Luego de terminar accediendo a que el azabache me acompañe de vuelta al departamento, me permití ceder ante mis deseos de tirarme en la cama y tratar de dormir.
Digo, tratar, porque fue lo último que pude hacer.
Estuve toda la noche pensando en el comportamiento de JeongGuk. La manera en la que corrió solo porque supo que no me sentía bien y más tarde, la mirada que me dedicó mientras hablábamos afuera de la tienda. Realmente me dio mucho que pensar.
Y me arrepiento de haber perdido el tiempo de esa forma. De haber descansado como correspondía, no habría amanecido con el insufrible dolor de cabeza que tengo ahora mismo.
Apenas levantado, salí de mi habitación hasta la cocina, dispuesto a buscar algo de comer. Quizás así el dolor se aliviaría.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al mismo tiempo que me sentía palidecer cuando la puerta del departamento se abrió de manera repentina. Afortunadamente, sin darme espacio para creer que se trataba de un delincuente o algo similar, el pequeño rostro de EuiJoon se asomó por un costado.
—¿Está mi hyung en casa? —Cuestionó adorablemente, de pronto, haciéndome sentir cálido por dentro.
—¡Joonie! —No pude evitar el grito que escapó, hice mis pies funcionar para correr hasta el y apretujarlo entre mis brazos, a pesar de que es mucho más alto que yo. —¿Que haces aquí?
Su pequeña risa se hizo presente al mismo tiempo que otra voz aparecía. —EuiJoon extrañaba a su hermano. —La reconocí al instante, sonriendo al ver el rostro de mi padre detrás del pelinegro. —Y yo también. —Admitió uniéndose al abrazo.
Chillé de lo feliz que estoy. No esperaba esta sorpresa y no sabía que la necesitaba hasta que los tuve frente a mis ojos. —Me alegra verlos... —Mascullé repartiendo varios besos a la cabeza de mi hermano menor.
Es un poco inusual este comportamiento tan amoroso, sin embargo, creo que es adecuado demostrar afecto cuando me siento tan contento por su presencia.
Solo cuando estoy con estas dos personas puedo olvidar el dolor y los problemas atrás. Esta es la medicina que necesito para salir adelante.
Cuando finalmente EuiJoon logró apartarme con la excusa de que podría arruinar su cabello, ambos tomaron asiento en el sofá de la sala en tanto yo me daba una ducha corta y me cambiaba ropa rápidamente.
Después de abrir la puerta de mi habitación, inmediatamente un agradable aroma a pan tostado ingresó por mis fosas nasales, provocando una sonrisa casi automática en mi rostro.
—Hasta que apareces, mocoso. —Con molestia, mi padre apuntó a la cocina. Por inercia, miré en esa dirección, divisando las tostadas y el vaso de leche sobre la encimera. —Come rápido y ven aquí. —Ordenó.
—¿Y EuiJoon?
—Fue a la tienda, no tardará en volver. —Asentí sin pedir mucha más información. Tomé una de las tostadas y le di un mordisco, casi derritiéndome por lo deliciosa que estaba. —¿Te has cuidado bien? ¿Has comido bien? ¿Sientes malestares? —Me bombardeó, haciéndome toser debido a mi intención por tragar el contenido en mi boca antes de tiempo.
Me recupere después de un momento y asentí. —Todo bien, papá. No te preocupes. —Despreocupado ante su mirada desconfiada, di un trago al vaso de leche, refrescando mínimamente mi garganta.
—Que no me preocupe... —Murmuró, pero aún así, pude oírlo. Sonaba molesto. —Eres apenas un niño y estás cuidando de tu embarazo cuando el bastardo de Jeon debería estar contigo. —Después de ello siguió refunfuñando consigo mismo.
—En realidad-
—¡Llegué familia! Traje un poco de fruta y algunos caramelos por si a hyung le dan ganas de algo dulce. —Com efusividad, EuiJoon ingresó al departamento alzando las bolsas en sus manos, no hay que mencionar la brillante sonrisa en su rostro.
