—¿Aceptarías casarte conmigo?
Normalmente las personas no escuchan con mucha frecuencia esa pregunta y en su caso era raro viniendo del tipo que tenía como amigo y se encargaba de coquetear con cuanto omega tuviera cerca.
Por un segundo Kim Dan se sintió como el protagonista de esos vídeos en internet donde le jugaban bromas callejeras a las personas, examinó a los alrededores de la cafetería y entrecerró los ojos esperando el momento exacto en el que Jaekyung relajara los hombros para aclararle que sólo jugaba con las palabras, pero en realidad no pasó así.
Jaekyung quien vestía un ridículo traje y usaba corbata, sacó de uno de sus bolsillos una pequeña caja negra para abrirla con delicadeza y extender su mano. El acto ya de por sí era confuso, pero se puso aún peor cuando sintió la forma en que su mano era sostenida y le colocaba una llamativa joya en el dedo, nada exagerado pero brillante.
—Por favor finge que te emociona, te explicaré todo más tarde, mis padres están ocultos a unas mesas y no dejan de mirarnos— explicó Jaekyung para sonreír con falsedad y depositar un suave beso en el dorso de su mano.
Dan no entendió en lo absoluto, sin embargo, le siguió el juego porque eso hacen los amigos ¿No?
En medio de un abrumador silencio y sonrisas bien fingidas ordenaron algo de comida y se tomaban de las manos asegurándose de montar una buena escena.
Había que admitir que ambos eran atractivos y en la extraña categoría de alfas, omegas y betas tenían la oportunidad de elegir cualquier tipo de persona como pareja definitiva, pero hasta ahora eran dos tipos sin intereses reales en el romance, o algo así.
—Debo irme ¿Por cuánto tiempo seguiremos haciendo esto?
—¿Puedo besarte? No, espera. Sé que es apresurado cuando ni siquiera te he explicado.
—Algunas personas como yo trabajábamos a esta hora, tengo que irme.
—Te explicaré toda esta noche.
—Esta noche estaré en el hospital cuidando de mi abuela, ha tenido una recaída y el doctor ordenó mi presencia.
—Bien, entonces estaré ahí, así podre saludarla a ella también.
—Ya me voy.
—Al menos vamos a darnos un abrazo— para crear más momentos incómodos, Jaekyung se colocó como todo un caballero detrás de la silla de Dan y la apartó lentamente para permitirle que se pusiera de pie. Luego lo abrazó y ambos permanecieron así mientras el alto le susurraba que en verdad todo eso tenía una razón de ser.
Rumbo a su trabajo examinó el anillo que tenía puesto en el dedo ¿Sería eso algo valioso? ¿O se trataba de esos anillos que te salían como premio de consolación en la máquina de chocolates? No estaba nada mal y extrañamente le quedaba a la medida como si el idiota que tenía por amigo fuera consciente de la forma y tamaño de sus manos.
¿Casarse?
¿A qué vino eso?
Él no acostumbraba a ser poseído por la curiosidad, pero esta vez sí que ansiaba saber a qué venía toda eso.
Él y Jaekyung eran amigos desde la adolescencia, se conocieron por pura casualidad cuando ambos asistieron a la firma de libros de un autor reconocido, luego se dieron cuenta que vivían en el mismo vecindario y cuando la familia de Dan cayó en una situación económica complicada fueron apoyados por los padres de Jaekyung haciendo gala de esa llamativa riqueza. Un día ambos decidieron estudiar medicina, pero sus caminos se separaron cuando Dan eligió la pediatría como su especialidad y Jaekyung se dio de baja para dedicarse al negocio familiar dirigiendo un hotel que su padre puso en sus manos.
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Decálogo (Jinx)
FanfictionEn un mundo omegaverse donde todos son libres de actuar como mejor les plazca, a excepción de que el destino tenga otro plan entre las manos. Kim Dan acepta una propuesta de matrimonio, dos personas que se acercan entre confusiones y palabras no dic...