A escondidas • 𝐕𝐌𝐈𝐍 🖋 || EN EDICIÓN ||

Cápitulo 19: Pasado

El alfa salió del bar, quitó una caja de cigarrillos de su bolsillo, sacó una y lo encendió. Se estiró por sentirse cansado por el trabajo sucio que estaba haciendo, miró al frente, notó al beta informante y caminó hacia él. Quería distraerse de los últimos muebles, bebidas, invitaciones y procesos del terreno que faltaban.

La fría noche se estaba haciendo presente en el lugar, las pocas luces que había en la zona y los bullicios de algunas castas pasar por su área laboral era lo que podía notar con el pasar de las horas.

—Señor, ¿necesita algo?

—No, solo espero que este nuevo emprendimiento que empecemos en estos lares no se arruine por la llegada Moon y su grupo.

—Hace poco, te dejo una nota sobre tu escritorio —reveló, quitando la hoja de la carpeta y entregarlo. —. Conociendo al beta, es insistente y no está dispuesto a retroceder.

Kang chasqueo la lengua. Sabía que ese sujeto no lo dejaría en paz ni siquiera en su nueva vida fuera de los malos pasos que daba su padre en un pasado y ahora que estaba remendando cada una de sus deudas, no parecía suficiente para esa gente peligrosa. Negó con la cabeza, tiró su cigarrillo y lo aplastó con su zapato.

—¿Señor?

—¿Leyó la nota o solo me lo refriegas a la cara para que yo lo haga?

—Lo hice con la señorita Oh y es sobre querer trabajar con usted.

—He dicho que no, le he dado los trescientos millones de wones que le debía, no pienso manchar más mi persona de lo que ya está por un tercero que fue de mi círculo cercano y se acabó el tema, Han.

—Bueno, Chulsoo podría haberse encargado de él.

—Trajo su mercadería barata a nuestro bar, así que lo dudo.

—Fue tu confidente.

—Iba a meter la pata de nuevo con palabras, Han —vaciló, rodando los ojos y fumar otro cigarrillo. —. Le pedí que vigilara las calles donde nos iríamos, ¿qué pasó?, se encontró con él y poco después, unos policías idiotas lo dispararon.

—Eso no lo podemos controlar, Alfa Kang.

—Lo sé, tenía que ser cuidadoso y listo, ¿no?

—Repito, hay cosas que no podemos controlar y no está a nuestro alcance.

—Te doy la razón, aunque hubiese sido mejor que no haya cometido ese error y seguir las indicaciones dadas.

—Pero trajo la droga, así que eso no pareciera su forma de convencerlo, a pesar de su mala racha y severos problemas personales, supo alejar a las personas mejor que Cha, Jeon y Do, ¿no te parece, jefe?

—Independientemente a eso, ya estaba empezando a tener faltas que no perdono, Han.

—Es entendible, Kang.

—Ahora estoy esperando que Yang haya arrojado el cuerpo lejos del Norte y sin tener sospechas de nadie —confesó, tirando de nuevo su cigarrillo al suelo y pisarlo. El beta lo miró. —. A final de cuentas, poco a poco la gente asquerosa va cayendo.

—Estoy de acuerdo, ¿encendemos las luces de bienvenida al salón exclusivo o es todavía temprano?

—Sí, llama al resto de guardias y mantente en tu puesto, ¿vale?

El hombre asintió haciendo una reverencia, dejó que pasara su jefe a su costado, permaneció un rato más a solas y acompaño a los demás que estaban de guardia en cada rincón del terreno. El lugar comprado, se trataba de un local grande con un patio amplio y Jaehyun lo dividió en dos partes. La primera era para la venta de bebidas alcohólicas y juegos de cartas o billar y la otra daba exclusividad a los individuos con identificación. Estos podían disfrutar del patio, piscina, jacuzzi, acceso a las habitaciones, servicio personalizado, seguridad, entre otras.