"Glasiaz" Traté de pronunciar, siendo la tarea un poco dificultosa debido al pedazo de tostada en mi boca.
—No hay de que, hyung. —Sus ojos se hicieron pequeños debido a la curva en su boca. Luce tan adorable.
Dejando de lado el resto de comida sobre la encimera, volví a prestar atención a mi padre. —Papá, quise decir que-
—Espera. —Fui interrumpido gracias al ruido de un móvil. El hombre pelinegro sacó de su bolsillo trasero el aparato, levantándose del sofá. —Un momento. Debo contestar. —No hubo espacio a objeciones cuando salió del departamento tras contestar la llamada.
Suspiré debiendo conformarme con ello. Más tarde podría aclararle que, en realidad, JeongGuk está más que dispuesto a acompañarme durante el embarazo.
Pose mis ojos sobre mi hermano menor, quién se había lanzado sobre el sofá, tirando de su cabeza hacia atrás en la cómoda superficie. —Hyung... —Llamó.
—¿Uh? —Me acerqué hasta tomar asiento a su lado, mirándolo con detenimiento. —¿Te sucede algo?
Este comportamiento no es común en EuiJoon. Sin duda tiene algo muy importante que decir.
—La próxima vez que JeongGuk te lastime, dímelo y te defenderé ante el, ¿bien? —Me quede sin habla, demasiado sorprendido por las palabras del menor.
¿JeongGuk? El pelinegro nunca se ha referido de aquella forma al azabache, al contrario, siempre habla de él como si fuera un ser increíble. Siempre es "JeongGuk hyung" o "Hyung"
—¿Por qué lo dices, joon? —Una ligera incomodidad Justo en mi pecho.
—Nunca me habría enterado de lo que te hizo de no ser por nuestro padre. —Explicó sin mirarme a los ojos. —Así que, a partir de ahora, confía en mí y déjame protegerte.
—Joonie. Tú no tienes que ser parte de mis problemas con JeongGuk. —Inquirí con suavidad, acariciando sus cabellos. —Puedes seguir siendo su amigo, no me molestaré por eso. —Oír aquello fue como la peor de las ofensas para el.
Se reincorporó y alejó mi mano de su cabeza, mirándome con seguridad. —No, hyung. No seré amigo de aquel que te hizo daño. —Frunció el ceño. Nunca lo había visto así de enojado.
—Oye. No es justo que dejes de quererlo solo por lo que está sucediendo con nosotros.
—Lo lamento, hyung. Pero no permitiré que nadie lastime a la gente que yo quiero. —Adoptó una actitud más seria, tomando mis manos entre las suyas. —Mi padre y hyung son lo más preciado para mi. Ustedes están por delante de todo.
Trague duramente cuando note la mirada desesperada en sus ojos verdes, iguales a los míos. Me sumergí en sus orbes por unos segundos hasta que comprendí; EuiJoon no necesita mi aprobación, sólo quiere que lo comprenda.
Supongo que no hay nada que pueda hacer para hacerlo cambiar de opinión.
Le sonreí con suavidad. —¿En que momento creciste tanto, uh? —Cuestioné al aire, riendo débilmente.
Para cuando mi padre volvió me hizo saber que solo estaban de visita y se irían antes de anochecer. Aunque me puso un poco triste saber que se irían tan pronto, estoy satisfecho.
No me di cuanta mucho antes porque estaba cegado por mi amor hacia el azabache, pero divorciarme de JeongGuk sirvió para volver a acercarme a todo lo que alguna vez dejé de lado.
@CRYSTALTAEE
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Corazón vacío ✧ kooktae
Fanfiction« Se supone que seríamos para siempre, pero supongo que en ese aspecto, también me equivoqué contigo. » Tres años de matrimonio y cinco de noviazgo tirados a la basura cuando miró a esos ojos negros y las palabras; "Ya no te amo" Fueron pronunciadas...