Capítulo 15: Cuerpo

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A la mañana siguiente, Taehyung recibió el alta médica. El alfa petizo agarró la nota que le daba el médico tratante, en ella poseía las indicaciones a seguir para una pronta y segura recuperación. Ambos agradecieron por la atención, cuidados y profesionalidad dada. Jimin agarró la mano de su pareja, caminaron y hablaron sobre varios puntos del caso hasta llegar al estacionamiento.

En el trascurso del viaje al Este, tuvieron una pequeña discusión. En gran parte, Jimin entendía de que el alfa era dedicado y atento a su trabajo, pero estaba herido y lo que más le importaba era cuidarlo, mientras que Taehyung quería arriesgarse en investigar las zonas faltantes del caso de Jung, por lo que el petizo decidió ignorar las feromonas intensas que soltaba el castaño. Finalmente, estando en el semáforo, lo escuchó suspirar.

Para Taehyung le era difícil estar enojado con Jimin. Pese a pertenecer a la casta fuerte, su orgullo no era tan alto como muchos otros ni siquiera podía batallar con su situación actual por cuestión de lógica y preocupación de él. Desvió su vista de la ventanilla, lo miró y se perdió en la mirada neutra que le daba el petizo.

—Perdón...

Jimin no respondió, miró de reojo al semáforo y viendo que estaba en verde, manejo hacia el estacionamiento de la estación privada. Se quitó el cinturón de seguridad, agarró su bolso y cuando iba a salir para dejarlo a solas, sintió el sutil apretón en su mano, evitando sonrojarse y aceptarlo, retiró su mano de él.

—Bonito.

Camina, alfa —musitó con voz suave y dulce, salió del coche y espero a su compañero. Enseguida, el lobo de Taehyung acató la orden del petizo e hizo caso a su petición. —. Llegamos a nuestra estación.

Taehyung le dio paso al rubio, él agradeció y se sentaron en sus puestos. Jimin encendió su computadora, agarró su libreta, notas y adhesivos adicionales de ambos casos.

—¿De verdad me merezco esto?, ¿tan mal te dije las cosas, lindo?

, respondió internamente. No era de enojarse por tanto tiempo, pero si se trataba del hombre que le estaba cortejando y reaccionando mal ante las discusiones pequeñas le hacía sentirse triste.

—Perdón, Jiminie.

—A ver, dijiste que querías encargarte del caso, así que en vez de irnos a casa a reposar como indica el médico —alegó con los brazos cruzados. —, estamos en nuestra zona de trabajo y lo que vamos a hacer es empezar con el informe de todo lo que tenemos —siguió con enojo y tristeza. —, enviaremos el archivo por adelantado a Namjoon hyung y en lo que falta para cerrar, lo iremos viendo cuando estés mejor, alfa, ¿entendiste?

—Sí, algodón.

—Vale.

—Mira, no fue mi intención, ¿sí?

—¿Entonces?

—Me sentía incapaz y frustrado, ¿bien?

—Eso no quita que hayas sido maleducado conmigo.

El lobo interior del alfa se sentía triste, por lo que se levantó de su asiento, se dirigió a él y sin importarle su condición, lo tiró de su brazo. El rubio amplió sus ojos sorprendido, se tambaleó un poco, chocó con su cuerpo trabajado y rozó sutilmente su nariz en su rostro. Sintiendo su garganta secarse por la cercanía íntima del más alto, Jimin apartó su vista de él. Taehyung soltó su agarre de su brazo, tomó su mentón y lo obligó a mirarlo. Se acercó a su rostro, rozó sus labios por su mejilla haciéndole cosquillas y besar sus labios con suavidad.

Por un momento, el petizo no le correspondió hasta que sintió una leve mordida en su labio inferior, soltó un jadeo y empezó a seguir el ritmo de sus finos labios. Taehyung sonrió, se distanció y lo miró.

A escondidas • 𝐕𝐌𝐈𝐍 🖋 || EN EDICIÓN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora