Capítulo 10: No está

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El silencioso desayuno fue agradable gracias a ayudarse mutuamente en preparar la sopa, arroz y verduras. Ninguno habló sobre los afectos de pareja, simplemente lavaron los cubiertos, colocaron en su lugar cada objeto y ordenaron la mesa. Jimin se adelantó en salir de la zona para cepillarse los dientes, le siguió el castaño y agarraron sus bolsos del estante antes de salir del departamento.

—Después de ti.

Jimin asintió, entraron en el coche y partieron hacia la estación. Ahora que estaban cerca del objetivo secundario, el ambiente y trato entre ambos seres era tranquilo. En el trayecto, comenzaron a hablar, reír y mirarse de vez en cuando. Al llegar, Taehyung salió primero, caminó hacia el copiloto y abrió la puerta.

—Vamos, Jiminie. —dijo, extendiendo su mano.

—Gracias, alfa. —respondió, levantándose y agarrando su mano.

Cerró la puerta, caminaron a pasos lentos y saludaron a los presentes que estaban fuera de la estación. Estando dentro del lugar, Taehyung se sentía relajado y feliz. Después de mucho tiempo, la vida de ir y venir al trabajo le pasó factura. Toda la vida había estado pegado a su deber, estudios, pocos descansos y breves salidas con su compañero. Esto último no le gustaba, ya que le frustraba y generaba malestar por su lobo inquieto en querer lanzarse al rubio desde que empezaron con el caso.

Miró a Jimin. Para su sorpresa, él lo miraba también. Aquellos ojos violetas intensos, rostro, carnosos labios rojos por su bálsamo, piel blanca como las nubes, manos pequeñas, constitución física trabajada, tatuada y cuidada le gustaba mucho. No solo eso, si no que tuvo la suerte en haberlo conocido desde la infancia. Poco después, teniendo la misma edad, energía y aura tan extrovertida en el área de trabajo lo cautivó también.

No había ninguna cosa que le disgustara de su personalidad. Con timidez, el alfa desvió su vista de su persona y miró hacia adelante. Al momento, sintió un apretón sutil en su mano. De nuevo, le miró de reojo y este sonrió.

—Eres imposible, alfa.

—¿Ahora qué hice?

No respondió, se paró de puntillas y le dejó un tierno beso cerca de sus labios. Sorprendido, Taehyung se quedó helado y sonrojado por el actuar del alfa. Sin pensarlo, lo abrazó y colocó su mentón en su cuello. Enseguida, sintió las manos ajenas acariciar su espalda.

Me tienes, cariño. —susurró en voz baja y ronca.

Taehyung se separó de él. Con una sonrisa en su rostro, el alfa besó su frente y abrió la puerta de la oficina. Los presentes observaron la escena tímida de ambos sujetos. Jimin entró primero saludando a todos sin interesarse en los murmullos que estos hacían, pasó a su puesto a sentarse y entablar una breve conversación con Seungmin. Mientras, su colega hizo una reverencia, caminó hacia el despacho de su jefe y dejó varios documentos sobre su escritorio.

Al salir, Taehyung se dirigió a su lugar. Saludó de nuevo, se sentó y prendió la computadora. No quería perder más el tiempo ni mucho menos lanzarse de manera no profesional en el caso de Jung, debía de localizarlo con los datos dados, pero tenían la incógnita de en qué parte estaría, si en las zonas del Sur o del Norte.

—Creo que tu compañero necesita un poco de apoyo.

—¿Eh?

—Lo noto más serio de lo normal, Jimin hyung.

—Yo me encargo. Te dejo trabajar, Seungmin.

El joven le miró curioso, encogiéndose de hombros y seguir anotando las placas de vehículos. Por otro lado, Jimin le miró al castaño tan concentrado escribiendo en su libreta pequeños datos de Jung Chulsoo.

A escondidas • 𝐕𝐌𝐈𝐍 🖋 || EN EDICIÓN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora