❝ Reunirnos a mitad de la noche, se ha convertido en mi pasatiempo favorito. ❞
Donde Dalton Lambert tiene que lidiar con cosas de su pasado pero no contaba que en el proceso debía comprender algo más que la oscuridad en él.
[ CODFXRN, 2023]
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LAS CLASES HABÍAN TERMINADO, a pesar de que Dalton realizó sus respectivos ejercicios, no podía despejar aquella imagen en su mente. Por alguna extraña razón, aquella pintura producía algo en su interior, algo que no podía controlar. Mirar aquel rostro distorsionado, ocasionaba que el dolor se apoderara de su cuerpo. Sintiendo la intensidad del frío, colarse por debajo de su camiseta mientras, de nuevo, enfocaba su atención en la pintura, por lo que no tuvo más remedio que continuar detallando aquella pintura.
Este digitó el número de su hermano, sintiendo aquella presión en el pecho y las lagrimas caer despavoridas, a medida que los segundos pasaban.
— Hey, ¿qué sucede? — escuchó la voz de Foster — ¿Margaret al fin es tu novia? — preguntó a modo de broma. Dalton se maldecía a sí mismo, por haberle contado su pequeño secreto — Mamá quiere conocerla — el castaño se golpeó con el móvil.
— ¿Por qué le has dicho eso? — preguntó con molestia.
Y no era porque le molestara que su familia lo supiera, si no, la forma en la que Foster usaría esa información para fastidiarlo en cada oportunidad, sin olvidar, que, qué pensaría Margaret al enterarse de que toda la familia del chico, sabía que le gustaba.
— ¿Tiene algo de malo? — preguntó el menor, Dalton se limitó a rodar los ojos, a pesar de saber que este no podía mirarlo. S — Porque podrías traerla a casa y besarla en frente de nuestros padres.
— ¡Foster!, necesito que me escuches con atención — regañó — ¿Mamá está en casa? — preguntó. El silencio inundó el otro lado de la línea.
Aquellos segundos se habían convertido en un dolor de cabeza.
— No — este agradeció internamente.
— ¡Bien! — expresó — Necesito que busques algo por mi en el sótano.
— ¿Qué?.
— ¡Por favor, Foster! — imploró. Este sonrió al escuchar un bufido antes de que su hermano murmurara un " bien ".
Tres golpes a su puerta interrumpieron al castaño. Este, extrañado, caminó hacia ella, dejando de un lado a su hermano. Al abrir, no pudo evitar sonreír, sintiendo cómo todo aquel sentimiento doloso se dispersaba mientras sus latidos aumentaban con rapidez y su respiración se agitaba.
— Hola — murmuró Margaret con media sonrisa, acomodándose el cabello con las manos, porque incluso aquel simple acto, podía desestabilizar a Lambert.
— Maggie — mencionó con cierto titubeo.
— ¿Interrumpo?.
— Para nada — comentó de prisa, quedándose sin aliento, aquello hizo sonreír a la chica — Lo siento, soy un idiota. Entra — Dalton se arrepintió al instante al ver el desastre en su habitación.
