Después de despedir a EuiJoon en la puerta y obsérvalo hasta que se subió en la motocicleta y se marchó, dándome una sonrisa, supe que JeongGuk no la estaba pasando bien.
Pude deducirlo después de hablar con mi hermano, sin embargo, la llamada entrante de HyukJoon lo confirmó. Contesté con el corazón en la mano, esperando oír noticias de mi esposo.
—Hey, tae, ¿cómo estás? Verás-
—¿JeongGuk está ahí?
Un suspiró se escuchó de su parte. —Estuvo tomando, dijo que no podía volver a casa en ese estado. —Apuntó entre dientes.
Por eso, media hora después, estoy de pie en el marco de la puerta mientras el pelinegro ayuda a JeongGuk a sentarse en el sofá sin fallar en el intento. Me limite a simplemente sonreírle a HyukJoon antes de cerrar la puerta a sus espaldas, finalmente quedándome a solas con el azabache.
Está sentado con esa actitud imponente tan característica de él, tiene los codos apoyados en las rodillas y sujeta su rostro como si se le fuera a caer. Ninguno dice nada, solo puedo oír su respiración calmada y mis propios latidos.
Se gira ligeramente en mi dirección, divisar sus ojos brillantes y el parche a un costado de su frente hacen que mi pecho duela, pero me mantengo en mi posición, con los brazos cruzados.
Al ver que no voy a ceder, vuelve la mirada a sus manos. —Me preguntaba... ¿Tú realmente me perdonaste?
Fruncí el ceño. —¿De que estás hablando? —Desde mi lugar lo vi negar.
—EuiJoon me odia, no sería una sorpresa que tú lo hagas también, después de todo, también rompí mis promesas contigo.
—JeongGuk... ¿Estás hablando en serio? —Me ignoró por completo, así que resignado, asentí y camine con rapidez hasta las escaleras.
Hice el ruido suficiente para llamar su atención. —¿A donde vas? —Su voz ronca resonó en las paredes de la casa.
—Te doy la razón. Voy por mis cosas para volver a Busan.
—¿Qué?
Más rápido que un rayo se levantó del sofá y dando zancadas se aproximó hasta sujetar mi mano, su mirada ahora mismo es de puro pánico. Yo tampoco culpo a EuiJoon por guardarle rencor a JeongGuk, pero sí sería capaz de golpearlo por ocasionar tal inseguridad en el azabache.
Esto no está bien.
Sujeté su rostro cálido entre mis manos, buscando encontrar la claridad en sus ojos negros. —JeongGuk, mi amor, mírame. —Una lágrima solitaria resbaló por su mejilla, relamí mis labios. —No te odio por nada más que por apestar a alcohol y llegar tarde a casa. —Acarició su mejilla.
—Yo te lastimé, te hice creer que ya no te amaba, te abandoné y joder, seguramente hice muchas cosas más por las que debería arrepentirme, cosas que aún no me puedo perdonar, ¿cómo podrías hacerlo tú?
—Lo hice. Lo hice, de lo contrario no estaríamos aquí. —Puedo notar en su mirada que apenas está dándole el real significado a lo que digo. Abulté mi labio inferior de forma inconsciente, no sé que más hacer. —¿Puedes hacerlo tú también?
Bajé la mirada cuando repentinamente mis ojos se llenaron de lágrimas, sin poder contenerlas.
Jamás imaginé que algún día trataría con un JeongGuk triste e inseguro de su propia existencia. Sé que no quiero llorar, solo quiero golpearlo y que olvide toda esa mierda de que no lo he perdonado, pero mi cuerpo actúa por si solo.
El embarazo me está haciendo perder el control de mi mismo.
Un par de dedos en mi mentón me obligaron a alzar la mirada, no pude ver nada concreto cuando sentí los labios del azabache tapar mi boca. El sabor a alcohol chocó de lleno con mi lengua cuando decidí entreabrir los labios para dejar entrar su sinhueso.
Rodeó mi cuerpo con sus dos brazos y por mi parte, solo atiné a sujetarme de sus hombros cuando me alzó entre sus brazos. Giró para pegar mi espalda a la pared y apretujarme con su pecho.
Al alejarse un chasquido resonó en la casa, su mirada oscura fija en mis labios. —¿Que mierda me estás haciendo, TaeHyung? —Acarició mi mejilla con suavidad y cuidado, muy distinto a la brutalidad con la que me besó hace un segundo.
Permanecí en silencio, el se acercó, acariciando mi rostro con la punta de su nariz helada.
Siento como mi cuerpo entero es rodeado una inmensa calidez am tener al mayor así de cerca en un momento tan intimo. Solo una cosa es capaz de entrarme en la cabeza y me avergüenza decirlo en voz alta.
Quiero que me haga el amor.
Sé que ni en este universo ni en el siguiente podría pedirle algo así a viva voz, sin embargo, con solo vernos a los ojos las ganas de tenerlo cerca solo incrementan.
Quité algunos cabellos ondulados de su rostro para verlo mejor, le sonrío como un tonto cuando me encuentro con esa maldita mirada que me hizo enamorarme por primera vez. Es entonces que rompe la distancia que nos separa y vuelve a tomar posesión de mi boca.
Sujeta el costado de mi rostro mientras ladea el rostro para llegar a cada recóndito espacio de mi boca con su lengua. Lo separó cuando ya no soy capaz de controlar el calor en mis mejillas.
—JeongGuk, estás borracho, esto no-
—Cariño. —Me interrumpe. Sonríe sujetando mi cintura con fuerza, incitándome a sujetarme mejor de su cuerpo para no caer al suelo. —Estoy lo suficientemente cuerdo para saber que estoy muriendo de ganas por quitarte la ropa. —Masculla con voz suave y ronca al mismo tiempo, alterando mi sistema nervioso con las margaritas en sus mejillas.
Tragué saliva mi corazón palpitando a mil por hora, sintiéndome más enamorado que nunca del azabache afirmándome contra la pared.
—Pero no podemos. —Y demonios que tuve que decirlo en contra de mi voluntad. Si fuera por mi, dejaría que JeongGuk haga conmigo lo que quiera.
Asintió, sin dejar de trazar círculos en mi cintura. —Sé eso. —Suavizó la mirada, repartiendo un suave beso sobre mi frente. —Pero tan pronto como pueda tener tu cuerpo de nuevo, ten por seguro, TaeHyung, que te haré recordar que cada pequeño espacio de ti lleva mi nombre. —Su índice acarició mi labio inferior, empujándolo hacia abajo y observándolo con detenimiento.
No logro entender si aún está bajo los efectos del alcohol o está hablando seriamente, pero sin duda, esta faceta de mi esposo me está enloqueciendo.
@crystaltaee
ESTÁS LEYENDO
Corazón vacío ✧ kooktae
Fanfic« Se supone que seríamos para siempre, pero supongo que en ese aspecto, también me equivoqué contigo. » Tres años de matrimonio y cinco de noviazgo tirados a la basura cuando miró a esos ojos negros y las palabras; "Ya no te amo" Fueron pronunciadas...