Busco respuestas, pero no hay ninguna donde no estes tu.

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El gran día había llegado. Dazai estaba acomodando lo mejor que podía su traje negro, y por primera vez desde que empezó a dar presentaciones con el piano; siente que no quiere estar allí, pero intenta convencer a su cerebro diciéndole que el rey estará allí, que tenían que estar ahí por el bien común.

Si, es asi.

Empieza a ponerse un poco de polvo que una de las sirvientas le facilito para lograr esconder un poco las ojeras, no ha hablado con su hermano desde su pelea, también lo ha estado evitando y si le permiten ser sincero, en realidad tiene miedo a escuchar lo que tenga que decir. Tampoco ha regresado a casa, durmió en casa de Chuuya - o lo que quedaba de ella - y al día siguiente el duque ofreció pasar la noche en su casa para evitar retrasos, y eso a Dazai le convenia.

Vio su aspecto en el espejo y pensó que con esto era suficiente para engañar a cualquiera. La puerta sonó, seguramente alguien le avisaría para bajar - Adelante - El hombre albino entro al lugar y Dazai fingió arreglarse frente al espejo para evitar algún tipo de pregunta personal - Joven Dazai, disculpe las molestias.

-No pasa nada, joven Atsushi, ¿tiene algo que decirme usted, me han mandado a llamar? - El hombre albino lo miro y luego avanzo un poco hasta uno de los muebles mas cercanos y se sentó - Solo quería agradecerle por haber venido, en serio significa mucho.

Dazai paro de fingir arreglos y lo miro - ¿Por que dice eso? - Espero respuesta.

-Es solo que su presencia y la de corona ayudara a la señorita Kyouka a pasar a la historia, su padre también esta muy agradecido, pero esas palabras no me corresponden.

-¿A la historia dices?

-¡Si! ¡Se hablara de ella y esta fiesta por lo menos cien años! Los expertos ya lo han calculado y con esto la aristocracia tendrá mas en cuenta a la señorita Kyouka. En general a toda su familia y yo no podría estar mas feliz por ellos.

-Entiendo - Responde Dazai. Luego de hablar alguna u otra cosa con Atsushi ambos bajan a la fiesta, los invitados estaban empezando a llegar. Tal y como prometieron muchos vienen con las ultimas y mas caras modas, ¿tocara para esta gente? Espera.

¿Tocara para esta gente?

¿Tocara para esta gente que hace mal? ¿Esta gente que se aprovecha de las personas y las convierten en esclavos solo por no ser de su mismo color? ¿Esta gente que quema a la gente por tener un color de cabello diferente? Esta gente que no tiene empatía.

Y Dazai estaba parado allí en una esquina del gran salón, no se da cuenta cuando su hermano se para a su lado - Hola - Dazai lo mira y luego devuelve su vista a los invitados - Hola.

-Quiero hablar contigo.

-Creo que justo ahora no puedo, estoy algo ocupado - Aquí va otra vez, evadiendo una posible solución.

-¿Al final del baile?

-Tal vez.

-Por cierto, el príncipe Ranpo ya ha llegado. Lo vi buscándote - Y cuando Dazai escucha eso parece que le devuelven el brillo a sus ojos y un poco de color a su piel, porque ahora su mejor amigo estaba allí y en serio desea hablar con alguien - Esta con el rey - Y eso hace retroceder a Dazai porque no quiere encontrarse con el.

Abandona a Oda y camina hacia una de las salas, muy lujosas por cierto, todo decorado con oro y plata, cada cubierto, cada bandeja, es más que seguro que costaba más que las casa de muchos. Pero, seguramente a esta gente no le importa nada, y es cuando Dazai vuelve a replantearse la misma pregunta: ¿tocará para esta gente?

No sabe que hacer, siente que al hacerlo esta traicionando a Chuuya y sabe que si el estaría aquí le diría que este es su sueño y que es su deber cumplirlo, porque ese enano nunca pensó en el mismo.

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