Ari se encontraba en su habitación, nerviosa y emocionada, mientras se preparaba para el día más importante de su vida: su boda. Su hermana Ama entró en la habitación con su bebé en brazos, una adorable niña de ojos brillantes y risa contagiosa.
—¡Oh, Ari, te ves absolutamente deslumbrante!, exclamó Ama al ver a su hermana en su vestido de novia.—Estoy tan emocionada por ti.
Ari sonrió, un brillo de felicidad en sus ojos. —Gracias, Ama. No puedo creer que finalmente sea el día de mi boda.
En ese momento, Samantha, entró en la habitación con un ramo de flores en la mano.—¡Ari, estás radiante! Esta boda será increíble.
—Gracias, Sam—respondió Ari, abrazando a su amiga.—Estoy tan agradecida de tenerte aquí a mi lado.
Mientras Ari y Samantha compartían un emotivo momento, Ama colocó a su bebé en los brazos de Ari. La pequeña miró curiosamente a su tía con sus ojitos brillantes.
—Aquí tienes a tu damita de honor más especial—bromeó Ama, acariciando la cabecita de su bebé.
Ari sonrió con ternura, sintiendo la calidez de la maternidad en sus brazos. —Eres tan preciosa, mi amor. Será un honor tener a mi sobrina en mi boda.
Sophie, la hija de Samantha, entró tímidamente en la habitación. Al ver a Ama con su bebé, sintió una punzada de celos. Ama era cariñosa y atenta con su hija y esto hizo que Sophie se sintiera un poco insegura y menos querida.
Samantha notó el cambio en la expresión de Sophie y se acercó a ella, arrodillándose a su lado. —¿Pasa algo, cariño?—preguntó con suavidad.
Sophie bajó la mirada y susurró—Ama da mucho amor a su bebé, y parece que tiene menos para mí
Samantha le acarició el cabello con ternura.—Oh, mi amor, eso no es cierto. Ama ama a su bebé y también nos ama a ti y a mí. Todos somos importantes para ella.
Ari, al escuchar la conversación, se acercó a ellas con un gesto cariñoso.—Sophie, mi amor, tu tía Ama te adora, pero hoy también es un día muy especial para ella y su bebé. No significa que te quiera menos. Siempre serás muy querida para todos nosotros.
Sophie miró a su mamá y a Ari, sus ojitos llenos de duda.—¿De verdad?
—De verdad—afirmó Samantha, abrazándola con amor. —Eres la luz de mi vida, y siempre serás mi niña especial.
—Sophie, tú también eres una niña muy especial—dijo Ama con dulzura—Te quiero mucho.
Sophie miró a Ama, sus celos disminuyendo mientras veía el amor en sus ojos.—También te quiero, tía Ama.
Samantha y Félix se encontraban juntos en la ceremonia de la boda de Ari, observando a la novia con admiración mientras caminaba hacia el altar. Ambos estaban abrazados, sintiendo la emoción del momento y compartiendo un sentimiento de felicidad por su amiga.
Mientras veían a Ari intercambiar votos con Juan, Samantha miró a Félix con una mirada llena de cariño. Sus corazones latían en sintonía, y en ese momento, ambos sabían que también anhelaban estar en ese lugar, dando el siguiente paso en su relación.
Félix acarició suavemente la mejilla de Samantha y susurró—Algún día, será nuestro turno, y también estaremos aquí juntos.
Ambos se sumergieron en sus pensamientos, visualizando un futuro juntos, lleno de amor y compromiso. Soñaban con el día en que estarían frente a sus seres queridos, intercambiando votos y promesas de amor eterno.
La ceremonia continuó, y Samantha y Félix se sintieron profundamente conectados el uno al otro. Observaban la forma en que Ari y su pareja se miraban con ternura y cómo cada palabra pronunciada tenía un significado especial.
Samantha apoyó su cabeza en el hombro de Félix, sintiendo el latir de su corazón.—Ese día llegará, y sé que seremos increíblemente felices juntos.
Samantha asintió, con una sonrisa tierna en sus labios.—Sí, algún día. Y será igual de hermoso y emocionante.
Félix la abrazó con fuerza, compartiendo la misma convicción.—Sí, lo sé. No puedo esperar para compartir cada momento contigo y construir nuestro propio camino juntos.
Sophie, se encontraba sentada en el rincón favorito de su sala, rodeada de sus hijos pequeños. Los niños, con sus ojitos brillantes, se acomodaban ansiosos para escuchar la historia de amor que ya habían escuchado tantas veces, pero que siempre llenaba sus corazones de emoción.
—Hubo una vez, hace muchos años, una historia de amor que comenzó en un pequeño pueblo—comenzó Sophie con una voz suave y emotiva. —Eran dos niños, mi mamá, Samantha, y mi papá, Félix, quienes fueron amantes desde que eran muy pequeños.
Los niños asintieron con entusiasmo, recordando cada detalle que su mamá les había contado en otras ocasiones.
—Sin embargo, en la adolescencia, el destino los separó, y cada uno siguió su propio camino—continuó Sophie con una mirada nostálgica.—Pero a veces, el destino tiene sus propios planes y, muchos años después, los volvió a reunir.
—¿Y qué pasó cuando se reencontraron, mamá?—preguntó su hijo mayor con curiosidad.
Sophie sonrió con cariño y continuó contando la historia—Félix encontró a Samantha nuevamente y descubrió que tenía una hija, y esa hija era yo. Fue un reencuentro sorprendente y lleno de emociones.
Los niños escuchaban con atención, sumergiéndose en la maravillosa historia de amor de sus abuelos.
—Ellos decidieron volver a intentarlo como pareja—dijo Sophie con una sonrisa radiante.—Descubrieron que el amor que habían compartido desde pequeños seguía vivo en sus corazones, y esta vez, decidieron no dejarlo escapar.
Sophie cerró con cuidado el libro que había estado sosteniendo mientras contaba la historia.
Después de que Sophie terminara de contar la emotiva historia de sus abuelos a sus hijos, la sala se llenó de un silencio reverente. Los pequeños miraban a su madre con ojos brillantes, absorbiendo cada palabra de la hermosa historia de amor que acababan de escuchar.
En ese momento, la puerta se abrió suavemente y entraron Samantha y Félix, acompañados de sus dos hijos menores. Sophie miró hacia la puerta con una sonrisa cálida, emocionada de ver a su familia reunida.
—Mamá, Papá, ¡qué sorpresa verlos aquí!—exclamó Sophie con alegría.
Samantha y Félix se miraron confundidos, sin comprender completamente la situación. Sus hijos se unieron a Sophie para saludarlos con entusiasmo, ignorando por completo que su madre acababa de contar la historia de amor de sus abuelos.
—¿Qué está pasando aquí?—preguntó Samantha con curiosidad.
Sophie se puso de pie y se acercó a sus padres con una sonrisa. —Estaba contándoles a los niños la hermosa historia de amor de mis abuelos, su historia, mamá y papá.
Samantha y Félix se abrazaron con cariño, compartiendo el amor y la gratitud que sentían en ese momento. Los niños se unieron al abrazo familiar, sintiéndose parte de un lazo especial que los unía.
Fin:p
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ya me estaba dando pena hacer finales tristes 😞 [van a haber extras]
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-ˏˋ⋆ Trazos en la ciudad de las luces ⋆ˊˎ- Riverduccion
Fiksi PenggemarDos amantes de la infancia se separaron trágicamente. Años después, se reencuentran inesperadamente en París, la Ciudad de las Luces, donde una serie de coincidencias los lleva a preguntarse si el destino les está dando una segunda oportunidad.