La novia de mi novia.

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Únicamente le mandé mensaje a Angella para que se presentara a mi oficina. Teníamos noticias no muy agradables. Glimmer me llamó de inmediato.

-¡Eres una estúpida!

-Necesitas calmarte, Glimm.

-No me digas así, maldita. Mataste a mi papá.

-No es lo que crees.

-Despidete de tu maldita carrera. Te acabaremos en los juzgados.

Cortó de lleno y entró una llamada de Catra.

-Siento no haberte contestado antes. Tengo poco tiempo antes de llenarme de mierda hasta el cuello -Necesitaba prepararla para lo que pasaría. Quizá estaría algún tiempo en prisión.

-¿Qué pasó? Supongo que algo fuerte.

-Perdí a Micah.

No pude contener un poco el llanto. Me sentía derrotada.

-Lo siento mucho, Adora. ¿Ahora qué pasará?

Vi como la puerta de la oficina se abrió dando paso a Glimmer, Angella y dos policías y seguridad del hospital.

-Estoy en problemas.

Corté la llamada y guardé mi teléfono en el cajón.

-Doctora Adora Grayskull, se encuentra bajo arresto por el asesinato de Micah J. Brightmoon. Tiene derecho a guardar silencio...

Ambos policías se acercaron con las esposas.

-Conozco mis derechos. No me pongan esposas, por favor. Voy a cooperar con todo esto.

Mara llegó corriendo.

-Adora, ¿Qué pasa?

-Llama a Cat, dile lo que pasó. Llama a mis abogados y llama a mis padres. Ve por los niños por favor. Revisa mi cajón.

Mi amiga estaba en shock.

Me sacaron del hospital y directo a la patrulla. Me quedé callada hasta que mi abogado hizo acto de presencia en la comisaría.

-Doctora, una disculpa por la demora. Haremos las cosas sencillas. No diga nada y déjemelo todo a mi. Esta detención es arbitraria. Dicen que tú lo mataste, es solo para amedrentar. Tu seguro lo cubre.

Se levantó para ver algunas cosas y no apareció de nuevo.
Pasaban las horas y me tenían incomunicada, sin visitas y nadie estaba por ahí. Solo permanecía encerrada en una sala de interrogatorios. Mi mano sana lucía tremendas esposas y eso me mantenía encadenada a la mesa.

No supe cuanto tiempo pasó, pero tras estarme aguantando las ganas de ir al baño por demasiado tiempo, un oficial de policía entró al lugar.

-Buenos días, doctora. ¿Como se siente?

Pasó y cerró la puerta tras de si.

-He estado mejor. Mi primer arresto no es como imaginaba.

-Me da gusto. Escuche -Sacó la llave de las esposas -Debió existir un error. No tiene que estár aquí. Su seguro y sus abogados verán todo. Solo irá quizá a declarar lo que sucedió. Lamento lo sucedido.

-Son unos malditos, también los voy a demandar.

Me levanté justo cuando me tomó por el brazo.

-Digamos que no quiere mas problemas de los que ya tiene, ¿Estamos?

Me giré para safar su agarre.

-Quiero creer que no me está amenazando.

-No es amenaza -Reía -Es como decirle que se cuide. Nos vemos pronto.

Sugar parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora