Capítulo 4

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Una semana más tarde y a una semana de la boda, continuaba evitando encontrarse con Dan por temor a sentir sus feromonas y comenzar con esas nauseas que le daban. Prefirió concentrarse en las actividades de hotel y bloqueó los números de todo aquel que tuviera intenciones de coquetearle para acabar con él en la cama.

Todavía se planteaba la posibilidad de ir con el psicólogo, tenía tres recomendaciones y no tomaba ninguna porque estaba seguro de que algo le faltaba.

Pese a que también existía la posibilidad de preguntarle a sus padres si es que había una extraña enfermedad hereditaria en los alfas de la familia, prefería manejar todo por su propia cuenta, hasta ahora todo estaba saliendo bien y quizá pasado algún tiempo volvería a ser el mismo de siempre.

"¿Por qué no lo intentas con un Beta? No liberan feromonas y suelen ser más apasionados en la cama"

Leer mensajes en medio del desayuno no era su pasatiempo favorito, pero la idea de su amigo Yosep no sonaba para nada terrible.

"¿Conoces a alguien?"

Se quedó leyendo el escribiendo... cuando su madre apareció y le arrebató el teléfono para hacerse un lugar junto a él.

—No escribas mientras comes, eso te distrae de tu conexión con la comida y terminarás comiendo más de lo que necesitas— su madre como una adicta a las dietas, solía hacer eso, pero al menos se sentía aliviado de saber que era su última semana en casa.

A la siguiente semana sería libre de sus padres y en su propia casa nadie podría decirle qué hacer o qué no hacer mientras comía.

—¿Y papá?

—Tuvo que ir a trabajar temprano.

—Apenas si me habla ¿Está molesto por algo?

La mujer se engulló unas pastillas que usaba como suplementos alimenticios y prolongó el silencio para luego mirarlo con seriedad.

—Tu padre no cree que tengas una relación con Kim Dan.

—Pero ¿Por qué? Estoy haciendo lo que quiere, me estoy casando para prevenir eso de la mala suerte en la familia.

—Honestamente yo pensaba lo mismo. Es decir, tú y Dan han sido amigos desde pequeños, crecieron y aprendieron cosas juntos. Solían dormir uno en la casa del otro y jamás, jamás se notó algo romántico. Estamos hablando de una amistad, sólo eso.

—Pero mamá...

—Pero— ella hizo una pausa dramática y le sostuvo las manos—. Pero ahora sé que Dan te ama de verdad, esta tan enamorado de ti que me hace ilusión verlos madurar como pareja y como personas.

—¿Eh? — Jaekyung se quedó sin parpadear. Luego pensó en la cita que esos dos tuvieron de la cual no conocía los detalles.

—Perdóname hijo, pero es difícil confiar en ti. Llegabas a casa apestando a feromonas todo el tiempo, desaparecías cuando te daba la gana y no parecías tomarte en serio una relación. Era difícil para mí creer que habías sentado cabeza, pero luego de hablar con Dan a escondidas de ti, me di cuenta que lo que hay entre ustedes es completamente real y honesto y me emociona porque sé que alguien como Kim Dan es justo lo que te mereces. Es un chico centrado en su profesión, pendiente de su abuela y capaz de amar con intensidad. Dan es lo mejor que pudo haberte ocurrido, cuídalo.

Impulsado por un sentimiento bastante confuso, tuvo la necesidad de ver a Dan lo antes posible, no entendía bien el porqué, pero necesitaba escuchar algo que viniese de él, tenía un par de preguntas que hacerle y estaba curioso por saber desde cuándo guardaba esa clase de sentimientos hacia él ¿Por qué no se lo dijo? ¿Por qué nunca confesó como se sentía? ¿Por qué guardar algo así como un enamoramiento?

Decálogo (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora