Capítulo 12

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El aeropuerto estaba lleno ese día, tal vez porque era viernes, tal vez porque tenía mala suerte. Quién sabe.

Su ansiedad por ver a Kim Dan se había incrementado en los minutos de vuelo y podría jurar que la cabeza le dolía más que cuando salieron de Jeju.

Yoon Gu no dejaba de hacerle preguntas y reprenderlo verbalmente lo por dejar pendientes las reuniones y acuerdos que se tomarían debido a su regreso prematuro, pero poco le importaba.

Intentó una vez más llamar a Dan sin éxito, después de unos tonos, su llamada era desviada al buzón de voz.

No quería montar una escena en su trabajo, sabía que fue una petición de su amigo, pero era lo único que podía hacer, de todos los lugares en Seúl, era obvio que lo encontraría trabajando, así que tomó un taxi para no perder tiempo en lo que alguien le traía su coche y le entregó las llaves a su secretario confiando en él.

El hombre que conducía le ofreció una botella de agua y tuvo que rechazarla porque no podía ni pasar saliva para humedecerse la garganta.

De nuevo, otra llamada. Un intento más no tenía por qué estar de sobra.

Mientras el teléfono le daba tono se preguntó ¿Qué es lo que quería decirle? ¿De qué hablarían cuando estuvieran frente a frente? ¿Qué era lo que en verdad esperaba escuchar y...?

—Hola— una voz delicada y desconocida, era una mujer al teléfono —. ¿Hay alguien ahí?

—Soy Jaekyung, disculpe ¿Y el doctor Kim Dan?

—¿Usted es un familiar cercano? Menos mal, gracias por llamar. Soy l enfermera Jing del área de urgencias.

—Soy el esposo de Dan.

—Verá, él sufrió un ligero desvanecimiento, ya que se quejaba de un dolor de cabeza le suministramos analgésicos y de momento está dormido. En una hora llegará el doctor para hacerle pruebas.

—Voy en camino, por favor no se separé de él.

Tuvo que pedirle en dos ocasiones al conductor que fuera más rápido porque el camino al hospital pareció más largo que su viaje en avión.


*      *      *

Abrió despacio los ojos, intentó asimilar los detalles del lugar en el que se encontraba. Esa cortina verde se le hacía conocida, los sonidos y el olor a alcohol tan típicos del área de urgencias.

—¿Te sientes mejor? — Jaekyung apareció de la nada junto a él y sostuvo su mano—. ¿Dan?

—¿Qué haces aquí?

—El viaje terminó antes, una enfermera me dijo lo que te pasó.

—Ah, no es nada, solo fue...— al momento que intento incorporarse para poder estar sentado, sintió un mareo terrible mareo que le obligó a cerrar los ojos.

—No te levantes— Jaekyung le acomodó la almohada y tal vez sí, tenía que reconocer que no era el mejor momento para sentirse feliz, pero luego de cuatro días espantosos de tener fiebre, dolor de cabeza, náuseas, mareos y ansiedad, se sentía muy bien poder ver a Jaekyung.

A lo mejor todavía estaba medio dormido porque no podía parar de sonreír. Apretaba su mano fuerte y sentía que su mente vagaba entre la consciencia y la vigilia.

Debió dormir de nuevo porque la segunda vez que abrió los ojos, Jaekyung se acercó a su rostro para hacerle la misma pregunta.

—¿Qué tienes Dan? ¿Qué sientes?

Decálogo (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora