❝ Reunirnos a mitad de la noche, se ha convertido en mi pasatiempo favorito. ❞
Donde Dalton Lambert tiene que lidiar con cosas de su pasado pero no contaba que en el proceso debía comprender algo más que la oscuridad en él.
[ CODFXRN, 2023]
PROHIBID...
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EL MIEDO CORROE Y ROMPE A LAS personas que más quieres.
Chris y Margaret se encontraban reunidas en la habitación de la castaña, para resolver los ejercicios matemáticos. La morena miraba a la chica demasiado pensativa.
— ¿Sucede algo? — preguntó, haciendo a un lado su cuaderno y libro para prestar atención en Margaret.
Habían pasado dos horas desde que había tenido aquel extraño sueño. Este parecía no tener sentido alguno, solo podía recordar una sombra junto a ella. La voz gruesa de Dalton la despertó exasperadamente, pensando que este se encontraba en su habitación. Sin embargo, al abrir los ojos no encontró a nadie en ella.
La chica se encogió de hombros antes de revelar su cuaderno en blanco. Chris la miró con una mezcla entre asombro y preocupación.
— Últimamente no puedo concentrarme en nada. Es como si todo estuviera de cabeza.
— Dalton estaría de acuerdo contigo — aquello llamó la atención de la castaña, sin embargo, Chris resultó ser demasiado hábil para cambiar de tema — ¿Qué ha pasado entre ustedes, algo interesante? — Margaret negó.
— Por alguna razón, siempre que hablamos de nosotros, algo sucede — la morena hizo una mueca ante ello.
Antes de que ambas escucharan cómo su puerta era golpeada violentamente. Por instinto, las chicas se agruparon ante la brutalidad de los golpes.
— Maggie, es Dalton — expresaron detrás de la puerta. Extrañada ante su actitud, la chica se levantó de su sitio para caminar hacia la puerta.
— ¿Dalton, qué sucede? — preguntó esta al abrir la puerta. La preocupación se apoderó de su rostro al ver el estado emocional del chico.
Sin pensarlo dos veces, este la tomó entre sus manos, inspeccionando su rostro y cuerpo en busca de heridas. Dalton lucía en trance mientras su cuerpo se movía en automático.
— ¡Hey, Dalton!. Basta, la estás lastimando — expresó Chris, safando a Margaret de su agarre.
— ¿Estás bien? — preguntó al borde del llanto. Su voz era titubeante, sus manos temblaban y su respiración se encontraba agitada. El miedo sobrepasaba sus límites y ambas chicas podían percibirlo. La castaña asintió mientras se acercaba a este al mirarlo tan afectado — Prométeme que estás bien — de nuevo asintió — ¡Dilo!.
Margaret miró a Chris confundida, antes de regresar su mirada hacia él.
— Lo estoy. Estoy bien —aquello fue un alivio para el chico.
