A escondidas • 𝐕𝐌𝐈𝐍 🖋 || EN EDICIÓN ||

Capitulo 14: Hospital

El tiempo de espera parecía eterno, Jimin movía sus piernas de lado a lado y leía de vez en cuando los mensajes que recibía en su móvil de su grupo preguntando por la salud de Taehyung. Resopló, lo que menos quería era que le recordaran lo sucedido y estar explicándoles que esperaba al especialista. Finalmente, levantó su mirada preocupada hacia la puerta y notó al médico tratante salir de la habitación del alfa.

—¿Cómo está?

—Estable, se hicieron todos los análisis correspondientes a tiempo, la recuperación ha sido bastante positiva y puede ir a pasar a verlo si gusta.

—Entonces, ¿podemos retirarnos?

—Por hoy, permanecerá en observación y mañana le daremos el alta para que pueda regresar a su residencia, señor Park.

—Entiendo, ¿y su herida?

—Hay buenas noticias, la bala que atravesó su hombro no daño ningún hueso o arteria importante, más bien, deberá de cuidar la área afectada de su piel con una crema y reposar por unos días.

El alfa no pudo articular ninguna palabra por sentirse aliviado, asintió varias veces con la cabeza y el especialista lo dejó a solas. No obstante, su tranquilidad no duró por mucho tiempo, ya que el simple hecho de que deben de hacer y entregar un informe importante junto la captura de sus sospechosos le empezaba a preocupar. Agotado, Jimin se sentó en la silla, presenció el olor mentolado de su mejor amigo y agradeció por haber traído su pedido.

Horas atrás, le había escrito a Seungmin y cuando se enteró de lo que le había ocurrido al alfa serio, como él lo llamaba en su mente, habló con el jefe, llamó a Sunwoo y salieron juntos de la estación. Media hora después, ambos jóvenes le consolaron a su mayor, esperaron y cada uno permanecía en su mundo, hasta que Jimin les dio dinero para que compraran alguna bebida o alimento por si no habían comido bien antes de venir a la clínica.

—¿Estás bien, Jimin hyung?

—¿Ya tienes alguna respuesta del médico, hyung?

—Sí, gracias por permanecer a mi lado, chicos —musitó con una sonrisa. —. Mi compañero está bien, se quedará hoy por observación, yo le acompañare y te pasaré un número de placa de un coche que quiero que revises en el sistema, Seungmin.

—Cuenta con nosotros, hyung —dijo Sunwoo en tono suave y amable. —. Sabes que siempre tienes a tus colegas en lo que necesites, ya sea fuera o dentro del trabajo.

—Exacto.

Jimin se levantó, abrazó a los dos, invitó a que le acompañaran a ver a su alfa y abrió la puerta. Los jóvenes notaron a Taehyung con una bata, solo y concentrado en consumir una taza de ensalada de frutas. El castaño alzó la cabeza hacia el ruido, saludó a sus visitas y poco a poco sintió sus mejillas arder por el petizo que estaba al fondo de los menores arreglando las mangas largas de su crop top gris.

—Nos enteramos de tu salud y vinimos a verte, hyung.

—Que considerados —expresó con voz grave y dedicándoles una sonrisa. —. Estoy bien, fue un roce que no paso a mayores.

—Pero te pusieron una venda, Taehyung hyung.

—Oh, ¿esto? —señaló con la mirada su hombro. —, es por el pequeño sangrado que tenía. Más tarde vendrá el especialista a revisar de nuevo como está y hacerme la curación, chicos.

—Espero que pronto te recuperes.

—Nos vemos en la oficina, hyung.

—Sí. Gracias, Sunwoo y Seungmin.

Sus colegas hicieron una reverencia, se despidieron de ellos y salieron del cuarto. Estando a solas, Jimin se sorprendió de que el alfa no haya hecho una escena con su mejor amigo como solía pasar en la estación, alzando una ceja, le miró de reojo y pudo notar que le estaba mirando. Pronto, Taehyung le guiño un ojo, lo atrajo hacia su cuerpo trabajado y ronronear por su atrayente, fuerte y dulce aroma. Aceptándolo, el rubio lo abrazó y permaneció a su lado.