Suspensión - Spider-Boy

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Era jueves, llevaba dos días en suspensión. Era la primer semana de clases, no teníamos muchas tareas, aunque tampoco me preocupaba mucho por entregar los trabajos de la clase, sólo fingía estar ocupado para no empeorar las cosas con mis padres. No creí que alguien me fuera a hablar por lo que hice, pero tenía decenas de mensajes de chicos de la escuela, muchos de los cuales había agregado en redes sin saber quiénes eran. Al inicio no pensé que Hannah me hablaría, el martes estuvo aterrada y pensé que sólo me escribía para evitar que me metiera en más problemas, pero poco a poco comenzó a ser más insistente, y aunque no quería sacar conclusiones precipitadas, parecía estar genuinamente interesada en volverme a hablar, ya que llevábamos desde la graduación de la primaria (cinco meses) sin haber tenido una charla concreta. Por otro lado, tenía tiempo libre, hacía lo que yo quería, pero no podía quitarme a Charles y Jayden de la cabeza, pues aunque los odiaba demasiado, lo que hice de cierto modo me preocupaba, no por mí, sino por ellos.

Brandon dijo que vendría a mi casa al siguiente día, a las seis, a pesar de que le había dicho que mis padres me habían castigado, sin consolas ni juegos de computadora, pero a él sólo le importaba verme a mí, intentar hablar de lo ocurrido. Tanto a Hannah como al resto de la escuela los ignoré el resto del día, esperando a que pasara la noche para ser viernes y poder ver a mi mejor amigo. Al siguiente día desperté e hice mi rutina diaria. Dieron las seis de la tarde, sin embargo pasaron dos horas y seguía sin verlo, tampoco respondía mensajes ni llamadas. Repentinamente recibí una videollamada, pero no de mi mejor amigo, sino de su hermana menor. Al responder, pude ver una mirada horror y confusión indescriptibles, mientras buscaba a alguien en mi cámara.
—¿Qué ocurre? ¿Está todo bien? —pregunté confundido y alterado.
—¿Está Brandon ahí? —cuestionó enseguida, con una voz temblorosa.
—No, iba a preguntar si él ya venía a mi casa. Lo estuve esperando desde las seis.
—Entonces... No, no puede ser... —Su hablar se cortó, incapaz de seguir. Quise esperar a que continuara, pero podía oír a sus padres discutiendo en otra habitación, así como a su otra hermana escuchándolos desde la puerta, por lo que decidí hablar.
—Tranquilícense, tal vez hubo una falla en el metro o algo así...
—Salió de aquí desde las cinco —interrumpió nerviosa—. Los vecinos dicen que vieron una camioneta negra dando vueltas por toda la colonia. Algunos dijeron que no tenía placas, y que llevaba vidrios oscuros —La niña sollozó—. No sé qué pasa, mis papás no dicen nada y estamos asustadas. Ya llamaron a la policía, pero no han llegado.
—Tranquila, Carla. Voy a salir a buscarlo —afirmé, fingiendo seguridad.

Había descrito exactamente a la camioneta que vi frente a mi casa el día de la excursión, pero no quería mencionar eso, pues de seguro iba a alertar a su familia de más, y no quería que eso pasara, al menos no en ese momento, pues no era seguro que ese vehículo fuera el mismo que observé, y tampoco creía que alguien se interesara en hacerle frente a mi amigo, quien medía casi un metro ochenta y tenía un cuerpo atlético; era la apariencia de alguien con quien no te querrías meter en lo absoluto. Incluso Charles y Jayden preferían alejarse en cuanto Brandon llegaba si estábamos en público.

Estaba impactado, los secuestros en esta zona se habían detenido desde la recuperación por la crisis del 2020, el último caso de una persona desaparecida fue en el 2034, un año antes de la recuperación total. No quería sugestionarme con conspiraciones, pero ciertamente estaba preocupado por mi amigo, por lo que pensé en alguna manera de rastrear su celular y asegurarme de cuál era su ubicación, para así calmar también a su familia.

Las alternativas gratuitas para hacer esto requerían del correo y contraseña de Brandon, o que previamente él hubiera aceptado que su dispositivo fuera rastreado. Y mientras más buscaba, más me temblaban las manos al teclear. Mi única opción era pedir ayuda, ¿Pero cómo explicaría esto? No había tiempo de buscar documentación en internet y hacer pruebas antes de actuar, necesitaba algo que ya estuviera comprobado.

El Arácnido, el Soldado y el velocista: Tres historias de origenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora