Sin importancia

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Cuando Chuuya conoció a Dazai el en verdad pensó que seria un dolor de culo. Otro noble, otro engreído que vendría y los despreciaría solo por no vestir igual que el. Alguien con el ego tan alto y el narcicismo saliendo por la punta de zapatos, si, eso es lo que esperaba.

Cuando vio que el hombre se sentó en el lodo no dudo en tomar cartas al asunto, caso contrario todos podrían ser castigados. Ese hombre era un egoísta.

Al día siguiente volvió a aparecerse y genuinamente Chuuya sintió curiosidad, pero no iba a hacer nada por saciarla, en su lugar rogaba porque el hombre dejara el lugar. Evitaría problemas, evitaría posibles muertes.

Los oídos de Chuuya escuchaban, escuchaban todo a su alrededor. Al principio no dijo nada porque en serio quería que el hombre se vaya, pero luego los comentarios se hicieron mas sonoros y el no pudo evitarlo. "Hombre blanco" se sentía feo. A ellos se lo hacían y Chuuya intento ser empático. Pero vaya que era difícil.

El día en que reclamo por aquel comentario es porque ya se había cansado. El hombre castaño se paro detrás suyo y agradeció y Chuuya no quería aceptarlas. El es un hombre justo, la razón por la que había reclamado no era por el, si no por el mismo. Era egoísta y lo dijo, pero al otro pareció no importarle.

Curioso.

Si algo sabían las personas cercanas sobre Chuuya es que el chico tenia miles de muros, si alguien estaba interesado en conocerlo mas a fondo, entonces tendría que convertirse en un verdadero soldado y derribar cada una de ellas. Esto no era tan marcado cuando era mas joven, pero a medida que pasaban los años Chuuya se fue cerrando mas, mas y mas. Cuando llegaban esclavos nuevos al lugar Chuuya los miraba con cautela y nunca confiaba al 100% en ellos en un principio.

Pero lo que todos saben es que Chuuya es un soñador.

Pero aun con eso, el mismo no logra comprender como aquel hombre, Dazai Osamu, cruzo sin esfuerzo alguno. El tipo voló y cayo cerca de Chuuya para quedarse. 

—Chuuya, ¿me estas escuchando? — pregunto Vega.

El pelirrojo pareció salir de su trance y sacudió su cabeza — perdona Veg, estaba distraído, ¿de que me hablabas? — la mujer puso en blanco sus ojos y suspiro — preguntaba si seria buena idea innovar y hacer coronas de girasoles, creo que son lindas y las familias podrían dedicarlas.

—Sabia que querías hacerlo por el significado — respondió Chuuya mientras se acostaba en lo que era la cama de Vega — puede ser — dijo ella.

—Deberías rendirte, las personas en este pueblo no tienen idea de como funciona el lenguaje de las flores, es mas, ni siquiera merecen girasoles; su significado es muy bueno para ellos — dijo con el ceño fruncido. Vega aprovecho y contrarresto — deberías dejar de enojarte tan seguido, crearan arrugas en tu frente — y eso hizo enojar aun mas a Chuuya mientras Vega reía.

—Por cierto — empezó hablando la mujer mientras terminaba de coser una camisa — Sinhue me ha estado hablando sobre un chico que va a el campo, ¿esta todo bien? — pregunto de manera serena, pero a Chuuya pareció explotarle una vena — ¡Ese maldito! Estoy seguro de que nos cree tontos, que todo es una trampa para hacernos caer, pero el no sabe que aquí estoy yo — dijo, mientras se incorporaba de la cama.

—¿Que te hace pensar en eso? — pregunto ella. Chuuya adoraba a Vega, pero solía chocar opiniones con la mujer. Vega era una fiel creyente de que no todos los blancos son malos y Chuuya creía que todos lo eran.

Y Chuuya era consciente de que el era blanco, pero el no era igual a ellos. Le gustaba pensar eso.

—No lo se, mis sentidos me lo dicen — Vega rio — Chuuya, deberías tener una base mas solida, tus sentidos siempre fallan — Chuuya bufo — Sinhue me conto que parece no ser tan malo.

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