Capítulo 9: Pasar de nuevo juntos

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Al llegar al departamento del rubio, estacionó y miró hacia la vivienda. Amplió sus ojos, sintiendo sus mejillas tornarse rojas al verlo parado en la puerta. Intentando calmar sus emociones, Taehyung notaba que él le estaba esperando con los brazos cruzados y tenía puesto una de sus remeras negras. Estas le quedaban por encima de las rodillas, como si fuera un vestido de lo largo que era y quedaba en su mediano cuerpo.

Creo que ya no necesito poner el código pensó para sí mismo, mordiendo su labio inferior por lo bonito y sexy que se veía Jimin con una de sus prendas. Salió del coche, agarró su mochila, cerró la puerta y se dio media vuelta haciendo contacto visual con el petizo. Caminó a pasos lentos hacia su persona, tendió sus brazos y lo abrazó con fuerza. Por un rato, Jimin se quedó inmóvil por su fuerte y exquisito aroma, colocó el bolso a un lado, acarició con sus pequeñas manos la espalda del alfa y le devolvió el cariño.

—Qué linda sorpresa, Jiminie.

—¿Por qué tardaste tanto, alfa?

—Fui por mi ropa, ¿o me ibas a prestar la tuya? —inquirió con burla.

—De hecho, algunas están aquí —confesó, con un leve rubor en sus mejillas. —. En caso de prestarte una de mis prendas el largor de estas te quedarían un poco cortos.

—¿Sí? —preguntó, separándose de él, mirarlo y acariciar su mejilla.

El rubio se ruborizó más, la sutil cercanía, diferencia estatura y combinación de aromas le generaba seguridad y cariño. Sabiendo que Taehyung le estaba cortejando, hizo contacto visual y empezó a darle caricias suaves en cada parte de su rostro.

—Me extrañaste mucho ¿verdad? —prosiguió con voz ronca e íntima. —¿Es por esa razón que te has puesto uno de los míos, Jiminie?

Sí, son muy cómodas también, alfa. —respondió con voz suave y dulce.

—Hmm... te queda demasiado bien, algodón. —ronroneo, besando su cuello.

Jimin se estremeció, dejando que el alfa siguiera con lo suyo, hasta que sintió el beso en su mejilla casi llegando a sus carnosos labios. Iba acceder, pero Taehyung se detuvo y comenzó a acariciar su cintura. Devastado por querer sentir sus labios, el alfa resopló y se dio la vuelta para abrir la puerta.

Una vez puesto el código, la puerta se abrió y entraron juntos. Taehyung dejó sus pertenencias en cada soporte. Mientras, el rubio se iba hacia la cocina. Terminando de acomodar sus cosas, el alfa caminó hacia la sala y se sentó en el sofá.

—¿Qué...?

—Descansa, Jiminie.

No dormirás aquí, cariño.

—¿Cómo qué no?

Dormirás conmigo.

—Dormirás conmigo

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Jueves. El esperado y penúltimo día de la semana llegó. Por fin el arduo trabajo, tema familiar y lidiar con todas las situaciones que acarreó con Taehyung en tan pocos días tendrían su fin con un merecido descanso de ellos.

A escondidas • 𝐕𝐌𝐈𝐍 🖋 || EN EDICIÓN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora