[] MI DEBILIDAD [] MIGUEL O'HARA X LECTORA []

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—No tienes por qué estar celosa, cariño—miré a Gwen algo triste—. Miles y Margo tienen una relación meramente de compañerismo. Se quieren, pero como grandes amigos.

—¿Cómo estás tan segura?

—Porque sé cómo se ven las miradas de amor—acaricié su mejilla—. Deberías pensar en decirle a ese chico cómo te sientes, porque si no lo haces, no tienes derecho a enfadarte con él.

—Tienes razón—suspiró—. ¡Lo haré!

—¡Esa es mi chica!—di una palmaditas en su hombro.

—¿Y qué tal van las cosas con Miguel?

—Qué cambio de tema tan drástico—reí.

—Escuché que te recuperaste rápido, pero aún así Miguel dijo que necesitabas un par de días más de reposo.

—Oh, eso—me hice la desentendida—. Digamos que cuando los adultos se quieren mucho... Pasan cosas. Y según como surjan esas cosas la mujer necesita reponer fuerzas—sonreí.

—Preferiría no haber escuchado eso.

—Debería haber cerrado la boca.

~Gwen, Miles te necesita en la próxima misión.

Me miró asustada, así que le di un apretón en el hombro a modo de ánimos.

—Tú puedes, Gwen Stacy.

Asintió decidida, levantándose de la mesa para dirigirse a la Tierra indicada por Lyla.

—Celos—miré a la IA—. Creo que nunca he tenido celos con Miguel.

~Pero él sí contigo, y muchos.

—Pues no lo he notado—miré hacia otro lado, pensativa—. Bueno, con Noir a lo mejor. Pero... Pienso que Miguel sí que ha tenido varias mujeres rondándole, quiero decir, es demasiado atractivo. Y seguro que él mismo las ha mandado por ahí.

~No te equivocas en nada, querida.

—Hablando del hombre de mi vida, ¿dónde está?

~Me parece que resolviendo algo por aquí cerca. Hace unos días se escapó de la cárcel Black Cat.

—¿Black Cat?

Lyla miró el rostro confundido de ______ y la bombilla en su cabeza se encendió. Estaba preparada para hacer de las suyas.

~Sí, es una mujer que canónicamente ha estado detrás de Spider-Man durante mucho tiempo.

—Eso no suena muy bien.

~Para nada. Siempre hace lo posible para seducirlo.

—Eso suena todavía peor—dijo con un escalofrío recorriendo su cuerpo—. A ver, deberían estar por aquí.

Cuando levantó su mirada se encontró frente a frente con una mujer esbelta mirándola con curiosidad.

—¿Black... Cat?

—Oh, tú debes de ser esa mujer de la que tanto me ha hablado Miguelito.

¿Miguelito? ¿Por qué sabía su nombre?

—Sí, eres muy linda—comentó, rodenándola y analizando cada parte de su cuerpo—. No hace falta que actives esa máscara, cariño—acercó su rostro al suyo—. Tú y yo no deberíamos escondernos nada. A fin de cuentas... Tenemos mucho más en común de lo que crees. Con alguien.

Plantando un beso en la nariz de su máscara y dejando a _____ desconcertada, saltó del edificio.

—¡_______! ¿Qué estás haciendo aquí?