C.- 22 ✧

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Un mes después.

—Entonces... ¿Seré tio de una sobrina o un sobrino? —EuiJoon observó con atención los papeles sobre la mesa, buscando algo que le diera la respuesta.

Reí con burla al decir las palabras; —No lo sé aún. Solo pedí la ecografía. —La sonrisa en su rostro se borró con una rapidez inhumana.

—¡¿Que hiciste qué?!

—Eres el más emocionado por saber su sexo y se supone que es mi hijo de quien estamos hablando.

—¡O hija! Lo sabrías si hubieras pedido más información, hyung... —Se levantó de la mesa, luciendo falsamente decepcionado.

Sin borrar la sonrisa en mi rostro lo atrapé cuando pasó junto a mi y lo abracé, apretujándolo entre mis brazos. —La próxima vez vendrás conmigo y lo sabremos juntos, ¿bien? —Propuse, utilizando el mismo tono de voz que utilizaría con un pequeño niño.

Podría apostar la expresión ingenua en su rostro justo ahora. —¡Hecho! —Exclamó, solo entonces correspondiendo a mi abrazo.

Pasos apresurados se escucharon a algunos metros de distancia, captando mi atención. Me separé del menor para ver a mi padre bajando la escalera. Incluso desde esta considerable distancia, puedo ver la alegría que rodeaba su aura.

—Ya llegaste. —Asumió. Acercándose de inmediato para tomar asiento justo donde se encontraba antes mi hermano.

—Como puedes ver.

Frotó sus manos luciendo emocionado, dando un vistazo descuidado a los papeles sobre la mesa antes de mirarme a mi. —¿Y? ¿Niño o niña? —A estas alturas, me siento un poco mal al quitarles la ilusión de obtener una respuesta pronto.

Abrí la boca dispuesto a responder, sin embargo, EuiJoon desde la sala, se me adelantó, gritando un sutil;

—¡No te molestes! ¡No pidió el reconocimiento de su sexo!

Como reacción automática, copiando la misma secuencia de antes, la sonrisa en el rostro de mi padre desapareció por completo mientras me miraba desalentado. —Debes estar bromeando, mocoso. —Reprendió suavemente.

Negué alzando los hombros titubeante. —Lo siento. —Quitándole importancia, revisé algunas de las bolsas que traje conmigo, sacando de una de ellas un recipiente de fresas.

Creo que el antojo de comerlas se detendría después de una vez, pero estaba equivocado. Ni siquiera llevo la cuenta de cuantas fresas he comido el último tiempo.

Después de que JeongGuk se fue, decidí tomarme un descanso de todo y por eso, acepté la invitación de mi padre y viaje de vuelta a Seoul para quedarme en su casa mientras lo necesito.

Estar aquí es, probablemente, lo mejor que pude hacer. Estando aquí no hay manera de que me sienta solo, ademas, disfruto demasiado la compañía de mi pequeña familia.

Me ayudan a distraerme cuando todo lo que hago es pensar en el azabache.

Tan pronto como EuiJoon subió las escaleras hacia su habitación, mi padre vio la oportunidad de acercarse a mi, casi susurrando en mi oído. —No estás evitando tener más información del embarazo porque estás esperando a Jeon, ¿no es así?

Me sorprendió la rapidez con la que negué, luciendo realmente seguro cuando tengo claro que el hombre frente a mi acertó.

Aunque quiera convencerme de lo contrario, lo único que deseo es obtener alguna llamada, solo una señal de que está preocupado de mi estado como yo lo estoy por el suyo.

—Claro que no. Lo que pase con JeongGuk ya no me importa. —Deseo algún día poder estar seguro de ello.

—Mentiroso.

Sonreí abriendo el recipiente con fruta en su interior. —Si ya sabes la respuesta, ¿que sentido tiene preguntar? —Metí una fresa a mi boca, sintiendo al instante en dulzor en mi lengua.

Hizo una mueca, suspirando ruidosamente. —Tenía esperanzas, pero no te escuchas muy convencido. —Sacudió mis cabellos antes de alejarse en dirección a la sala.

Seguí sus pasos con la mirada hasta que se lanzó sobre el sofá más largo frente a la televisión. Tomé mis fresas, comenzando mi camino hacia las escaleras.

—Iré a ver una película en mi habitación. No me molesten a menos que sea necesario. —Apunté seriamente.

—Hey. No tienes que escapar, no te voy a juzgar por seguir esperando algo de alguien que no vale la pena.

Lo miré críticamente, pestañeando con sarcasmo. —¿Estás seguro de que conoces el significado de juzgar? —Se rio al mirar en mi dirección.

Asintió resignado, sin dejar esa sonrisa en su rostro. —Bien. Lo siento. Ven aquí. —Se sentó adecuadamente en el sofá y palpó la parte libre junto a él, invitándome a sentarme.

Poco convencido de hacerle caso, di pasos lentos y pausados hasta donde estaba, sentándome con las fresas apoyadas en mis piernas.

—¿Tienes algo más que decir? ¿Sucedió algo mientras no estaba?

—Primero, quiero que te tomes con calma lo que te diré, ¿muy bien? —Sin comprender a que venía tanto misterio, asentí cuando apunto a mi pequeño vientre de cuatro meses y más. —No quería decírtelo para no alterarte, pero dada la situación...

—Papá. Habla ya.

—SuHoon llamó esta mañana, unos minutos después de que te fuiste al hospital. —La ansiedad de saber cual sería el final de esta repentina novedad me carcomió, llevándome al mismo individuo de cabellos azabaches. —Preguntó por JeongGuk. Dijo que la última vez que lo vio no estaba muy bien y que desde entonces, no sabe dónde está.

¿Qué...?

Intenté mantener la calma a pesar de que había un sentimiento totalmente negativo e incómodo instalado justo en mi pecho. Sabía que algo andaba mal.

—¿Mencionó algo de la propuesta a Canadá? —Inquirí calmado, dentro de todo.

No sé si debo concentrarme en el hecho de que JeongGuk desapareció sin llamarme, por lo menos para decirme dónde iba a estar, o enfocarme en la preocupación de no saber dónde está ahora y en que condiciones.

Divise al pelinegro negar, acabando con mis esperanzas.

«¿Sí no está en Canadá... Entonces dónde se supone que se metió? »

@CRYSTALTAEE

Estoy levitando con el álbum de jungkook TT

-cryss 💌

Corazón vacío ✧ kooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora