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Samantha se encontraba en la sala, organizando los adornos y detalles para la esperada fiesta de cumpleaños número 12 de Sophie. Aunque estaba emocionada por el evento, en ese momento se sintió abrumada por una súbita oleada de náuseas. Trató de ignorar la sensación, pero Ari, notó que algo no andaba bien.

—Samantha, ¿estás bien?—preguntó Ari con preocupación, al ver la ligera palidez en el rostro de su amiga.

Samantha asintió, forzando una sonrisa.—Sí, estoy bien, solo me siento un poco mareada.

Ari frunció el ceño, con una sospecha en mente. —¿Has considerado la posibilidad de que puedas estar embarazada?

Samantha se sorprendió por la pregunta de Ari. —Embarazada, no lo creo. No estoy segura de lo que está pasando, pero lo achaco al estrés y los preparativos de la fiesta.

Ari asintió, pero con una mirada persistente, agregó—Podría ser una posibilidad. A veces, las náuseas matutinas pueden aparecer sin previo aviso.No quiero alarmarte, pero es mejor descartar esa posibilidad. A veces, nuestro cuerpo nos da señales, y sería mejor hacer una prueba para salir de dudas.

Samantha asintió, sintiéndose agradecida por tener a Ari a su lado.—Tienes razón, Ari. Haré una prueba y así sabré lo que está sucediendo.

Esa misma tarde, Samantha se hizo la prueba de embarazo, con nerviosismo esperó el resultado. Cuando las líneas aparecieron en el indicador, la noticia la dejó atónita. Dos líneas claras confirmaban lo que su amiga había sugerido: estaba embarazada.

Samantha se sintió abrumada por la emoción, no podía creerlo. Corrió a buscar a Ari y la encontró en el jardín, quien la miró con curiosidad y preguntó—¿Qué pasó, Sam? ¿Cómo estás?.

Con lágrimas en los ojos y una sonrisa de felicidad, Samantha respondió—Estoy embarazada, Ari. ¡Voy a tener otro bebé!

Ari la abrazó con cariño, emocionada por la noticia.—¡Felicidades, Sam! Es una bendición maravillosa.

Después de una maravillosa celebración del cumpleaños número 12 de Sophie, Samantha y Félix se encontraban en la intimidad de su hogar, disfrutando de la calma después de la fiesta. Mientras Sophie se retiraba a su habitación para descansar, Samantha buscó el momento perfecto para compartir la emocionante noticia con Félix.

—Félix, hay algo importante que quiero decirte—dijo Samantha con una sonrisa nerviosa mientras tomaba la mano de su esposo.

Félix la miró con cariño, notando su expresión emocionada.—¿Qué pasa, cariño? Pareces nerviosa.

Samantha tomó una profunda respiración antes de continuar.—Estoy embarazada, Félix. ¡Vamos a tener otro bebé!

La sorpresa y alegría se reflejaron en los ojos de Félix.—¿En serio? ¡Eso es increíble, Sam! No puedo creerlo, es la mejor noticia que he escuchado.

Samantha asintió emocionada.—Lo sé, es maravilloso. Aunque me tomó por sorpresa al principio, ahora no podría estar más feliz.

Félix la abrazó con ternura, sintiendo una mezcla de emociones en su corazón.—Estoy emocionado, Sam. Imaginar a nuestra familia creciendo, teniendo otro hijo para compartir nuestra vida, es increíble.

Samantha acarició el rostro de Félix con cariño. —Sophie también va a estar emocionada cuando se entere. Creo que será un hermano o una hermana increíble para ella.

Félix sonrió, imaginando la alegría que llenaría la casa cuando compartieran la noticia con Sophie. —Será un hermano o hermana afortunado de tener a Sophie como compañera. Y estoy seguro de que juntos, serán una bendición para nosotros.

...

El pequeño llanto del recién nacido llenó la habitación, y Samantha sonrió con ternura mientras sostenía a su segundo hijo en brazos. Félix, emocionado y orgulloso, estaba a su lado, observando maravillado la llegada de su nuevo hijo.

Sophie, la hermana mayor, se acercó con una sonrisa radiante y con cuidado acarició la cabecita del bebé.—Hola, hermanito—susurró con dulzura, sintiéndose emocionada por conocer al nuevo miembro de la familia.

Samantha y Félix compartieron una mirada llena de amor y gratitud por el regalo que tenían en sus brazos. Se sentían bendecidos de poder experimentar este hermoso momento en familia.

—Es perfecto—dijo Félix con una voz emocionada.—No puedo creer lo afortunado que soy de tenerlos a todos.

Samantha asintió, con lágrimas de felicidad en sus ojos. —Nuestra familia está completa ahora, y estoy tan agradecida por cada uno de ustedes.

La habitación se llenó de la calidez y el amor que solo una familia puede compartir. En ese momento, Samantha y Félix supieron que este sería solo el comienzo de muchos momentos especiales y memorables en su vida juntos como familia.

El día había sido una auténtica locura. Samantha se encontraba en medio de la sala tratando de mantener la calma mientras su hijo de dos años, en plena etapa de los terribles dos, corría de un lado a otro con una energía desbordante. Al mismo tiempo, Ari y Ama también estaban ocupadas con sus hijos; Emma, la hija mayor de Ama, jugaba con sus hermanos mellizos, mientras que Ari intentaba seguir el ritmo de su hijo travieso.

—¡Mamá, mira esto!—gritó Sophie, quien estaba frustrada porque su cantante favorito había conseguido novia.

—Que pena cariño—respondió Samantha, tratando de ocultar el estrés que sentía en ese momento.

Samantha intentaba mantener la calma, pero el estrés y el cansancio se estaban acumulando. Cada vez que su hijo hacía una travesura, ella tenía que intervenir para evitar que ocurriera un desastre mayor.

En medio del caos, Samantha no podía evitar pensar en la posibilidad de estar embarazada nuevamente. Había notado algunos síntomas y cambios en su cuerpo que le recordaban a su embarazo anterior.

Mientras ayudaba a Sophie con su tarea escolar, Samantha compartió sus preocupaciones con Ari y Ama.—Chicas, no sé qué me está pasando, pero siento que podría estar embarazada otra vez.

Ari y Ama la miraron con sorpresa, pero también con cariño y comprensión. —Puede ser una posibilidad, Sam. Con tantas cosas en la cabeza, no es de extrañar que sientas eso—dijo Ama.

—Sí, tal vez deberías hacerte una prueba de embarazo para estar segura—sugirió Ari.

Samantha asintió, agradecida por el apoyo de sus amigas. —Tienen razón, lo haré mañana mismo. Solo necesito saber qué está pasando para estar más tranquila.

Esa noche, después de que todos se hubieran ido, Samantha se tomó un momento para relajarse y hacer una prueba de embarazo. Mientras esperaba el resultado, su mente se llenó de emociones encontradas.

Finalmente, la prueba mostró el resultado: positivo.

Las lágrimas de felicidad se escaparon de los ojos de Samantha. Sabía que tener otro hijo sería un desafío, pero también una bendición para su familia. Se acercó a Félix, su esposo, y compartió la noticia con una sonrisa radiante.

—Félix, vamos a tener otro bebé—dijo con emoción.

Félix la abrazó con cariño y la besó suavemente dejándole en claro que estaba muy feliz de un nuevo integrante en la familia

-ˏˋ⋆ Trazos en la ciudad de las luces ⋆ˊˎ- Riverduccion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora