tiras negra y el mismo overol de siempre.
—Galán, te queda muy bien esa camisa, te hace lucir mas sexy — Después de decir eso Dazai no lo pensó y se lanzo a correr lo mas lejos de Chuuya, llegando cerca de Sinhue para esconderse en su espalda, Chuuya reclamo por la traición — ¡Sinhue, no lo ocultes, deja que salga a pelear como un hombre! — Gritaba Chuuya con su pequeña tarrina en mano donde se encontraba el abono.
—Ustedes los jóvenes enamorados deberían ir a compartir su amor lejos de los mayores — Dazai estuvo sorprendido por el comentario. Ambos se sonrojaron pero unísonamente negaron — ¡No estoy enamorado de este bobo! — Sinhue cansado suspiro.
Dazai se sintió un poco incomodo porque ahora sentía que habían algunos pares de ojos sobre ellos.
Sinhue recordó algo — Oye, Dazai, antes dijiste que querías conocer a mi esposa, ¿no quieres venir a verla? — Los dos jóvenes callaron — ¡Claro! ¿Pero, como haríamos eso? — Sinhue empezó a reír eufóricamente — ¡Vamos a escabullirnos, es lo mas obvio!
Los dos jóvenes trataron de renegar pero Sinhue alzo su mano — ¡No aceptare un "no" como respuesta, muchacho, según lo que nos has dicho, te quedan menos de dos semanas aquí, quiero que te vayas conociéndola, ella quiere conocerte también, le he hablado mucho de ti.
Dazai no se sintió capaz de negarse, entonces —¿Y en donde esta ahora?
—Hoy esta en el campo de flores, tenemos suerte porque está cerca, es más complicado llegar al de algodón, es mucho más lejos.
Los tres amigos esperaron al momento indicado para escabullirse e ir junto con la señora. Tuvieron que caminar un rato y no fue por el camino de tierra como les hubiera gustado, no. Caminaban por dentro del bosque para evitar ser detectados. Entre el gran pasto Dazai logro ver mas allá, logrando ver manchas de colores. Mientras mas se acercaban mas iba tomando forma, era un campo lleno de flores, rosas, tulipanes, margaritas, camelias y muchos girasoles.
Dazai quedo maravillado, parado frente al gran campo se dio cuenta que ahora estaba solo, Chuuya había corrido a abrazar a una mujer junto a Sinhue, aunque este también la beso, por lo que Dazai se sintió un poco avergonzado. El viento en estos lugares era mas fuerte que en el campo donde ellos trabajaban, así que constantemente tenia que estar acomodando los mechones de su cabello.
Mientras Dazai avanzaba veía a todas las mujeres trabajar cortando flores, algunas quitando espinas a las rosas, incluso había una mujer embarazada.
—Querida, traigo a alguien para que lo conozcas — Sinhue se hizo a un lado creando una vista directa hacia Dazai, este rio por lo apenado que se sentía, no sabia que decir o como iniciar una conversación.
La mujer, alta y de una tez mas oscura, cabellos negros junto a sus mechones blancos perfectamente acomodados, se acerco a el — ¡Es blanco! — Chuuya no pudo evitar soltar un "puff" con sus labios, lo que hizo poner mas nervioso a Dazai — Me presento, mi nombre es Dazai Osamu.
—Vega, ese es mi nombre — La mujer, con esa mirada intensa lo evaluaba de pies a cabeza, Dazai no pudo sentirse peor — Tranquilo niño, no pienso comerte — Vega se acerco a Chuuya y puso una corona encima de sus cabellos, una corona de margaritas — Pensaba dártela esta noche, pero ya que estas aquí — Luego ella se giro y encaro a su esposo, ella era un poco mas alta que el, así que tuvo que mirar hacia abajo para propinarle una cachetada — ¿¡Que estas pensando cuando traes a un hombre blanco aquí y encima traigas al lindo de Chuuya también!? — Vega mismo se acerco rápidamente a su esposo y lo beso — Amor, eres tan romántico.
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Pueblo de Leyendas
FanfictionEl duque realizara una de las mas grandes fiestas que el reino haya podido contemplar. La fiesta, en honor a su adorada hija menor, quien pronto será presentada ante la sociedad, es por eso que necesitan al pianista genio del reino, Dazai Osamu. El...